Capítulo 4

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Armin volvió a la biblioteca una tarde después de la escuela, esperando no encontrarse con Erwin. Suspiró antes de abrir la puerta que le separaba de su pequeño tormento y entró repasando con la mirada todo el lugar y con aire satisfecho al no reconocer al llamativo rubio fue hasta la recepción saludando a la bibliotecaria.

—¡Arlert! —dijo muy entusiasmada la mujer al reconocerle—. Hace mucho que no venias, temí que mis libros no fuesen de tu agrado.

—Nada de eso —sonrió tímidamente desviando la mirada—. Estuve ocupado con actividades con mis amigos.

—Eso es bueno, otro tipo de distracción ayuda a que tu cerebro siempre este activo —dedujo con aire pensativo, lo que le ahorró al rubio de darle alguna explicación—. ¿Vienes por algo en particular?

—Si, bueno, eh… ¿libros de confianza?

—Oh —la mujer de cabello plateado por la edad se llevó una mano a la barbilla y luego se acomodó los lentes viendo la estantería que tenía detrás—. Hace poco nos trajeron un ejemplar: "Inteligencia emocional"* si mal no recuerdo, creo que lo tenía por aquí.

La puerta siendo ruidosamente abierta hizo que ella frunciera el ceño y dirigiera su recelosa mirada al trio de personas que entraba.

—Eren no va a estar muy contento cuando se de cuenta que le robaste la mochila, Levi.

—No necesito que me digas lo que ya sé, cuatro ojos metiche.

Armin se tensó al reconocer a los amigos de Erwin y cuando se dio cuenta que la bibliotecaria no veía, se alejó con cuidado hasta los estantes altos perdiéndose entre los interminables libros.

—Guarden silencio, estamos en la biblioteca —les regaño dedicándoles una mirada de advertencia.

—¿Puedo ayudarles?

—Venia a donar un libro.

Los ojos reflexivos de la mujer vieron con entusiasmo el libro: "El arte de confiar en ti mismo".

—Nos cae de maravilla, justamente este chico venia hoy por… —ella miró por todas partes pero no encontró al rubio pero tomó el libro y agradeció por ello.

—Está bien, gracias.

—Vayan con cuidado, jóvenes y por favor, a la próxima entren con respeto.

El trío asintió alejándose a hacia la salida.

El rubio mayor esperaba que Ackerman tuviese razón.

"Armin ha estado actuando raro últimamente, se aleja cuando hay gente y se encierra en su casa"

"¿Baja autoestima?" Le había respondido en un mensaje de igual forma.

"Me temo que si, mañana tiene planeado ir a la biblioteca. Eren le dijo que estaba siendo un apático y eso le perturbó un poco".

"Entiendo, veré que puedo hacer".

La conversación se extendió hasta dar las gracias y él tuvo mas o menos una idea de lo que el pequeño rubio podría hacer. Y justamente ese día iba para intentar ayudar. En cuanto entró a la biblioteca los expresivos ojos azules le vieron con sorpresa y él ignoró deliberadamente su presencia para no ponerle nervioso.

Pero le hubiese gustado saludarle y escuchar su voz.

..

.

Los pasos titubeante de Armin le guiaron hasta lo más lejos posible de la entrada, cuando creyó conveniente volvió para revisar que nadie conocido estuviese cerca y sonrió con alivio cuando fue así.

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