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La casa se encontraba en total silencio, Tae se encontraba entre los brazos de su mejor amigo quién obviamente era Jeon. Apoyando su cabecita en el pecho del azabache en un intento de buscar consuelo y cariño, queriendo olvidar lo reciente ocurrido.

- Eres como un bebé aveces, Tae - murmuró hundiendo su rostro en el cabello sedoso y con olor a shampoo de vainilla del contrario. -

- ¿N-no......¿No estás enojado conmigo, Kookie? - preguntó separándose un poco del abrazo posicionando sus manos en el pecho del azabache rogando con sus pequeños y cristalizados ojos que respondiera con la verdad. -

- ¿Por qué habría de estarlo, Taetae-ssi? - suspiró al entender a que se refería su adorable mayor. - hyung, no tienes la culpa, si tú no nos contaste de inmediato debiste tener tú razón además, Jimin-ssi exageró demasiado, esperemos que se calme y pasen unos días, y hablemos con él.

- ¿H-hablemos? - inquirió confundido con un pequeño puchero y sus ojos brillosos. -

- Tae no me mires así, oh que adorable eres. - sonrió acariciando las mejillas color canela y ahora levemente ruborizadas. - te ayudaré a hablar con él, no te preocupes no voy a dejarte sólo.

- Kookie no quiero que me tengas lástima por tener esto...

- Jamás te tendría lástima, eres la persona más hermosa y buena que he conocido en esta vida, una persona que a pesar que no está en condiciones sigue buscando la manera para alegrar la vida de los demás, eres admirable, Taehyung, quiero que sepas eso, y que te quiero y amo como eres.

El mayor permaneció callado bajando su cabeza, estando rojito volvió a abrazar a su menor ocultando su rostro en su cuello. Jeon le había dicho un "Te amo" algo que no se esperaba para nada.

- También te amo, Kookie...- susurró avergonzado. -

- ¿Eso fue una confesión? - respondió acariciando la pequeña cintura del pelirrojo. -

- ¿Tú que crees tonto? - soltó una risita. -

- Entonces....sí así fue, ¿puedo besarte?

- ¿Qué esperas para hacerlo idiota? - volvió a reír, tomando la camiseta de Jeon acercándolo a sus labios comenzando así un suave beso. -

No era momento para algo cómo eso y lo sabían, no era el momento de haber confesado algo tan importante como el amor que sentían por el otro, pero fue algo inevitable, y ya era muy tarde como para decir que no u detenerse. Ambos se encontraban ensimismados en su pequeña burbuja, que parecía hacerles olvidar lo que ocurriría en un futuro, la triste realidad.

Ambos disfrutaban de los labios del otro que se acoplaban perfectamente, desbordando inocentes sentimientos no más allá de demostrar cuánto se querían. Sin querer el cálido beso fue interrumpido por silenciosas lágrimas que cayeron por ambas mejillas de aquellos jóvenes enamorados, que a pesar de la confesión fue algo repentino, rápido y sencillo, no perdían ni un segundo.

El mayor tomó las mejillas de su adorado menor y junto sus frentes tiernamente, mientras el contrario frotaba sus narices en un gesto cariñoso, rozando sus labios de vez en cuando.

- No llores, Kookie - susurro cerrando sus ojos al igual que el azabache. -

Las lágrimas cayeron con más frecuencia. Ambos evitando sollozar.

- No quiero que llores por mí, siempre estaré contigo...

- No sé que voy a hacer sin ti, no voy a tolerar estar sin tus sonrisas, sin tu voz, sin tus ojos y aquella dulce mirada tuya. No voy a poder estar sin tus "Kookie", nada será lo mismo, no puedo dejarte, no quiero dejarte, pero sé que debo hacerlo.

- En dos meses me operan Kookie. Ese día, no quiero que vayas al hospital, no quiero que me veas, si no salgo vivo.

- Pero Tae....

- Mi Kookie..- murmuró con cariño. - Te amo y saber que tú lo haces me da fuerzas para seguir. No quiero que me pidas ser algo más por ahora, porque aún no es tiempo, después de la operación, si todo sale bien, te prometo que seremos lo que tú quieras.

El menor se rompió a llorar en ese momento, abrazando la pequeña cintura de su amante temiendo que en cualquier momento se fuese a alejar.

Allí no quedaban palabras, sólo un fuerte lazo entre dos chicos que se amaban inocentemente y que querían compartir su vida juntos lo que restaba de ella.

Sun Mi quién había llegado de hacer las compras y haberlas guardado en la cocina, los miraba en silencio, llorando de felicidad y a la vez de tristeza, no quería perder a su único hijo, e imaginaba lo que era para JungKook el perder a quien más amaba. Solo esperaba que las cosas salieran bien, que no hubieran complicaciones, que Tae pudiese salir de aquella operación sin problemas.

***

YoonGi estaba recostado sobre su cama, mirando el techo, no había llorado por su ruptura con JiMin, pero se sentía desolado, sabía que había hecho mal al terminar de esa manera, quería hablar con su menor, arreglar las cosas, y darle a entender y a recapacitar que lo que había hecho no estaba bien.

Y es que, Min tendía a alterarse si le tocaban a sus amigos, era sumamente protector con ellos al punto de protegerlos sin importar quién fuese la persona si lo encontraba correcto. Aunque n sabía si sería lo mejor volver con Park, no era justo que lo aprisionara tanto con su desconfianza, además que el menor coqueteaba con quien se le daba la gana sin importarle la presencia de su propio novio allí, no era su dueño, y no tenía el derecho de prohibirle el hablar con otros. Pero entonces, ¿Por qué él no podía hacer lo mismo?, al menor le daba igual el hecho de que él se tuviera que comer sus celos como pudiera, JiMin era muy injusto, y comenzaba a dudar si aquella no era una relación completamente sana.

Intentó pensar en otra cosa que no fuese su ahora ex novio. Concentrándose ahora en el tema de su pequeño dongsaeng por nombre Kim Tae Hyung. Aunque no sabía que pensar respecto a ello. Simplemente gruñó fuerte al tener tantas cosas en su cabeza.

De pronto se escuchó el tono de su celular, lo tomó con su mano derecha viendo que un número desconocido le estaba marcando por video llamada, extrañado, contestó, sin saber que lo que vería a continuación sería lo que colmaría para quebrar su ya roto corazón.

Sus ojos se abrieron tanto cómo sus facciones se lo permitieron, viendo el cuerpo de lo que parecía ser su "fiel" ex novio siendo tocado por otro mientras por evidencia tenían sexo. Min percibió como los gemidos que ahora le parecían repugnantes de JiMin llegaron a sus oídos.

- Entonces....esto hacías cuando supuestamente ibas a tus prácticas de baile, maldita zorra. Y yo pensando en volver contigo, que tonto soy. - escupió aquellas palabras con un odio creciente en él, y si antes no había llorado, la primera lágrima cayó por su mejilla. -

Viendo al parecer como su antigua pareja escuchaba su voz y se volteaba sorprendido hacía el teléfono que grababa la escena, apartando a quién tenía encima para acercarse, JiMin tomó el celular y lo último que escuchó por parte de su ex pareja fue un "Soy patético" para luego oír el tono de finalización y que el individuo tras la otra pantalla había cortado.

Tú Sonrisa » KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora