Encuentros

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Tomoyo regresó al hospital a las nueve de la mañana con ropa cómoda, se informó sobre cuál sería la habitación de su compañero, para recibirlo adecuadamente y escuchar las indicaciones que el doctor recomendara. 

Pasaron treinta minutos cuando los camilleros llevaron a Tetsuhiro a piso, con delicadeza lo establecieron en su cama, abrió los ojos y balbuceó algo ininteligible pero de nuevo cayó en sueño profundo. La chica agradeció por los cuidados a los encargados y estos se retiraron diciendo que dentro de poco su doctor regresaría para echarle un vistazo.

Tomoyo se acercó a su amigo para hablarle tiernamente

-...Tetsuhiro... hola... - Morinaga abrió sus ojos de forma muy pesada.

-..seen...

- ¿Cómo dices?- Tomoyo se acercó para acariciarle suavemente el cabello, tomó su mano y siguió hablándole en susurros.

-Tranquilo Mori, ya estás aquí conmigo, todo va a estar a bien.

-...se...sen...

-sh sh sh ya ya calma Mori, descansa debes estar muy agotado, no me iré de tu lado- Morinaga solo respondió con un débil , de nuevo abrió un poco los ojos pero el cansancio lo dominó por lo que se rindió y se entregó al sueño. 

Tomoyo seguía acariciando su cabello, era algo que deseaba hacer desde que lo conoció, con sus dedos peinó su cabello, era suave y a la vez grueso, disfrutaba de su tacto, se imaginó a ambos en un escenario solitario abrazándose.

La imaginación de la chica voló tan alto que al notarlo tan desarmado y solos en la habitación tomó su mano y entrelazó sus dedos y de nuevo se acercó a él para susurrarle en su oreja

- no te voy a dejar solo.

...

Por otro lado, Tatsumi durante el camino al hospital fumó como pipa, sus nervios y sus ansias lo estaban carcomiendo. Al ingresar al hospital solicitó información acerca del paciente.

-Disculpe, usted ¿qué es para el paciente?

-Soy su senpai

-Entiendo, necesito su nombre- la chica del módulo empezó a teclear buscando información en la portátil.

- Tatsumi Souichi, anoche me llamaron.

- Si, aquí tengo su nombre registrado, es verdad que usted es al primero que mandaron a llamar, pero tengo registrada aquí a una chica, que por el momento ella está a cargo del paciente.

Al escuchar esto, Souichi sintió un ardor crecer en su interior, enseguida frunció el ceño y su mal humor empezó a relucir.

-¿Qué chica es esa? – Preguntó un Souichi tratando de controlar su mal genio, en su mente buscaba el origen de esa chica. Morinaga nunca le platicó nada al respecto, aunque para ser sinceros, tampoco se preocupó por saber cómo le iba en su nueva vida.

-Señor, el paciente se encuentra en la cama 213, suba al tercer piso por favor-la trabajadora social interrumpió las reflexiones de Souichi y lo instó a que se moviera pronto porque tenía que atender a otras personas.

Con el corazón en la mano y con la duda sembrada, Souichi se dirigió al 213 con la esperanza de saber cada detalle el estado de salud de Morinaga. En cada paso que daba su corazón latía cada vez más rápido. 

Caminó por el pasillo con paso decidido y mochila al hombro, enfermeras iban de una habitación a otra con bandejas de medicamentos, los doctores deambulaban por doquier con papeles en mano. Al fin encontró el número deseado y antes de entrar exhaló profundamente, lo hizo despacio y silenciosamente, pues en la central de enfermeras le dijeron que tenía poco tiempo establecido el paciente.

Destino Boukun*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora