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Cielo se paró frente a la puerta de entrada del hogar de los chicos de BTS, sintiéndose repentinamente muy idiota de lo que estaba haciendo. Una chica como ella, desayunando con chicos como ellos, tenía suerte si un grupo de fans no la linchaban si se daba a conocer. Estaba a punto de dar media vuelta y volver por donde había llegado, pero la puerta de abrió, mostrando a un alegre YoonGi con ropa de entrecasa.
-Bueno días, Cielo, pasa. - saludó dejando paso a la chica, que hizo una reverencia ingresando a la estancia, dejando sus zapatos a un lado.
Observó la casa con curiosidad hasta que el chico se paró junto a ella guiandola a la sala. Le explicó que Seok Jin había olvidado comprar algo para el desayuno y que había salido a las corridas hacía unos minutos. La castaña se burló provocando la risa del resto de chicos, que estaban desperdigados por la sala con su mejor cara de dormidos; JungKook estaba en pijama abrazado a JiMin como si fuera la mejor cama, TaeHyung jugaba a la consola con HoSeok, que estaba conversando con NamJoon paralelamente.
-¿Puedo jugar? - Pidió la castaña poniendo su mejor cara de adorable en cuanto vio que jugaban carreras.
-Debes saber que Tae es el mejor de la casa en este juego. - Alegó HoSeok entregando en mando a la joven y sentándose en el suelo entre ambos jugadores. NamJoon hizo de hinchas con YoonGi cuando Cielo eligió una motocicleta y cambio el personaje del juego por una chica.
  La sonrisa que tenía Tae se borró por completo al ver que la chica rápidamente se había posicionado delante de él y que no estaba siquiera esforzándose. El castaño había comenzado a quejarse de que la chica era algún tipo de pro en ello cuando quedó en segundo lugar. La chica se llevó las felicitaciones por parte de todos con una sonrisa, mientras que su contrincante cambió de juego alegando que no podía aceptar la derrota. Encogiéndose de hombros le ganó en los juegos siguientes, dejando al chico totalmente sorprendido.
-Por favor, enséñame maestra. - Gritó JungKook viendo la cara de TaeHyung.
  Los presentes rieron y la castaña pellizco la mejilla del chico junto a ella para subirle el ánimo. Al menos eso hacía cuando su hermana parecía enojarse con ella, y sintió su corazón hacerse algo pequeño en su pecho.
-De hecho hay un juego en el que no soy buena. - Aseguró la morena viendo la pantalla y eligiendo el Mario Cart. - ¿qué dices? ¿un último intento? - Agitó el mando frente a los ojos del chico junto a ella, que sonrió divertido.
  Y efectivamente, Cielo jugó pésimo, logrando que parte de la hinchada aplauda con desgana cuando Tae ganó en el primer puesto, dejando a la chica en el quinto. Se dieron la mano como grandes contrincantes y la castaña dejó jugar al siguiente en la fila. Se apoyó en una pared a observar como el grupo se reía y gritaba. Es como le hubiese gustado pasar una tarde con su hermana y primos, aunque ya no era una opción, ni siquiera volviendo a Japón, donde nadie conocía a su familia, que brillaba en el anonimato de haberse mudado silenciosamente a un pueblo alejado de la capital, sin familiares, con nuevos pasaportes, nuevos trabajos y estudios. Su padre se había encargado de aislar a las tres mujeres, de todo el mundo, no sólo de su propia familia. Y lo odiaba por eso.
-Fue muy lindo lo que hiciste por Tae, aunque no se habría enojado por perder contra ti. - NamJoon se había acercado a ella con tranquilidad.
-De hecho si soy pésima en el Mario Cart.
-Lo noté, pero otra persona no habría jugado el único juego en el que es mala. - Ambos rieron por lo bajo observando a los cinco chicos mirando la pantalla de la sala.
-Me recuerda mucho a alguien, supongo que ablandó mi corazón. - bromeó la chica corriendo el cabello de su cara en un gesto dramático, que hizo reír más al moreno junto a ella.
  La puerta de entrada llamó la atención de todos; Seok Jin tenía bolsas en las manos y mirada de haber arruinado una boda.
-Nunca eres tan puntual, y justo hoy se te ocurre aparecer cuando me voy, ahora no te dejaré comer las donas que compré.
-No, no puedes ser tan cruel. - rogó la chica riendo. - te compensaré ayudando a preparar todo, pero dame mis donas.
  Ambos compartieron risas yendo a la cocina bajo la atenta mirada de los chicos, que corrieron a poner la mesa y lavarse para desayunar. NamJoon suspiró dirigiéndose a su habitación rascándose la nuca, pensativo.

Worldwide Handsome ~ Kim Seok JinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora