—Hyung...—El cuerpo de JiMin sucumbió a un intenso choque, eran muy pocas las veces en las que su bebé lo llamaba "Hyung", y eso en muchas ocasiones lo prendía.
—Yoonie —Se aclaró la garganta—¿Qué sucede? —Pregunto finalmente, a lo que el mencionado le observó y ladeó la cabeza para terminar frunciendo las cejas.
—Ya... Ya no acordarme...—Susurro. JiMin dejo las verduras que estaba picando y fue hasta su esposo.
—¿JiMin hace almuerzo? —Preguntó repentinamente, el mencionado asintió.
—¿Te gustaría comer algo en particular? —cuestionó besando la mejilla de su bebé, el menor negó y se abrazó del cuello del azabache.
—Quiero que JiMinie me cargue—Dijo, JiMin sonrió y le beso en los labios elevando su cuerpo y subiéndolo en la encimera de la cocina.
Al separarse JiMin contempló a su bebé, labios levemente hinchados y su camisa apenas cubriendo sus piernas.
Se relamió los labios.
—Te cargaré todo lo que quieras—Beso suavemente su mejilla. —Pero tienes que comer ¿bien? —el menor asintió, complacido entonces, JiMin lo bajo con cuidado de la encimera.
YoonGi se sentó en una de las sillas del comedor, a solo unos dos metros de JiMin, quien le sirvió un plato de pollo con verduras (recién picadas). Acto seguido se sentó a su lado con un plato similar solamente que este contenía otros agregados.
—Al, di ah —YoonGi había sacado una pequeña porción del plato de JiMin y ahora intentaba alimentarlo, cosa por la cual, JiMin juro morir de ternura.
Abrió lentamente la boca, dejando que YoonGi le metiera una cuchara casi llena de comida a la boca, sonriendo gustoso.
—Mochi... —Llamó una vez terminó de comer. El mayor le prestó atención. —Eres muy bonito. —puchereo.
Y JiMin se sonrojó, estaba acostumbrado a que le dijeran ese tipo de cosas y lo tenía sin cuidado, sin embargo, cuando YoonGi, su bebé, lo decía sacaba en él está timidez tan oculta suya.
—Como JiMinie, es muy bonito, hay muchas personas feas detrás de él. —Dijo un poco molesto.
—Pero JiMinie solo quiere a un bebé—Se acercó a YoonGi—El bebé al cual amo mucho, es tan adorable que me dan celos tan solo de verlo sentado con ese oso Kumamon.
—Kumamon—Sonrió el menor. JiMin se quedó embelesado en esa tierna risita, él realmente, siempre lo hacía.
—Sí... kumamon—Susurro acercándose al blanquecino mientras esté paraba de reír y observaba con intensidad los labios de JiMin, este último tomó la barbilla de YoonGi y beso tiernamente sus labios, como si no tuviese suficiente de la suavidad y delicadeza, se separó de él y volvió a juntar sus labios, esta vez con un poco más de pausa, como un suave roce que de a poco se acrecentaba. YoonGi enrollo sus brazos alrededor del cuello del azabache y este lo tomó por los muslos levantándole, también rodeó la cintura de JiMin con sus piernas, todo eso sin interrumpir un momento el ensoñador beso.
Sus labios sabían a verduras y otros condimentos.
El mayor lo pegó a la pared, ya con sus manos desocupadas acarició los bordes de la camisa que portaba el de cabellos azulados y con delicadeza dentro sus dígitos por el blanquecino torso de su bebé mientras esté suspiro en sus labios disfrutando del tacto del contrario.
—JiMin... vamos a dormir...—Dijo como pudo el menor, tratando de recomponerse después de aquella sesión de besos que lo dejaron sin aliento. JiMin beso nuevamente sus labios y se encaminó con él en brazos hacia su recámara, con una sonrisa ladilla, él sabía que harían más que dormir.
Editado: 01.01.2022
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