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La alarma sonó, Jeon despertó primero ceñudo ante su repentino susto.
Maldijo en voz baja, sin embargo recordando que estaba en la casa del mayor, miró a su costado encontrando al de piel canela dormido cubierto ligeramente por una sábana solamente hasta la cintura. Sonrió, tal hermosura era sólo digna de ver para sus ojos.

- Tae bebé - murmuró sobre su oído y dejó un beso en éste cuando apagó la alarma. -

- Mnh Kookie, dejame dormir, tan solo un poco más ah..- contesto en apenas un susurro aún con los ojos cerrados. -

- No no~ claro que no, Taetae. - soltó una carcajada. - vamos, ya son las doce, es tarde.

- Ahh, está bien. - hizo un puchero con los ojos cerrados, para después ocultar su rostro en la almohada y próximamente sentarse en la cama sobando sus pequeños ojos. - yaya, estoy despierto ¿contento? - sonrió tierno. -

- Aw, que lindo bebé, pero ya vamos, a levantarse. - rió al ver los brazos estirados de Tae pidiendo un abrazo. -

- Quiero un apapacho~ - continuó con su pucherito, JungKook finalmente no resistió y tomó al chico frente a él entre sus brazos, sentándolo en su regazo haciendo que Kim quedara abrazado a su cuello y él abrazando su cintura mientras llenaba de besos los cachetitos del mencionado. -

- Te amo~ mucho~ - murmuró finalmente para acabar en sus labios, dándole un corto beso pero lleno de dulzura -

- También te amo, Jeonie - rió ante él apodo que usó con su apellido y besó la mejilla del menor. - vamos~

Más tarde ambos chicos se encontraban vestidos y almorzando junto a la dueña de la casa y madre de TaeHyung.

- ¿Como pasaron la noche, mis bebés? - sonrió cálidamente. -

El rostro de Tae se sonrojó rápidamente bajando su cabeza en busca de la comida, por debajo de la mesa, él azabache tomó la tibia mano izquierda de su enamorado.

- Estuvo genial, me encantó pasar la noche aquí, Sunmi Noona, gracias por permitírmelo - sonrió agradable. -

- Cariño sabes que puedes venir cuando quieras, además, me encanta que cuides de mi hijo. - sonrió. -

Concluida la conversación, la mujer terminó su comida levantándose inmediato y retirando los platos ya vacíos de los adolescentes, yéndose a la cocina.
TaeHyung con algo de tristeza fue a despedir a la entrada a JungKook quién no quería irse.

- Adiós Kookie, cuidate por favor al llegar a tu casa. - murmuró dejando un corto beso en sus labios. -

- Si fuera por mí, no me iría y me quedaría contigo cariño, pero tengo que trabajar - suspiró. - lo haré Kimie. - sonrió besando la frente del pelirrojo. - nos vemos, amor.

- Nos vemos - hizo un puchero. -

Kim entró a la casa aún con él pequeño puchero en sus labios, decepcionado. El quería pasar toda la tarde con aquel chico que me hacía acelerar su corazón.

- Cariño, recuerda que a las seis y media tienes hora con él médico, no podré ir contigo ésta vez ¿puedes ir solo y luego le cuentas? - salió la mujer de la cocina arreglándose. -

- Si claro mamá, no te preocupes por mí, ya estoy grande después de todo. - dejó escapar una risita. -

- Bien mi niño - besó la frente del menor y tomó su abrigo para irse. - a la noche los vemos, mi bebito. - le sonrió calidamente Sun Mi, Tae le devolvió la misma tranquila sonrisa. -

La mujer se fue, siendo las cuatro y un cuarto para las cinco. Él pelirrojo con libertinaje se tiró al sofá, se había tomado una pastilla para él dolor de sus caderas, que por tal acto del día anterior se encontraban delicadas.
Kim se apresuró en ir a bañarse, cambiarse y arreglarse, no podía salir con cualquier cosa puesta, puesto que se hallaba en pijama.

Tú Sonrisa » KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora