-Esta noche necesito la casa sola. –anunció Nerea mientras desayunaban los cuatro, algo que no pasaba desde hacía semanas.
-¿Perdona? –dijo Mireya, con la cuchara a medio camino de la boca.
-Pues que necesito la casa sola para prepararle una sorpresa a Aitana.
-Porque tú lo digas. –soltó Raoul. –Tendrás la casa sola cuando queramos irnos.
-No. –negó Nerea con una sonrisa. –La tendré esta noche, porque Miriam me debe un favor.
Todos los ojos se centraron en Miriam, que estaba masticando sus cereales sin mirar a nadie. Cuando se dio cuenta de que estaba siendo observada levantó la cabeza.
-¿Qué? –preguntó con la boca llena.
-Eso digo yo, amiga. –dijo Mireya, levantando una ceja.
-Me prometiste que te apañarías para dejarme la casa sola. –le recordó Nerea.
-Ah, eso.
-Sí, eso. –recalcó Raoul. -¿Dónde coño vamos a dormir?
-Seguro que a Alfred y a Amaia no les molesta que vayamos a dormir con ellos. Podemos hacer una fiesta de pijamas e invitamos también a Ricky y Agoney.
-Ala, ¿vais a hacer una fiesta de pijamas sin nosotras? –preguntó Nerea, un poco decepcionada.
-Todo no se puede tener. –contestó Miriam. –Tú querías la casa sola, pues la tendrás.
-Jo. –se enfurruñó la rubia, cruzándose de brazos.
Y a Raoul no le hacía mucha gracia eso de la fiesta de pijamas, pero solo por joder un poco a Nerea, aceptó encantado.
-Oye Miriam, ¿por qué no invitas también a Mimi? –le comentó Raoul. –Me cayó muy bien.
-Ay, pues sí, qué buena idea. –sonrió ella. –Ahora le pregunto.
Cuando acabó de desayunar, Miriam le envió un mensaje a Mimi y después se fue a duchar, mientras pensaba en la suerte que acababan de tener sin prácticamente darse cuenta.
^*^*^*^*^
Amaia casi se cae de culo al entrar en su habitación y encontrarse a Miriam sentada en su cama.
-¡Joder! –gritó, asustada, aprisionando la toalla con fuerza a su cuerpo.
-Hola Amaia. –sonrió la gallega, aunque se sonrojó un poco al ver que solo llevaba puesta una toalla. –Aitana me dijo que estabas en la ducha y luego se fue, así que me quedé aquí a esperarte.
-¿Y Alfred?
-Está con Raoul.
-¿Estamos solas? –preguntó.
-Sí. Así podemos planear bien lo de esta noche.
-¿El qué de esta noche? –preguntó Amaia, confusa.
-Me olvidaba que no miras nunca el móvil. –puso los ojos en blanco. -¿Te acuerdas ese favor que le debíamos a Nerea por decirnos la contraseña de Raoul? –Amaia asintió. –Pues quiere la casa sola esta noche. Así que venimos todos a hacer fiesta de pijamas aquí.
-¿Aquí? –se alarmó.
-Sí. –se encogió de hombros. -¿Te parece mal? ¿Tenías planes?
-No, no. –negó rápidamente. –Es que no creo que quepa tanta gente aquí para dormir.
-Bueno... –se mordió el labio, nerviosa. –Yo puedo dormir contigo.
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No Puede Ser
FanfictionRaoul no soporta a Agoney. Es un prepotente, un creído, y lo peor de todo es que no puede evitar estar encoñadísimo de él. Así que se deja convencer por su amiga Nerea para bajarse grindr a ver si conoce a más tíos y se olvida de él. Y funciona. Bu...