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— Eres peor que una zorra— grito desde la sala, haciéndolo sentir realmente mal, enojándome mucho al kwami— Si tanto quieres que él te coja ¿Por qué no vas y se lo pides? Total, ya no me importa. Estoy cansado de ser tu segundo plato.

Escucharon la puerta principal cerrarse con fuerza, después llegó el silencio más frío y deprimente que había recorrió el departamento en meses ¿Cuando había sido la última vez que había sentido el calor de su cuerpo? El calor de un cuerpo, del cariño que unas manos podían transmitir ¿Cuanto había pasado? Suspiró pesadamente al levantarse de la silla en que se encontraba, dejando una pintura a medio terminar, desconcertando al Kwami que, preocupado, observaba a su portador caminar hacia la ventana de la habitación.

— Creo que necesito un descanso de todo esto— murmuró con la mirada perdida en las calles, observando celosamente a las parejas tomadas de las manos que caminaban tranquilamente por allí— ¿Que debo hacer?

— A lo mejor, cambiar la cerradura del departamento— aconsejó el pequeño zorro, flotando hasta quedar sentado en el hombro del chico— No tienes que soportar ese trato; hay alguien que daría la vida por ti, mientras tú estás con con qué en no movería ni una piedra de tu camino.

Observó sorprendido al pequeño, pensando en lo mucho que debía de haber vivido para hablar de esa forma. Suspiró nuevamente, sabiendo que tenía razón, que debía cortar por lo sano antes de salir realmente lastimado. Sin embargo, tampoco tenía ánimos de pensar en eso por el momento; camino por el silencioso departamento hasta llegar a la puerta de entrada, tomar sus llaves de la mesa junto a esta y salir, dejando atrás un poco de la depresión que empezaba a sentir.

Caminó por las calles metido en una burbuja, intentando distraerse de todo lo que lo rodeaba, deseando que una casualidad lo llevará a los brazos de Adrien como, desde hacía ya un tiempo, le estaba pasando. Caminó hasta llegar a un parque tan molestarme familiar que, de cierta manera, le llenaba la cabeza de recuerdos y el corazón de tristeza.

— ¿Qué es eso?— una suave melodía llegó a sus oído, no estaba muy lejos de él, y le resultó horriblemente cautivadora.

Se fue acercando a pasos lentos, disfrutando del suave cantar de las cuerdas de una guitarra acústica; al rededor de un joven que, aunque no sabía de donde, le sonaba familiar estaba reunido un grupo de personas que, en total silencio, disfrutaban de las canciones que el joven tocaba.

Se abrió paso entre la pequeña multitud hasta llegar al frente, a la vista del joven que, en cuanto le vio, no apartó su mirada de él, poniéndolo nervioso.

Wise men say Only fools rush in— comenzó a cantar suavemente, sonriendo al pelirrojo como si, de alguna forma, quisiera dedicarle la canción— But I can't help falling in love with you Shall I stay? Would it be a sin If I can't help falling in love with you?

Nathaniel conocía la canción, tenía un amargo recuerdo de la vez en que, con ayuda de la misma, Matt se le había declarado unos años atrás. El recuerdo sin duda dejaba un mal sabor en ese momento, pero seguía siendo una de las letras que más le gustaba escuchar.

Like a river flows Surely to the sea Darling, so it goes Some things are meant to be — con cada estrofa, la penetrante mirada azul del chico parecía más intensa; empezaba a sonrojarse por la forma en que, innegablemente, la canción era para él— Take my hand, Take my whole life, too For I can't help falling in love with you.

Empezaba a escuchar murmullos a su alrededor, y sabía que todos ellos eran respecto a la intensa lucha de miradas que mantenían los dos en el momento; algunos eran sumamente tiernos, otros despectivos, pero no estaba prestando mucha atención en el momento, solo podía escuchar la letra atentamente.

Like a river flows Surely to the sea Darling, so it goes Some things are meant to be— sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, pero no sabía si era porque un desconocido le dedicaba una canción o si porque estaba sumamente sorprendido e incómodo con la situación— Take my hand, Take my whole life, too For I can't help falling in love with you
For I can't help falling in love with you.

Algunos de los presentes arrojaron monedas al estuche y se retiraron sin más, otros aplaudieron y celebraron lo hermoso que había sido, creyendo que pasaría desapercibido el hecho del inexistente aporte. Todos se retiraron hasta dejarlo allí, solo, sonrojado y confundido. Escucho al chico reír por su expresión mientras se levantaba, dejando la guitarra apollada en la banca.

— Nadie se había puesto así por una canción. Debe significar mucho para tí— comento con una sonrisa extendiendo su mano al pelirrojo— Es un placer, lamento si te sentiste incómodo.

— Está bien...— susurró aceptando la mano del chico, estrechando la con poca fuerza— ¿Eres Luka?

— ¿Quién te dijo eso?— la mirada desconcertada del otro le pareció bastante graciosas; debía admitir que se parecía mucho a Juleka, especialmente por la forma en que ambos tenían el pelo teñido.

— Juleka solía hablar muy bien de ti— comentó bajando su mano, queriendo que el sonrojo bajará de sus mejillas— Soy Nathaniel, mucho gusto.

Después de eso, aunque el pelirrojo seguía un poco incómodo, empezaron a hablar de temas triviales, disfrutando de la compañía del otro. Feuu pudo notar algo positivo en aquella charla espontánea: Nathaniel estaba feliz, genuinamente feliz; no del modo en que se ponía cuando estaba con Adrien, pero estaba feliz y eso era un progreso increíble para el mal momento que estaba pasando.

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Bueno, relleno es relleno ¿A qué sí? Espero que les haya gustado, porque la canción que escogí para este capítulo es una de mis favoritas, las dos en realidad.

La aparición de Luka es importante solo porque participará activamente en ayudar a Nathaniel, Espero que les guste (siempre tengo problemas para confiar en lo que escribo ;-;)

Nos leemos luego :)

Es Cuestión Del Destino|AdriNathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora