(Narrado)
—¿Que haces aquí?— su voz provocó que su vista cayera nuevamente en ella, sus ojos estaban posados sobre los suyos rompiendo su alma con sólo una mirada.
Trataba de hallar una pizca de dulzura, la que veía siempre en aquellos ojos chocolate y los cuales lo tenían loco. Sin embargo nada de eso estaba ahí, en lugar de eso sólo veía frialdad en ellos, como estuviera molesta y no quisiera saber más de él, se sentía dolido.
—No puedes responder una pregunta con otra, es de mala educación ¿Lo sabias? —murmuró forzando una sonrisa de lado, para luego escuchar su risa haciendo eco en aquel lugar. Se encogió de hombros mientras un suspiro abandonaba sus labios.
—¿Quieres darme clases de etiqueta a mí? Te recuerdo que tú eres él que se comporta de una manera extraña conmigo ¿A que viniste, Justin? —deseaba negarlo, deseaba decirle que estaba equivocada y que nada de lo que decía era cierto, pero tenía razón y por mucho que le doliera, no podía hacer nada para cambiar aquel concepto que ella había formado sobre él. Aún así, le dolía que ella no le diera la oportunidad de explicar las cosas.
Suspiró rendido, sabía que Ariana no cedería, ni mucho menos escucharía una sola palabra que saliera de su boca, pero quería por lo menos darle un presente, aquel collar que tan celosamente había guardado para ella.
—Solo vine a desearte feliz cumpleaños, sé que no quieres escuchar nada de lo que te tengo que decir, pero por lo menos ¿Serias capaz de aceptar esto? —murmuró fijando su mirada en ella una vez más, con la esperanza de que aceptara y no lo rechazara, porque entonces sí se sentiría mal por ello.
Observó cómo la joven fruncía levemente el entrecejo para luego sentarse correctamente en el césped. Justin imitó su acción para luego buscar en su chaqueta aquel cofre pequeño para luego sacarlo.
Aprovechó que estaba distraída y se dedicó a admirar su rostro, la luz de luna cubría su semblante, sus ojos, su mirada, cada pequeño e insignificante detalle era una verdadera obra de arte para él, se veía perfecta esa noche, incluso esa palabra quedaba corta para todo lo que ella provocaba en su ser.
Recuperó el conocimiento y bajó la mirada a su cofre para luego abrirlo lentamente dejando aquella media luna fuera apreciada por ella.
Justin sólo sonrió, al ver a la castaña sin palabras y tomó el pequeño collar entre sus manos para luego acercarse a la castaña para ayudarle con ello.
Recogió su cabello en una coleta entre sus manos para luego colocarle lentamente aquella joya. Tras hacer eso sus labios quedaron a pocos centímetros del cuello de la castaña.
El olor pétalos de rosas que tenía lo volvía loco, aunque sabía que no podía intentar nada con ella, no era cualquier chica, era especial y no quería tratarla de otra manera.
Cerró los ojos tratando de hacer que aquel momento se volviera eterno para él, respiró profundamente para adquirir aquel dulce aroma para luego alejarse de ella y quedar como en un inicio.
—Supongo que eso es todo, debo irme— se levantó de su lugar con la esperanza de ella lo detuviera, pero era claro que no sucedería. Se levantó del césped para luego encaminarse a la salida de aquella casa.
Justin giró su mirada hacia donde la castaña se encontraba y le dedico una última mirada a donde estaba sentada para luego caminar en dirección a la salida.
Por esta noche había observado mucho.
No le fue agradable ver como la chica que quería estaba prácticamente teniendo sexo en ese baile.
Era como si ella fuera otra.
Ya no era aquella chica tímida que conoció en la fiesta de Elizabeth.
Esa chica jamás se hubiera dejado manosear por alguien, pero ahora le quedaba claro de esa chica no volvería jamás. Ryan estaba logrando conquistarla, estaba logrando uno de sus principales objetivos.
Él le había dejado el camino libre sin siquiera luchar por su amor. Era mejor así. Lo había decidido mucho antes de que todo eso iniciará, se había prometido así mismo no involucrarse con ella.
Y cumpliría con ello, aunque cada día cumplir con eso se le dificultaba cada vez más... Debía dejarla ir.
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Crush ↬J.B.
Fanfiction"El lobo siempre será el malo de la historia si la Caperucita es quien cuenta el cuento." ° ° ° ° ° ACLARACIONES: Está historia es una versión de mi primera novela. "Let me call you crush" desde el punto de vista de Justin Bieber, por lo que les rec...