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Tae cansado marcó con una cruz otro día del calendario de aquel mes, faltaba tan poco, tan poco para aquel día en el que quizá ni siquiera saliera con vida...

- Cada día que pasa indica que el límite se acerca más rápido....- murmuró para sí, suspirando pesado y sin querer, algo nervioso. -

Había pasado tantas cosas últimamente, demasiadas, su cabeza constantemente dolía cómo los mil infiernos, sin embargo, nada podía hacer hasta esperar tal fecha que su madre había acordado con el doctor sin su consentimiento.

Al menos estaba contento con algo, tenía el amor de Jeon, y más importante que eso, sus sonrisas, aquella curvatura de los finos labios del azabache tan hermosa, que aunque no sabía si era por su causa que salían con mayor frecuencia, estaba contento con saber que aquellas sonrisas eran sinceras y de alegría que el menor por mucho tiempo no había experimentado. Lo del psicólogo finalmente había quedado olvidado.

Cerró sus ojos haciendo una mueca con desdén, se sentía terrible a pesar de haber logrado sus objetivos. ¿Cómo podría sentirse bien si su casi hermano sufría tanto por un idiota que jugó con él?, simplemente no podía. Todo era tan extraño, demasiadas cosas que analizar, si tan sólo hace unos días todos estaban felices y reunidos, mientras que ahora no mantenía comunicación ni con Jin y menos con Park. Era un desastre, y ahora comprendía que con una pequeña acción muchas cosas incluyendo una amistad de años llegaban a arruinarse.

- Quiero que todo esto acabe. Estoy cansado. - murmuró, dejándose caer nuevamente a la cama. - me siento débil.

Posó su antebrazo sobre sus ojos que yacían cerrados, escuchando un pequeño toque en la puerta de su habitación, gruñendo un poco alzó la voz para contestar a tal llamado.

- Adelante. - dijo y al instante la puerta se escucho rechinar en un gesto de estar siendo abierta y próximamente cerrada. -

- Cariño, ¿Estás bien? tus ojos se ven algo rojos aún. - Tae al escuchar la voz de su menor se avergonzó rápidamente y dejó que éste se sentase a su lado. -

- Lo siento, Kookie no me gusta hacer que te preocupes por mí, sólo......debía llorar un poco, sabes el trauma que tengo con que hagan sufrir a YoonGi hyung, me afecto demasiado y-yo..- no era por estar siendo un llorón, sólo habían cosas de su pasado que no podía controlar, por lo que bajó su cabeza mientras hizo una mueca para evitar llorar nuevamente. - es complicado para mí.

- Lo entiendo, tranquilo. Sé que son cosas difíciles. - murmuró acariciando sus mejillas lentamente, un tacto tan cálido que no podía evitar no hacer sonreír al pelirrojo. -

- Kookie....¿Podrías besarme? hazme olvidar lo de hoy, por favor.

- Claro que si, bebé - soltó una pequeña risa pícara e hizo que el mayor que aparentaba ser menor que él se sentará en sus muslos, comenzando a repartir caricias en la pequeña cintura de éste y con su mano libre, tocando con suma suavidad el cuello lúcido preciosamente al descubierto. - me gustaría comerte, pero tal vez sea muy pronto..- comentó atrevidamente soltando una carcajada seguidamente al ver el rostro completamente rojo y ardiendo de Kim. - bien bien, pequeño, comprendiste la referencia.

Murmuró en su oído mordiendo el lóbulo de su suave oreja, haciendo al pequeño cuerpo contrario estremecerse. JungKook sonrió con malicia, dejando un casto beso en el cuello de color canela hermosamente liso del pelirrojo.

- Bésame, JungKook-Ah - murmuró seductoramente el mayor manteniendo sus brazos rodeando el cuello pálido del azabache. -

Ambos chicos se miraban de forma tan atrayente que prácticamente si normalmente ya estaban en una burbuja en donde sólo ellos dos existían, en ese momento era el doble u quizás triple de aquella sensación, estaban en las nubes.

Y finalmente luego de esperar algunos minutos, Jeon unió sus labios con los de TaeHyung, pareciéndole tan encantadoramente atractivo morder esos finos y bien acoplados labios rosados, lo cuál segundos más tarde realizó ganándose un jadeo involuntario por parte del abrumado chico sentado en su regazo.

Quizás las cosas podrían haberse subido de nivel si es que la madre de Kim y dueña de la vivienda en la que estaban a punto de hacer algo indebido no hubiese llegado justo en aquel momento cuando él azabache había comenzado a desabotonar la camisa del muchacho sobre él. Ambos adolescentes tras escuchar la puerta de la primera planta ser abierta se separaron casi de un empujón comenzando a arreglarse lo más rápido que pudiesen, el rostro de Tae ardía, el rostro de JungKook ardía, y es que ¿Cómo no? si hace apenas unos segundos la habitación había estado repleta de jadeos y respiraciones agitadas.

- Kook - llamó. -

- ¿Ah? ¿Qué sucede? - inquirió descolocado, haciendo al otro soltar risitas. -

- Vete al baño, tienes un problema que atender. - rió a carcajadas al ver el rostro enrojecido de Jeon al saber que algo entre sus piernas había despertado. -

- Todo es tú culpa - murmuró el azabache. - además ¿Qué hacías mirando mi entrepierna? - alegó. -

El otro avergonzado y nervioso rió y palmeó el hombro del menor. - Anda caliente, date una ducha, por que ni pienses hacer cochinadas en mi baño. - el contrario le fulminó con la mirada y cubriendo sus partes íntimas disimuladamente se adentró al baño de su amante. -

-; SpaceChim

Tú Sonrisa » KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora