Decidido

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-Aquí es Tatsumi san, con permiso.

-vaya, realmente son vecinos –Souichi comprobó que efectivamente viven uno a lado del otro, con razón no era de extrañarse que viajaran juntos. Pequeña mocosa – Muchas gracias Daidoji.

Entraron en sus respectivas casas a la par, cuando Souichi entró buscó el interruptor de la luz.

-tenía que ser justo como a él le gusta, todo es su reflejo.

No habían muchas cosas en su departamento pero de cualquier forma todo estaba ordenado y pulcramente limpio, no había nada disparejo, hasta consideró que las motas de polvo no existían en ese lugar.

Poco a poco se fue adentrando y fue reconociendo los rincones de aquel pequeño espacio, todo iba bien hasta que entró a su habitación, fue un shock total, sintió de golpe el aroma de Morinaga mezclado con su colonia favorita en el aire, inconscientemente inhaló profundamente, es el aroma que extrañaba en Nagoya pero que al mismo tiempo sentía por todos lados.

Buscó el interruptor de la habitación y observó detenidamente, no estaba muy seguro si lo que estaba haciendo era lo más adecuado pero ya estaba ahí ¿qué más podía hacer?, se adentró más y pasó los dedos por el edredón gris que cubría la cama matrimonial de Morinaga, vió con diversión que las almohadas estaban acomodadas por tamaño.

-clásico en ti Morinaga.

Se dio permiso de sentarse en la cama pero vio que sobre su mesita de noche estaba un cuadro con una fotografía, era la de ello dos en el avión viajando a Kyushu, Morinaga lucía feliz y él totalmente molesto, sostuvo el cuadro entre sus manos, miles de ideas le pasaron sobre su cabeza desde quemar su foto, romper el cuadro o simplemente tirarlo a la basura.

-¡bastardo! exijo explicaciones.

Souichi buscó su móvil y le tomó una foto al cuadro en cuestión.

"Para: Morinaga Tetsuhiro

¡Púdrete!"

Antes de enviar el mensaje adjuntó la imagen, aventó el móvil por ahí y decidió bañarse, buscó la ropa necesaria en su mochila y se fue a ello, hace dos días que no tenía la oportunidad de bañarse.

En la habitación número 213 de algún hospital estaban charlando ambos Morinaga, ya habían pasado las enfermeras, lo habían chequeado y suministrado sus medicamentos, le hicieron llegar la cena prometiendo que a las cinco de la mañana regresarían con su nueva dosis de medicación.

Justo cuando estaba terminando la cena, Morinaga recibió un mensaje, era de su senpai diciéndole "¡púdrete!" y le anexó una foto .

-maldición...

-Tetsuhiro ¿pasa algo, te sientes mal, algo te duele?

- no hermano, lo siento, estoy peleando con el celular.

-entiendo, ahora vuelvo.

-adelante.

"Para: Tatsumi Souichi

Ni se te ocurra hacer lo que yo sé que estás pensando"

"De: Tatsumi Souichi

¡Dame una buena razón!"

"Para: Tatsumi Souichi

Estás en MI casa, y en MI casa hago y tengo lo que quiera"

-demonios me olvidé completamente de eso, maldita sea- Morinaga se empezó a preocupar pero luego comprendió que no hay razón para ello, pues es su casa su espacio. Senpai tendría que comprender

Destino Boukun*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora