Cambios

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Mantiene sus dedos entrelazados con los Erwin cuando bajan del auto, el profesor no parece incómodo al respecto y eso le da confianza para recargar su cabeza en el hombro contrario. Durante el trayecto al hogar de Smith no para de maquinar sus acciones una vez dentro.

Todo parece derrumbarse en cuanto ve a la rubia amiga de su pareja en la sala.
Inmediatamente maquila en su mente las posibilidades pero antes Erwin le llama enojado.

—¿Cómo entraste? —Aun no suelta la mano de Armin pero se adelantó un paso.

—Necesito un lugar donde quedarme… —la mujer le mira a él y después al chico detrás—. No será mucho tiempo, lo juro.

—Eso no responde mi duda.

—Bueno… —ella duda bajo la atenta mirada de ambos. ¿Cómo explicar qué tiene una llave de su etapa de novios frente a la pareja actual?—. Una vez la robé y así.

Erwin parece darse cuenta del hecho y niega con la cabeza varias veces.

—Quédate con Hanji.

—Me fui de ahí, ¿sabes?

Armin se siente un poco inseguro en medio de una discusión que no entiende.

—No te quiero aquí —insiste. Problemas es lo que atraen personas como ella y más después de la discusión que tuvo en el auto con Armin.

—Ya ya —la mujer suspira cansada pero al menos quiere un favor—. Llévame de vuelta entonces.

Smith quiere negarse de nuevo pero Arlert le detiene.

—Esta bien —Armin suelta su mano y se dirige a ella—. De todas formas ya pronto tengo que volver a casa.

Ella sonríe en respuesta contenta y toma el bolso que lleva con ella.

Erwin mira la sonrisa fingida de su novio y le increpa silenciosamente. Armin se encoge de hombros.

Mató sus ánimos completamente.

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Cuando Armin vivía en Sina al principio le costó adaptarse. En una de esas visitas de Eren fue cuando decidió inscribirse en las clases de Reiner.

Recuerda aquel día y lo mantiene presente en su memoria. Eren le había dicho que sus compañeros de clases que solían acosarle habían recibido una suspensión por una denuncia anónima de otro estudiante, intentaron encontrar una víctima nueva ya que él se había ido, pero lo que recibieron fue una paliza de Jean y Eren. La víctima era Marco, pero su amigo podría ser igual de nerd que él, más no dejaba que abusaran.

Marco tuvo el valor de que él carecía. Sí hubiese sido él quien hubiera acusado al par de fanfarrones la vida escolar tendría otro rumbo. Una cosa menos a su lista de problemas.

Los chicos fueron suspendidos pero ellos mismos se dieron de baja tiempo después.
Con la historia que le contó su mejor amigo se dio ánimo para seguir adelante.

Su etapa de acoso escolar era bastante deprimente, solía encerrarse en su cuarto leyendo libros para reprimir sus recuerdos. Lloraba cuando se acordaba de Erwin, lloraba cuando recordaba lo débil que era, lloraba por no poder ser ese alguien que tanto deseaba.

Sus amigos solían hablare con frecuencia, le daban ánimos y llegó el día en el que algo cambió dentro de sí mismo.

Tal vez fue su etapa de crecimiento como que cambió de voz, creció un par de centímetros y recortó su cabello. Las chicas se acercaban más pero él solo se comportaba amable y ellas lo confundían con coqueteo.

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