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TaeHyung se encontraba frente a JiMin en aquel instituto, mirando entre herido y enojado.
¿Cómo podía seguir de lo más normal sabiendo que había dañado a alguien? ¿Cómo?, aquello molesto más a Tae y tomó la muñeca del mayor molesto.

- ¿Tae pero que te pasa? ¡No quiero hablar contigo! Vete.

- ¿N-no tienes vergüenza? ¿Después de todo las idioteces que has hecho? - tartamudeó sintiendo él nudo en su garganta. -

JungKook estaba a sus espaldas, con miedo a que algo precipitado fuese a suceder, Tae estaba tan herido y enojado que no sabía que iría a hacer. Con ese pensamiento se mantuvo firme tras su mayor, en un intento de evitar cualquier cosa que éste hiciera.

- ¿De qué rayos estás hablando? - preguntó intimidado él chico más bajo. -

- Estoy hablando de que heriste a alguien demasiado importante para mí, hablo del corazón roto de un pobre chico que ha sufrido toda su maldita vida como para que un chico que lo ha tenido todo venga a romperlo más de lo que ya estaba. ¿No te arrepientes? ¿Acaso nunca estuviste enamorado de YoonGi hyung? ¿Por qué le hiciste esto? - alegó su voz no demostraba estar siendo cortante, pero si con un modo enojado y de reproche que a JiMin le dolía, sobre todo por él tono de decepción de su supuestamente mejor amigo. -

- YoonGi nunca fue nada para mí, siempre fue un simple pobretón al que le quería ver la cara de imbécil y ver hasta donde llegaba por mí. - habló con dureza. -

Entonces fue cuando un sonido agudo se escuchó, él resonar de piel impactando contra otra demasiado fuerte y rápido; Una cachetada que muy difícil se borraría de la memoria de Park.
El pelirrojo le había golpeado.

- No sabes lo que dices - espetó enojado y con las lágrimas deslizándose por sus rojas mejillas. - eres un idiota, y a ese que llamaste "Pobretón", se llama Min Yoon Gi, un chico que te entregó su corazón como nadie más en ésta vida lo haría por ti, él vale mucho más que tú y siempre lo ha hecho, jamás te lo has merecido, por que blasfemias como tú no se merecen a un chico tan bueno y cálido como lo es YoonGi hyung.

Y JiMin sintiéndose lo suficientemente mal salió rápidamente de allí llorando, las palabras de Kim habían sido duras, aunque no hubiesen sido dichas de tal manera. Se había equivocado y lo aceptaba. Pero sabía que ya nada tenía vuelta atrás, nunca había querido a YoonGi, y sólo había salido con él por una tonta apuesta.

- Tae-ssi - murmuró JungKook una vez todos se dispersaron, él rostro del chico ante él lucía afligido, con evidentes ganas de llorar pero evitando hacerlo. - eres tan fuerte, bonito.

Murmuró tomando por los hombros a su querido amante, besando su frente y envolviéndolo en un cálido abrazo.
Besó sus labios con delicadeza en un intentó de calmar los pequeños temblores que al más bajito le daban.

- N-no quería...

- Está bien, cariño. - murmuró. - no hiciste nada malo.

Tomó sus manos entre las suyas calentándolas y besando ambas.
La cintura del mayor fue envuelta entre los fuertes brazos de Jeon, quién otorgándole un tranquilo abrazo al pequeño chico que amaba con todo su corazón, se preguntaba como todo aquello se originó.

- D-debo irme, Kookie. - el mayor se soltó del cálido agarre, dio un último y tierno beso en los finos labios del alto azabache y se despidió secando un par de lágrimas que habían escapado de sus ojos. -

JungKook miró con pena con su amor se marchaba intentando ser fuerte aún, y con aquellas manitos congeladas tratando de secarse sus lágrimas que bajaban sin su consentimiento, oh cuanto quería irse con él para apoyarle y consolarlo.

Todos sabían lo importante que era YoonGi para TaeHyung. Ambos chicos se criaron prácticamente juntos en la pequeña ciudad de Daegu, Tae presenció todo lo que Min tuvo que pasar durante su infancia, fue su único apoyo durante aquel tiempo, ambos protegiéndose cómo casi hermanos.
Entendía él por qué le dolía tanto a Kim que aquello sucediera, cualquier cosa que al pálido le pasase era su problema también, si él otro sufría, él contrario igual.

Jeon suspiró, él timbre sonó indicando que las clases comenzaban nuevamente, se revolvió su cabello y caminó para ir a su salón, a lo lejos, en un rincón del jardín trasero, divisó como JiMin se encontraba llorando encogido, probablemente se lo merecía y no cabía duda de ello, no le daba pena, ni tristeza por él, por que tras escuchar como trató a su hyung sólo se había aguantado las ganas de partirle la mandíbula de un golpe.

- No te mereces perdón, Jimin-Ah. - murmuró negando con su cabeza finalmente entrando a su salón. -

***

- ¡Hyung, Hyung! - llamó corriendo animadamente él pequeño. -

- Pequeño niño, ¡no corras! Tae tonto, te caeras.

El menor hizo un pucherito, cruzó sus pequeños brazos, y caminó hasta llegar donde él mayor.

- Yooñi hyung, ya soy un niño gande.

- Si lo fueras, pequeño llorón, sabrías pronunciar bien mi nombre. - rió a carcajadas mientras el menor continuaba con su puchero. -

Más tarde ambos menores se encontraban disfrutando de un helado en los escalones de la casa de los Kim; pero la felicidad se acabó al escuchar un fuerte grito agresivo desde la residencia Min.

- ¡Mocoso de mierda! ¡Ven! - al escuchar aquello YoonGi se estremeció sabiendo lo que le vendría. -

Se levantó con ayudar de sus temblorosas manos, sus mejillas ya se encontraban mojadas de lágrimas, sin embargo, una pequeña manito sostuvo su brazo.

- No Yooñi ñu vayas - lloriqueo - el te hara dañio - miró con ojos suplicantes. -

- Está bien pequeño, somos como hermanos, no me pasará nada, te lo prometo, mientras tú estés bien, yo estoy bien, Hermanito. - rió con las lágrimas bajando, desde la casa del pequeño YoonGi se escuchaban gritos agresivos por parte de sus padres y sin más, se soltó del agarre de TaeHyung corriendo a su casa. -

Al día siguiente, él pequeño hijo de los Min apareció con diferentes agresiones, rasguños, moretones y dolores musculares, Tae lloró en sus brazos mientras él mayor con nueve años trataba de tranquilizarlo.

- Tranquilo, pequeño, estoy bien.

. . .

Y fue cuando Kim TaeHyung, en la soledad de su habitación lloró con más fuerza ante tal recuerdo.

-; SpaceChim

Tú Sonrisa » KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora