5 - Baile y Graduación

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  El asombro que invadió a Greg Hund al ver a la chica arreglada para el baile fue enorme. Él no estaba acostumbrado a fijarse en la belleza física de las mujeres, en lugar de eso, el chico apreciaba la personalidad por encima de otras cosas. Pero en este caso, era imposible ignorarle.

  El vestido que Kaily llevaba era blanco y le llegaba hasta las rodillas. Su cabello, estaba ligeramente ondulado y se acentuaba más al llegar a las puntas. Portaba unos sarcillos redondos que combinaban con sus ojos, y en su perfectamente arreglado cabello, relucía un moño con la forma de una mariposa robótica, idéntica a la que hacía unos meses Greg había construido.

—Te… Te… Vez hermosa…—Tartamudeó perplejo.

— ¿Lo dices en serio? —Preguntó la chica halagada— pues muchos son los que no se ven bien con traje, pero de ti no puedo decir lo mismo, te vez tan elegante y apuesto— terminó con una risita sincera.

  Nadie presente en ese baile podría haber imaginado que la inconquistable Kaily Blaze siquiera asistiese al evento, por lo que el asombroso fue masivo cuando todos vieron que Blaze no solo sí asistió, sino que tenía un acompañante. Al entrar en el salón donde se efectuaba el baile, todos los chicos miraban abrumados al ver aquel joven caminar junto al diamante más codiciado.

  Kaily no le dio la más mínima importancia al montón de atención que estaban recibiendo por parte de los demás, simplemente les ignoraba. El que sí se mostró un poco confundido fue Greg, pues no estaba acostumbrado a que le observasen tantas personas al mismo tiempo desde muchísimos ángulos.

  “¿¡Que tiene ese nerd que no tengamos nosotros!?”, “¡Ese nerd se ha ganado el premio gordo!” — Frases como esa podían escuchar a los alrededores. Greg comenzaba sentirse algo incómodo.

—No les prestes atención, son solo un montón de estúpidos envidiosos, todos los hombres son así— dijo la chica percibiendo la preocupación de Greg.

  Este último le dirigió una mirada indignada.

— ¿¡Todos!?

—Perdona, no todos, tu eres diferente, eres especial, la verdad Greg, para mi más que un hombre, eres un ingeniero.

—Pero si ni siquiera he terminado la preparatoria.

—Da igual… Son nuestras acciones, y no nuestras medallas, las que nos hacen ser lo que somos.

  Greg se rascó un momento la cabeza mientras desviaba la mirada, sus mejillas se mostraron ligeramente sonrojadas.

—Pues no soy el único en este lugar— atrevidamente, el chico tomó una de las manos de Kaily, y la subió delicadamente para observarla bajo la luz— Estas manos no solo son hermosas, sino que también son capaces de crear muchas cosas asombrosas… Son las manos de la mejor ingeniera que he conocido. Una cuyo hacer no se diferencia al de un dios.

  Kaily no pudo hacer más que sonreír y sonrojarse. Aquella frase era lo más hermoso que le habían dicho en su vida. El baile siguió su curso y los dos adolescentes se limitaron a bailar e ignorar a los demás. Esto último le resultaba difícil a Greg, caso contrario de Kaily que sentía como si en aquella sala no hubiese nadie  más. Ella era experta ignorando. No dijeron mucho mientras bailaban, a veces solo se limitaban a decirse bromas entre si y reírse. Fue un momento agradable, un momento para descansar y celebrar que pronto Magi estaría con ellos.

  Al finalizar, Greg acompañó a Kaily hasta su casa, en una prolongada caminata. Tras un rato de silencio por parte de ambos, y justo cuando estaban llegando a la morada de la joven, Greg no pudo evitar llorar.

—Gracias Kaily… Sin ti este sueño no podría ser realidad… Tú, simplemente eres maravillosa…—Le costaba mirarle fijamente mientras decía estas palabras.

¿Las Máquinas van al Cielo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora