Nefasta

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Los días con Matsuda san fueron un alivio para Souichi porque sabía mejor que nadie que las artes culinarias no son lo suyo.

Él quería satisfacer todas las necesidades de Tetsuhiro, y una de esas es la comida, siendo consciente que este era el que se encargaba de esa labor en antaño.

Parte importante de la presencia de Matsuda es darle comodidad y paz a su amado paciente, pues ella llegó a fungir el papel de madre protectora, sabiendo de antemano que ese par ha creado un vínculo especial. 

Debido a su condición actual Morinaga se ponía más meloso y afectuosamente más demandante.

No podía asumir del todo esa responsabilidad. Pues debido a su huraña naturaleza lo más probable era  que el pobre de Tetsuhiro recibiera uno de sus golpes.

Y ya estaba desvaneciéndose el color verde de su rostro como para pegarle. Souichi pensó que debería ganarse un premio por contenerse por tanto tiempo. 

La imagen femenina también le daba tranquilidad a Souichi, saber que sería una especie de equilibrio en las situaciones cotidianas era un alivio, no es que él se sintiera incapaz de atenderlo como debiera, en parte era por su tía que estaba muy preocupada por sus "niños".

Está de más mencionar que Morinaga se sentía muy feliz de tener pululando a su amada mamá cerca de él.

Pero se entristeció un poco al saber que las noches a lado de Souichi se terminaron. Ahora cada uno dormía en un futón. 

Souichi insistió en que podría dormir en el mueble de la sala, pero Morinaga lloriqueó un par de falsas lágrimas para que se quedara a dormir en la habitación. Así al menos todos dormían juntos, y más que nada, podía contemplar  a su senpai dormido.

El baño, el cambio de ropa, el afeitado y cosas de ese tipo Souichi seguía haciendo. La ducha seguía siendo incómoda para Morinaga, pero ambos se lo tomaron con seriedad. 

Aún Tetsuhiro seguía sintiendo pena para pedir que lo llevaran al baño. Por momentos se desesperaba y maldecía el yeso de su brazo.

Tatsumi disfrutaba y sufría con los berrinches, una vez tuvo la necesidad de jalarle la oreja, ya que no podía golpearlo se refugió al siempre efectivo jalón de oreja.

Por otro lado, Kunihiro le llamaba todos los días para saber sobre su estado de salud, desde el accidente su comunicación ha mejorado y aumentado favorablemente en la relación con su hermano.

Incluso Masaki se había tomado el atrevimiento de romper aquella promesa de no hablarle más a Tetsuhiro, pero su bondadoso corazón no permitiría ser tan indiferente a la situación por lo que ocasionalmente le llamaba para saber sobre su estado de salud.

Cuando estas llamadas ocurrían Souichi tomaba actitud de recelo como en estos momentos.

-Si Masaki san... lo hago...

Souichi se preguntaba de qué demonios estarían hablando porque aquel imbécil tenía un rostro sonriente

-Claro Masaki san, por supuesto.

Masaki san, Masaki san, Masaki san, Masaki san era tan molesto escucharlo decir tantas veces Masaki san.

-Yo también Masaki san y mucho. Si, hasta luego.

No podía evitar sentir curiosidad cuando escuchó decir "Yo también" ¿A qué se refería? Será posible que se tratara quizá sobre un posible "Yo también te quiero" o tal vez un "Yo también te extraño.

Porque no habría razón para decir aquello puesto que ese chico fue muy cruel con Morinaga en antaño, pero este último era demasiado blando de corazón.

Destino Boukun*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora