Ojalá

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- Si te mueves te lastimo
- entendido senpai

Tatsumi Souichi ya llevaba algunos días en Shizuoka cuidando de su paciente favorito. Morinaga disfrutaba de sus atenciones pero también era incómodo saber que dependía de otra persona para hacer las cosas cotidianas.

En esta ocasión, senpai está llevando a cabo la actividad más común de cualquier hombre, pero tratándose de  Morinaga todo cobra otro sentido.

-Quién diría que te crece muy rápido la barba, Morinaga.
- De hecho me afeito todos los días, a veces me da pereza... aún recuerdo cuando me dijiste que me  preferías "suave"
- ¡cierra el pico!

Morinaga río satisfecho al ver el sonrojo de su enfermero.

Por otro lado, senpai no se había dado cuenta que la piel de Tetsuhiro es realmente suave; que sus pestañas son espesas y oscuras; sus cejas estaban  definidas y que sus labios lucen como si estuvieran llenos.

En su ceja tenía dos marcas;una pequeñísima  producto de alguna travesura de la infancia; la otra como producto del accidente. También se lamentó que en su rostro perdurarán los moretones que este ocasionó.

-¿Te duelen?
- no mucho, pero el que me molesta un poco es el del pómulo.

Senpai observó que el golpe estaba adquiriendo una tonalidad verde, quizá dentro de poco desaparezca, cuando pasó la navaja por esta zona lo hizo con especial cuidado.

Enjuagó la navaja y con unos toques contra el lavamanos terminó de limpiarla para continuar afeitando a Morinaga.

-ya casi estás listo.
-ujum

La perspectiva de Tetsuhiro era diferente, podía ver de cerca los soles de su senpai; sentir su respiración; ver los cabellos de la frente taparle un poco la visión, él sonreía cuando su senpai se peinaba el cabello hacia atrás pero éste le hacía malas jugadas tapando su visión de nueva cuenta .

-¿De qué te ríes?
-De tu cabello

Tatsumi se detuvo con rastrillo en mano esperando una respuesta.

- me refiero a que te haces los mechones hacia atrás pero estos regresan a tus ojos.
- aaah, es verdad, ha pasado un tiempo desde que me lo corté.
- será acaso que no lo cortas desde que yo lo hice.
- pues...

Souichi repitió la limpieza de la navaja...

- pues creo que sí, ya no le dije  a Kanako.
- yo podría cortarlo de nuevo.
- JA , claro que no. Ya estás listo Morinaga.

Senpai se quedó admirando el resultado de su tarea, no se dio cuenta que le sonrió abiertamente a Morinaga.

-Quizá ,cuando seas más grande te dejarás crecer la barba, y ojalá te salgan canas.
- Ojalá que te quedes conmigo para verme como todo un señor
- Ojalá que uses lentes para que seas un cuatrojos como yo...
- Ojalá nos alcance la vida para seguir juntos. ¿Te gustaría vivirla conmigo?
- Ojalá tuviera otra opción.

Souichi inicio el beso entre los dos, tomó el mentón de Morinaga para besarlo lentamente y así  transmitir sus emociones, ya que con palabras no puede.

Sus manos acariciaron tiernamente el rostro de Tetsuhiro, se detuvo un poco para depositar un beso franco en el pómulo herido. La bondad de las manos de senpai fueron bien recibidas por Morinaga.

Tatsumi tomo el labio inferior de Morinaga entre sus dientes,dando pequeños mordiscos; mientras tanto, Tetsuhiro se perdía saboreando la lengua de su senpai. Sus bocas se complementaban de forma perfecta, sus lenguas ya conocían el sabor del otros; las manos de ambos daban los roces correctos en el cuerpo del otro.

- senpai, dime que te vas a estar conmigo.
Senpai lo miró desde la inmensidad de la miel que habita en sus ojos.
- que te quedes aquí ...

Juntó sus narices hasta combinar sus respiraciones

-que te quedes aquí , conmigo. Fue lo que hace un tiempo te dije

-senpai, te amo tanto.

Morinaga continuó el beso hasta que un timbre telefónico interrumpió el momento.

- ¡Carajo! ¿Quién será?

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Destino Boukun*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora