Rebeca salió de la regadera del hotel en el que se encontraba y seguía cantando la canción que instantes antes disfrutaba mientras enjabonaba su esbelta y delicada figura y no dejo de pensar en ningún momento que quizás el color que más disfrutaría Mellrrick sería el color melón, así que con eso en mente se colocó un vestido corto entallado con un cinturón en color piel y unas zapatillas abiertas, dejó que su cabello se esponjará ligeramente y se maquillo con cierto grado de naturalidad, tomó su bolso de mano y unos lentes de sol que se colocó sobre la frente, se regaló una sonrisa y un guiño coqueto frente al espejo y se encaminó hacia la puerta con un coqueto balanceo de sus caderas, abrió la puerta con la firme intención de ir en busca del mago, pero al abrir la puerta se encontró frente a frente con el chico.
---Ah, hola cariño, me sorprendiste. ¿Listo?
Mellrrick llevaba un pantalón blanco de vestir con una playera blanca de manga larga y un saco azul a juego con sus zapatos y su cinturón además de hacer conjunto con sus hermosos ojos en el color del mar, pero sin lugar a dudas lo que más impresionó a Rebeca era la sonrisa del chico.
--- Conseguí las entradas al coliseo romano, pasaremos después de desayunar y después iremos a Francia y terminaremos nuestra rutina en Italia en Venecia o en la toscana, dejaremos que la vida nos sorprenda.
Mellrrick estiró su brazo y Rebeca lo tomó con una sonrisa sintiendo la firmeza del trabajado brazo de su acompañante y una sonrisa sincera se dibujó en su sonrisa mientras caminaban por el pasillo del lujoso hotel en el que se habían instalado para salir a la calle y tomar un transporte reservado para ellos, parecía que ser un príncipe Gales tenía sus ventajas.
Desayunaron frente al coliseo, una colección de quesos y carnes ligeras acompañadas de jugos de mediterráneo en un restaurante en el que al entrar, de inmediato uno de los meseros reconoció a Mellrrick y le saludó efusivamente. Rebeca se mantuvo de pie con una sonrisa amigable, correspondiendo el saludo cuando la presentaron como la novia de Mellrrick y la chica lo reafirmó con una sonrisa, juntos se sentaron en una mesa con una vista a la distancia del coliseo en una zona un poco más privada para ellos y Rebeca cruzó la pierna observando coquetamente como Mellrrick intentaba a toda costa no mirarle las piernas.
--- Ya wey, si sabes que se te antoja verme--- Le reclamó Rebeca con una sonrisa traviesa
Rebeca se había negado a creer lo que le decía Mellrrick hacía dos noches, aquello de ser un mago era irreal, una mentira, una falacia o un engaño, pero cuando Mellrrick se presentó a su puerta un día después de que ella misma hubiese saltado desde lo alto de la torre con un ramo de rosas de corazón blanco y pétalos azules se dio cuenta que quizás los cuentos de hadas no estaban tan equivocados. El resto de aquella mañana lo dedicaron a explicarle a Rebeca lo que había sucedido a lo largo del tiempo que se habían conocido. Mellrrick era un mago aunque en el mundo se les había asignado el nombre clave de Deltas, hombres y mujeres con la capacidad de manipular y torcer ciertas leyes de la física por una anomalía genética que sin razón aparente le había brindado a lo largo de los años a algunos individuos dones extraordinarios. El mundo conocía su existencia pero en el mundo existían un mago por cada cien millones de habitantes así que su número en realidad era muy reducido y no representaban ninguna amenaza para la seguridad del mundo, sin embargo estaban regidos por reglas muy estrictas, diseñadas para tener una convivencia civilizada con el resto del mundo y aunque al principio Rebeca se había resistido a toda su historia, cuando Mellrrick dibujo un circulo en el suelo con su mano y apareció un líquido extraño dibujando el suelo la imagen del Castillo de Bojnice en Eslovaquia y con tan sólo atravesar dicha imagen se encontraron en él la hermosa chica de piel morena comenzó a parecerle que quizás la idea de la magia no era tan descabellada. Después de aquella intervención Rebeca se había adaptado sorprendentemente bien a tan particular descubrimiento y acordaron que antes de regresar a casa, tendrían una cita para arreglar aquellas cosas que no habían estado bien entre ellos la única noche en la que estuvieron juntos, sin embargo Mellrrick insistió en ser el quien decidiera los términos de la cita y después de desayunar se encaminaron juntos al coliseo Romano.
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El Corazón de Rebeca
Storie d'amoreRebeca es la única sobreviviente del sanguinario asesino conocido como El Asesino de las Argollas, descubriendo en el proceso que aveces el amor no es suficiente para salvar una relación, ahora enfrenta la depresión, la tristeza y la soledad de ser...