[XII]

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Abrió los ojos debido a la tenue luz del sol que acariciaba su rostro, queriendo tener la habilidad de apagar el sol y seguir durmiendo hasta el fin del mundo. Se removió buscando la calidez de las sábanas, percatadose de la ausencia de calor ajeno, que esperaba encontrar al despertar. Giro su cuerpo buscando a su amante, encontrando un vacío en la cama, carente de calor. Matt había dejado del departamento hacia el suficiente tiempo para no dejar rastros de su estadía.

Con pereza, y levemente desconcertado, decidió levantarse, llevando instintivamente su mano hacia donde colgaba el dije del Miraculous, sintiendo un enorme alivio al tocar el tibio metal sobre su pecho. Tomo lo que se suponía que era su pijama y se la colocó para cubrir su cuerpo, sabiendo lo vergonzoso que podía resultar caminar desnudo por el departamento. Dejó la habitación arrastrando los pies, sintiendo suaves punzadas de dolor en su cadera y lamentándose de no haber pensado mejor las cosas.

— Creí que habías muerto— escuchó protestar al Kwami, que atravesaba la puerta de su estudio con cara de pocos amigos— ¿En qué diablos estabas pensando? ¿Sabes las consecuencias que pudieron tener tus acciones?

— Yo... Realmente lo siento Feuu, creo que solo deseaba terminar en paz con él— se disculpó en tono aún adormilado, recorriendo el pasillo con pereza— No pensé en lo que podía ocurrir hasta ahora...

— Agradece que nada paso— gruñó con resentimiento, camuflando una fuerte aflicción bajo el enojo que sentía— Espero que no se vuelva a repetir.

— Solo si es con Adrien— burló con una triste sonrisa, intentando subirle el ánimo al pequeño zorro— Ven, prepararé algo de comer y-

Dejó la idea a medio camino al percatarse de algo que no estaba en su hogar la noche anterior; sobre la mesa del comedor había una carta, sellada, sin código postal o marcas de haber sído enviada por correo. Se acercó a tomarla, curioso, pensando en las miles de posibles procedencias que podía tener y en su emisario. El sobre solo tenía escrito su nombre en bella caligrafía, lo que indicaba que era específicamente para él y que tenía total derecho de abrirla; comido por la curiosidad, rompió el papel y extrajo las cuartillas, comenzando a leer.

"Nath.

Discúlpame. Solo vine a despedirme, esta será la última vez que sepas de mi; gracias por todas las letras, los besos, las caricias, las veces que el amor nos hizo y deshizo, por los momentos que organizaste para estar juntos, lamento que todos ellos no fueran más que tus intentos por cubrir ausencias.

Me queda claro que me querías junto a ti, más no en tu vida; le aplaudo a tus miedos, abrazo tu racionalidad y grito a tus silencios. Es una lastima que dos personas que mueren de amor tengan que vivir en un recuerdo.

Hoy lo entiendo, me enamoré, perdí la realidad y te convertí en mi sueño; discúlpame por no poder decir que te quiero ver feliz, pero sería mentirte, los dos sabemos que para eso tendría que despertar todas las mañanas a tu lado. Estamos condenados a ser fantasmas que vagan junto a otro cuerpo.

Lo que si puedo desearte es una buena vida, una en la que obtengas todo lo que anhelas y logres todo lo que te propongas. No creas que te guardo rencor, jamás podría. Solo espero que puedas perdonarme por la forma en que te trate las últimas semanas, estaba desesperado.

Te amo como no tienes idea, eres mi mejor recuerdo y la persona a la que más aprecio, pero debo reconocer que jamás fuiste mío, que jamás tuve oportunidad para tener tu corazón; me es grato pensar que, al menos un instante, fuiste verdaderamente feliz a mi lado.

Espero que encuentres lo que buscas, aún si no es junto a mi, espero que lo encuentres donde sea, y que con ello puedas dar al mundo un poco de tu brillante sonrisa. Gracias por todos los bellos recuerdos que dejas en mi.

Te amo, Nathaniel.

Matt"

Sentía un nudo en la garganta, las lágrimas acumulándose en sus ojos y una fuerte opresión en el pecho; releyó las palabras las veces que lo considero necesario, aprendiendo cada frase, cada letra como si su vida dependiera de ello. No había notado que estaba llorando hasta que, de forma impulsiva, cubrió su boca para callar los sollozos. Feuu observaba en silencio, sabiendo que era mejor no meter la nariz a pesar del fuerte deseo que tenía de fastidiarlo.

— Lo siento...— murmuró dejando las lágrimas correr por sus mejillas, sintiendo sus piernas flaquear y, lentamente, cayendo al suelo de rodillas— En verdad lo siento...

— No deberías lamentarte— dijo finalmente, recibiendo una brillante mirada de confusión; sabiendo que las cosas no eran fáciles en el momento para el pelirrojo, ser acercó a limpiar las lágrimas que empapaban sus pálidas mejillas— Él tomó la decisión de marcharse, tú le diste una bella despedida, a pesar de que no estoy de acuerdo con ella, hiciste lo correcto.

— Entonces... ¿Por qué me siento tan mal?— murmuró disfrutando el suave toque de las pequeñas patas del zorro— ¿Por qué me duele tanto?

— Nadie dijo que el amor fuera fácil— contestó distraídamente, compartiendo la dulce amargura que sentía el pelirrojo— Nadie dijo que el camino del amor careciera de arbustos espinosos.

Sollozó arrugando la carta en sus manos, intentando calmar el horrible dolor que sentía en el pecho, preguntándose como es que el Kwami podía hablar como un experto si parecía aborrecer por completo los sentimientos.

— Pero, esto solo es un bache en el camino— volvió a decir después de un largo silencio, sonriendo amablemente por primera vez al pelirrojo— Una vez que tocas fondo, todo es cuesta arriba. Venga, sonríe y sécate las lágrimas que hoy nos espera un largo día.

Suspiró otorgándole la razón al Kwami, sintiendo que un peso desaparecía de su pecho, dejando en su lugar un molesto vacío que, indudablemente, tardaría en llenar. Se levantó y encaminó a la cocina, dejando la arrugada carta sobre la mesa, junto al destrozado sobre, pensando en que era mejor sonreír al problema que enfrentarlo con la guardia baja.

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A comparación del anterior, este capítulo no es nada, pero me gusta de todas formas. Esta es, seguramente, la última aparición de Matt en la historia, y una parte de mi no quiere dejarlo ir.

A la persona que le dije que Matt no era malo, esta es mi "prueba". Lamento si les hice odiar a Matthew, no era mi plan en realidad, solo quería un personaje que encarnará la frustración del amor no correspondido.

Espero que les haya gustado, lamento la espera; por favor, si pueden, pasen a mí Blog a leer un pequeño aviso que les interesa a todos.

De nuevo, gracias por leer, espero que les haya gustado.

Nos leemos luego :)

Es Cuestión Del Destino|AdriNathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora