3.No me toques el piano

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Raoul se pasó todo el jueves tirado en el sofá sin hacer nada, ya que tenían cuatro días de puente. Estuvo viendo películas con Nerea y Miriam, y básicamente haciendo el vago. Por la tarde decidió estudiar un poco para no sentirse tan mal consigo mismo, pero se cansó enseguida.

Nerea se había ido con Aitana, Miriam estaba haciendo la siesta y Mireya todavía no había llegado. Le iba a meter una bronca cuando la viera aparecer por la puerta...

Cogió el móvil, lo desbloqueó y vio que tenía la aplicación de Grindr instalada. Se había olvidado de borrarla. Estaba a punto de hacerlo, pero paró en el último momento. Tampoco pasaba nada por cotillear un poco.

La abrió, y vio que se tenía que crear una cuenta. Se lo pensó durante un momento y puso un correo que no usaba habitualmente. Siguió todos los pasos y de repente le salieron un montón de perfiles de tíos que estaban cerca de él. Fue bajando, mirando las fotos –a cada cuál peor- hasta que recibió un mensaje.

Qué miedo.

Lo miró.

Era de un tío que tenía como foto de perfil una de sus abdominales, y por lo visto se llamaba Chris.

Oye, seguro que eres nuevo, pero yo de ti pondría nombre y foto para que no piensen que eres un rarito.

Solo un consejo ;)

Lo leyó unas cuantas veces.

Pero si aquí deben ser todos raritos, pensó.

Gracias.

Le contestó.

Se quedó pensando en qué foto y qué nombre podía ponerse. No quería que nadie le reconociera, así que empezó a buscar fotos en su galería que no se pudieran relacionar con él. En todas se le veía la cara, pero si la recortaba... Aunque tampoco quería poner una foto de su cuerpo como la mayoría de tíos hacían. Buscó un poco más y encontró la foto perfecta. Era una foto que le habían hecho hacía unos meses en casa de sus padres tocando el piano. Si la recortaba de forma que solo se vieran sus manos encima de las teclas nadie podría saber que era él.

Ahora faltaba el nombre. Ponerse Raoul no era una opción. ¿Cuántos chicos de su barrio y de la uni se llamaban así? Era el único seguro. Probó a poner Raúl pero le parecía feo escrito de esa forma.

Estaba pensando aún el nombre cuando recibió una notificación de Whatsapp. Era un chico de su clase, Sergio, preguntándole si había acabado un trabajo.

Se le formó una sonrisa de inmediato en el rostro, casi sin darse cuenta. Ya tenía el nombre.

Cuando acabó de configurar su perfil con la foto y el nombre, enseguida recibió otro mensaje del mismo chico de antes.

Así que Sergio.

Estaba a punto de contestarle cuando recibió otro mensaje. Era una foto de su pene.

-Pero qué coño. –dijo en voz alta, frunciendo el ceño.

Sí que iba lanzada la gente en esta app. Enseguida bloqueó al chico. No sabía lo que estaba buscando ahí, pero estaba seguro de que no era eso.

No tardó en recibir otro mensaje de un tal Antonio.

¿De verdad tocas el piano o la foto es solo postureo?

Pero bueno con la gente.

Iba a bloquearle, pero decidió mejor contestar.

¿Y tú eres así de idiota o es que tienes el día?

No Puede SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora