Añorar

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Morinaga se fue de casa con toda la dignidad posible, afrontando que su vida tendría que cambiar, porque si quería ser digno de Souichi su labor sería superarse y crecer más en su vida profesional.

Shizuoka sería su nuevo hogar, aunque no le gustase para nada, debía adaptarse tarde o temprano. Afortunadamente para Tetsuhiro, Farmacéuticas S le facilitó un departamento pequeño en donde la empresa, por un tiempo, le pagaría la mitad del alquiler y el resto sería el encargado de cubrir esos gastos.

Se trata de un pequeño condominio en donde todos los nuevos empleados que son foráneos tienen la oportunidad de vivir allí por un año aproximadamente, esta noticia fue sorpresiva y bastante oportuna ya que estaba como loco buscando un lugar apropiado para vivir.

Lo bueno de todo es que sus vecinos serían sus compañeros de la empresa por lo tanto la adaptación sería más fácil, ahora solo le queda esperar el día para mudarse.

Pasó una semana entera llena de trabajo, conferencias, coloquios, talleres etc. Dándose la oportunidad para conocer a sus compañeros, desde luego Tetsuhiro fue inmediatamente popular entre las chicas.

La noche del viernes la empresa hizo una cena de bienvenida a los nuevos empleados, donde su altura y su bella apariencia lo hizo destacar entre el público femenino, por lo tanto estaba rodeado de ellas, pero una chica en especial se le acercó.

-¡Hola! – haciendo reverencia - Soy Daidoji Tomoyo, mucho gusto me encuentro en el laboratorio A-3

Su nueva compañera es una linda chica de largos cabellos y una piel resplandeciente como el sol, ojos grandes con una mirada gris azulada, usaba un vestido largo color azul cobalto, la parte de arriba se componía de un fino encaje y la falda era de una tela tan suave y ligera que parecía que levitaba.

-Ah, hola ... soy Morinaga Tetsuhiro yo me encuentro ubicado en el laboratorio B-1 en el décimo piso. Mucho gusto. Y usted, ¿cuándo fue asignada?

-Estoy desde enero por necesidades de la empresa. Pero por favor no te dirijas a mí de manera tan formal, puedes llamarme Tomoyo- le dijo con demasiada confianza- la verdad no he podido hacer muchos amigos, aquí son todos tan estirados y socializan más con el microscopio que ni se dan cuenta que hay personas a su alrededor.

- jajaja que chistosa, pero es verdad, aquí son pocos sociables, quizá debe ser el trabajo porque mira ahora todos son tan relajados y parecen personas otra vez.

En la recepción se respiraba un ambiente de recatada frivolidad, disfrutando de una velada animada, en donde los asistentes aprovechaban para conocerse más y de ser posible lograr entablar conversaciones con los altos mandos.

Con charola en mano pasó una mesera ofreciendo bebidas por lo que Tetsuhiro como el caballero que es tomó dos copas, una para Tomoyo y otra para él.

Se acercaron a la barra y continuaron platicando sobre las actividades en sus respectivos laboratorios, Tetsuhiro se percató que había pasado un buen tiempo y que lo mejor era irse despidiendo.

-Tomoyo- san ha sido un gusto charlar contigo, pero me debo retirar porque mañana tengo diligencias por hacer.

-Es una pena, en ese caso hasta luego Tetsuhiro- san, un placer conocerte- la chica le regaló una coqueta sonrisa y ambos se despidieron con una leve venía.

Morinaga salió corriendo hacia su habitación provisional, dentro de la empresa, en el ascensor buscó su celular para revisar si tenía algún mensaje. En la pantalla indicó que había uno de Hiroto.

De: Hiroto-kun.

¡Mi querido Tetsuhiro! ¿Qué tal Shizuoka?

Destino Boukun*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora