29. Tender is the night lying by your side.

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La involuntaria invocación a otro hombre fue suficiente para que Damon comprendiese que habían llegado al final de un largo camino. El desenlace podía ser cruel y descarnado o estar a la altura de lo que alguna vez fueron. La decisión estaba en sus manos.

Graham yacía casi oculto por la sábana. Había sentido la imperiosa necesidad de cubrirse luego de que Damon lo pusiera al tanto de su elocuente fallido. Aunque no lo había hecho a propósito, no se sorprendió. Había pensado en Alex desde que se sentó a horcajadas sobre Damon, desde que cerró sus ojos para imaginar el rostro de ese hombre que ya no quería saber de él.

Fijó la vista en la espalda de Damon, sentado al borde de la cama, con sus ojos clavados en el suelo.

-Yo...no quise...- tartamudeó.

-Lo sé- respondió con dolor y aspereza.

Graham esperaba el comienzo de una monumental reyerta pero sólo encontró un largo silencio. De entre todos los finales posibles, Damon escogió uno capaz de honrar lo que alguna vez tuvieron. Siempre de espaldas y sin mirarlo ni una sola vez, balbuceó.

-¿Cómo fue?

-¿Qué...qué cosa?- respondió Graham aturdido.

-¿Cómo fue que nos perdimos?

-No lo sé...

-¿Fue por Alex? ¿Qué...qué mierda tiene?- se preguntó Damon en voz alta, casi incapaz de creer que lo que estaba viviendo fuese real.

-No fue por Alex. Fue por nosotros...y por todo lo que no tenemos- respondió estrujando la sábana.

-Yo te daría lo que me pidieses, Graham.

-No, Damon. No lo harías. Te he pedido tantas pequeñas cosas...te las he pedido casi a gritos. Pero no es tu culpa. Nadie puede ofrecer más de lo que tiene. Y yo no puedo...no puedo ni quiero conformarme con lo que tienes para mí. No es culpa de nadie...

-¿Lo amas, Graham?

El sonido ahogado de una sonrisa triste resonó a espaldas de Damon.

-Eso ya ni siquiera importa...- respondió con voz quebrada.

Se hizo un largo silencio. Damon recordó la frialdad de Alex durante la última reunión y lo comprendió todo.

-Te dejó...él te dejó y ni aún así...

"Ni aún así volverás a mí", pensó. Pero fue incapaz de decirlo. Los sollozos de Graham confirmaron sus sospechas.

-¿Sufres por él, Graham?

No obtuvo respuesta y tampoco la necesitaba.

-Ojalá él recapacite y...y pueda darte lo que yo no pude. Créeme que daría lo que fuese para que así sea.

Graham quiso tocar su hombro pero Damon se levantó justo antes de que pudiera rozarlo. Siempre de espaldas, con los ojos ardiendo, se vistió en silenció y salió. Graham pudo escuchar la puerta del apartamento cerrándose tras él.

-Adiós, Damon- murmuró.


Era el 24 de diciembre. Graham había prometido pasar Navidad junto a su familia aún sabiendo de antemano que no concurriría a la cita. No tenía ánimos. Vagó por la ciudad repleta de gente haciendo sus compras de último momento. Todos lucían felices o eso le pareció. No pudo evitar sentir algo de envidia contemplando el festín de la vida que se desplegaba antes sus ojos y del que se sentía incapaz de participar. Todo era su culpa. El destino había sido generoso con él. Puso en su camino un ser humano que lo amaba y él le había negado casi todo. Lo había hecho antaño, cuando no tuvo ojos para él ni para las evidentes muestras de su amor. Y volvió a hacerlo ahora, incapaz de ofrecerle las certezas que merecía. Pensó que era justo sufrir como ahora lo hacía.

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