¿Qué harías por amor?

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Mellrrick se quedó de pie frente a la puerta de madera semi destruida de una vieja cabaña perdida en la parte más oscura y profunda del bosque, que alguna vez fue habitada por una familia y que ahora estaba en pie gracias a un milagro y aunque Mellrrick reconocía la fachada prefería no pensar demasiado en su historia con aquel lugar. Entró a la cabaña y diez años de historia le pegaron al chico en la cara. El salón principal estaba en una situación de abandono, la madera estaba vieja y pudriéndose poco a poco dándole la apariencia de una herida mal curada en mitad de la montaña.

Mellrrick se abrió paso por el lugar, en el suelo permanecían los restos de lo que había sido una silla y unas cuerdas carcomidas por el tiempo, siguiendo por el pasillo Mellrrick vió la carcasa de un móvil, era rosa y lo reconoció de inmediato, era el viejo teléfono de Ana, lo levantó y lo inspeccionó por un momento sobre la palma de su mano, recordó el valor que había tenido la chica en aquel momento y Mellrrick se sintió iluminado por una gran fuerza y calidez, al grado que se animó a alzar la voz.---- Ya estoy aquí, quién quiera que seas, deja ir a Rebeca, es a mí a quien quieres--- La voz de Mellrrick era firme, casi autoritaria, pero por respuesta sólo obtuvo el silencio tétrico de la casa, así que comenzó a inspeccionarla hasta encontrar en la habitación del final una vieja televisión con un circuito cerrado. Mellrrick la observó y encontró a Rebeca acostada sobre una cama de buen tamaño, pero era difícil saber si la chica estaba muerta o dormida.

--- Pagarás con tu vida lo que hiciste, sé que eres un delta, sé que tu cuerpo es más resistente, en la mesa de la cocina hay una botella con un líquido, es un veneno que te matará lentamente, pero no tienes opción, si no lo bebes la mataré y tú serás el culpable. Ahora ve y bébelo---

--- No pienso hacerlo ¿Quién es usted? ¿Por qué nos hace esto?

--- No me reconocerías hijo de tu puta madre y si quieres saber por qué hago esto es muy sencillo, quiero saber que puedes hacer por amor, ¡ahora bébelo!---

Mellrrick se acercó a la cocina observó la botella, se preguntó qué pasaría si no bebía el contenido de la botella, pero no podía arriesgarse había una cámara de video apuntando a la mesa. Aquello debía ser una mala broma, debía de ser un chiste, pero nadie se estaba riendo. Mellrrick destapó la botella y un olor a metal le llegó a la nariz. ¿Así era como iba a morir? Aquello podía ser el final de todo y el chico lo sabía, pensó en su casa, en su familia, en todo lo que tenía por hacer, quizás lo mejor era marcharse, quizás lo mejor era escapar, él quería estar con su familia, quería ver el mundo, no quería estar en ese lugar, nada lo obligaba a quedarse, bajó la botella, la colocó en la mesa, pensó en Rebeca..., pensó en el tiempo que habían estado juntos, en la noche que fue atacada por los hombres en la estación del metro, en el día en el que se conocieron. ¿Ella quería morir? ¿Tenía que morir por ella? ...Sus manos comenzaron a flaquear, aquello comenzó a adquirir tintes de realidad, los deltas eran ligeramente más resistentes que los humanos, pero no eran invencibles o inmortales, Mellrrick moriría si bebía eso ¿Quería morir por amor? No quería... ¿Rebeca merecía morir? No, no lo merecía... ¿Cómo se habían puesto las cosas tan mal? Pensó que haría Rebeca si estuviera en su lugar y Mellrrick bebió el contenido de la botella. El líquido le quemó la garganta terriblemente, era como tragar lumbre, el gritó del chico se escuchó por todo el bosque pero nadie correría en su auxilio, finalmente el líquido paso por completo y Mellrrick sintió como la vista se le nublaba, el maldito lo había engañado, simplemente quería verlo muerto, el delta se llevó las manos a la garganta, quiso vomitar pero no pudo, sus fuerzas se desvanecieron rápidamente, sea lo que fuera que había bebido, dejo el cuerpo de Mellrrick tirado rápidamente.

Mellrrick se levantó sin saber en dónde estaban su cuerpo estaba desnudo por completo, el suelo estaba frío y había algo sobre sus parpados, no podía abrirlos, se trataba de una placa de metal cosida con alambre a su rostro, Mellrrick intentó gritar pero en su boca también tenía una placa de metal sujeta con costuras a su rostro así que el gritó se ahogó rápidamente y la voz del video se escuchó nuevamente.

El Corazón de RebecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora