[XIII]

692 71 19
                                    


Es un muy buen diseño, Amelia— gruñó furiosa, lanzando contra la pared uno de los cojines de su sofá— Tienes mucho potencial, Amelia— se sentía traicionada, ultrajada, apuñalada por la espalda— Deberías dejarlo para presentarlo en el concurso, Amelia— las lágrimas de enojo corrían por sus mejillas, corriendo su maquillaje— ¡Maldito imbécil!

Observó con amargura el guante de dibujo en su mano, preguntándose sí tendría que pasar el resto de su vida en la sombra de su jefe, haciendo los trabajos que él era incapaz de realizar, viendo como su trabajo era hurtado sin consideración. Sin que pudiera evitarlo, casi cómo una tragedia anunciada, una mariposa de color oscuro se posó sobre su mano, uniéndose al guante antes de que pudiera percatarse de ello.

“Cym-k, yo soy Hawk Moth” comenzó, como siempre, aprovechando la debilidad de la chica para tomar control sobre ella “Puedo darte la habilidad de tomar venganza y demostrar a todos quien es la verdadera artista tras los trabajos, a cambio, deberás obtener algo para mí”

—Si, Hawk Moth— contestó con una amplia sonrisa, convirtiéndose en la viva imagen de su creación, admirándose en el espejo que tenía en la sala— ¿Me regresaras mi trabajo, ladrón?

∆°∆°∆°∆°∆

—Feuu, ayúdame— llamó lanzando lejos otro trozo de papel despedazado, sintiendo la frustración comenzar a hacer estragos con su forma de pensar claramente— Si no tengo esto listo en una hora me quedare fuera y eso no~

—Por favor para— gruñó el pequeño zorro, cargando consigo un rollo de papel lo bastante grande para cubrir el lienzo, desconcertando al pelirrojo que solo pudo preguntarse como era posible que alguien de su tamaño cargará semejante cosa, como si fuera una hormiga— Deja de mirarme como si fuera la primera vez que nos vemos y cubre esa maldita pintura de una vez.

Sin mediar palabra comenzó a hacer lo que exigía entre gruñidos el Kwami, envolviendo meticulosamente cada centímetro del enorme lienzo que debía llevar hasta el ayuntamiento, asegurándose de no dejar nada sin cubrir por el papel, pegando con delicadeza la cinta que unía los extremos. Soltó un sonoro suspiró de alivio al ver su obra finalmente cubierta, sintiendo como se quitaba un peso de encima. Estaba ya dispuesto a tomar el lienzo y salir del departamento cuando el inconfundible sonido del estruendoso timbre se hizo escuchar por el departamento, captando por completo su atención. Llamado por la curiosidad, se encaminó a la puerta para atender.

—Ya era hora— para su sorpresa, aunque quizá no muy grata, estaba Chloé parada fuera de su hogar, de brazos cruzados y la misma actitud de superioridad que recordaba, observándolo con desprecio— Creí que tendría que volver después.

—Es mejor eso a tirar abajo la puerta— murmuró para si, invitando a la chica a entrar con un ademán, pensando en las millones de posibles razones que la habían llevado allí— ¿Cómo sabes dónde vivo?

—Vaya falta de cortesía— protestó la rubia con ironía, dejándose caer sin elegancia sobre una de las sillas de su sala de estar— Juleka tiene mejores modales, y también mucha información útil.

—Lamento mi falta de cortesía— burló imitando la aguda voz de la chica, recibiendo en respuesta una mueca de desagrado— Pero solo hay tres personas en París que saben dónde vivo, tengo derecho a saber quién te dijo cómo dar conmigo y que has venido a hacer aquí.

Por un momento pensó en que, probablemente, estaba pasando demasiado tiempo solo con Feuu, porque una parte de aquella frase la sentía tan parecida a las que soltaba sin cuidado el zorro que un escalofrío recorrió su espalda. Observó expectante la mueca que mantenía la rubia mientras, casi inconscientemente, deseaba poder sacarla de allí lo antes posible.

—Ya te digo, Juleka tiene mejores modales— reiteró volteando el rostro para contemplar el desastre que era en la se momento la mesa del comedor y sus alrededores— ¿Sabes que dentro de poco será el cumpleaños de Adrien?

Aún si no tenia su vista en él, sabía perfectamente que había asentido con una mueca de confusión plasmada en el rostro; reprimió las ganas de reír y soltó un suspiro que, para cualquiera con un poco de atención, era el último soplo que dejaba salir un corazón roto.

—Quiero que asistas cómo un regalo especial de mi parte— el suave sonido de intriga que dejó la garganta del pelirrojo le dio pie para continuar— He pasado seis años esperando el momento en que regresaras a París para poder volver a ver la sonrisa de Adrien, por eso quiero que asistas cómo un regalo, quiero que le regreses la sonrisa que te llevaste hace años.

Pretendió responder, pretendió decir algo en su defensa o simplemente aceptar con resignación, pero el fuerte estruendo que sacudió el cristal de las ventanas captó su atención. Había problemas, y no podía correr a saltar por la ventana igual que un suicida porque la chica que visitaba su departamento probablemente descubriría la verdad. El problema radica en que, gracias a lo que parecía una espesa tinta amarilla, las estructuras de los deliciosos aledaños se estaba derritiendo lentamente, igual que la mantequilla al calor.

—Mierda— gruñó golpeando la ventana al ver cómo la cuidad parecía irse de a poco al carajo— i need to transform… ugh, shit… tenemos que salir de aquí.

—Ellos te necesitan más que yo— contestó apuntando por la ventana hacia un lejano tejado, donde podían apreciarse dos figuras contemplando el desastre— Corre, zorrito, antes que sea demasiado tarde.

Si bien quería descubrir cómo lo sabía, no tenía el tiempo para centrarse en ello. Obedientemente de acercó a la ventana, apoyándose en el marco y dando la espalda al vacío, observando a Chloé con una suave sonrisa de complicidad. Sin pensarlo dos veces se dejó caer, sintiendo el viento acariciar su piel.

—Feuu ¡Transfórmame!— segundos antes de caer en la tinta logró reaccionar, impulsando se contra la pared del edificio para caer en una zona segura, observando de cerca el efecto de aquel viscoso líquido— Vaya problema… Vamos a solucionar esto en un dos por tres.

Mientras corría hacia sus compañeros, pensando en lo poco que quería lidiar ahora con el felino, pudo percatarse de un patrón de color que conocía muy bien, los colores que invadían la cuidad eran cuatro: Cyan, Magenta, Amarillo y Negro. Bastó solo un vistazo para descubrir que se traba de aquello, del CMYK que le habían enseñado a manejas años atrás. El Akuma tenía que ser un artista, nadie más conocería tan bien la gama de colores, y eso no era algo bueno.

— ¿Me devolverás mi trabajo, ladrón?— escuchó a alguien exigir no muy lejos de él, captando su atención y distrayéndolo de la trayectoria que debía seguir. En una plaza cercana, sin dudas, estaba la víctima del Akuma intimidado a un hombre que, decidido, protegía una hoja de papel— Vamos, ladrón, devuélveme mi trabajo.

Detener el ataque con su disco no era una desición inteligente, delataba su ubicación y ponía en riesgo su vida, pero no tenía más opciones y una ilusión sería inútil si sus ataques eran tan destructivos como los hacía ver en el resto de la cuidad. Con excelente puntería, logró acertar un golpe a la mano derecha de la chica, obligándola a errar su ataque y captando su atención, como había esperado. Corrió hacia el hombre para tomarlo igual que un costal de papas, recuperar su disco y comenzar a correr con la intención de proteger su vida, evitando que bombas de color magenta y charcos amarrillos y negros le causarán daño.

—Busca esto— le indico el hombre cuando finalmente fue capaz de ponerlo a salvó, entregándole la hoja que antes parecía querer proteger— Solo quería ganar el concurso, no pensé que esto pasaría. 

Con la hoja ahora en su poder, y sabiendo cómo podrían derrotarla, retomó su camino hacia sus compañeros, que seguían observado, desde un nuevo tejado, intentando encontrar una forma de derrotar a la chica.

—Se cómo podemos vencerla— anunció al llegar con ellos, tropezando con el borde del tejado debido a la emoción, cayendo sobre ChatNoir— Ugh… Lo siento Chat…

—No lo sientas, le gusta— interrumpió la chica, escuchando el ronronear del rubio bajo el cuerpo del pelirrojo— ¿Qué descubriste?

—Se llama Amelia, y esta está su creación para el concurso de héroes que organizó el alcalde— explicó enseñando la hoja, mostrándoles el nombre de la chica y el diseño del personaje, entregando el papel a LadyBug para poder ponerse en pie— Estoy seguro que el Akuma está en su mano derecha, en su guante; si logramos distraerla, con algo que quiera, podríamos derrotarla.

Trazaron el plan lo más sencillo posible, el dibujo sería la carnada, una ilusión perfecta que la llevaría hasta una torre de comunicaciones que usarían como jaula para poder quitarle el guante, y salvó por un contratiempo menor, todo salió perfecto. Todo había funcionado como debía ser, y la cuidad pronto regresó a la normalidad, como si nada hubiera pasado.

Nathaniel regresó al departamento poco antes de quedarse sin tiempo, entrando por la ventana con gran habilidad, descubriendo que Chloé seguía allí, esperándolo con una mueca de fastidio.

—Imagine que te habrías marchado en cuanto salí— comentó caminando hacia la cocina para darle de comer al zorro que, igual de intrigado, no le quitaba la mirada a la rubia— ¿Cómo los sabías?

—Eso no importa ahora— sentenció de brazos cruzados, mirando con expresión de fastidio al pelirrojo— ¿Irás a la fiesta de Adrien o no?

—Claro que si— no quería sonar demasiado entusiasmado, pero no iba a negar que deseaba ver también a Adrien pasarla bien por un rato— Cuenta conmigo.

//////////////

Saludos cordiales. (Tengo que bajarle a Villainous, de verdad)

¿Cómo están? Espero que bien. He venido a traerles un nuevo capítulo que, inusualmente, es largo y extraño. ¿Qué les pareció?

Para quiénes no saben (que probablemente sean todos) tengo horarios organizados por los lectores para publicar cinco de mis historias de forma regular, está no se encuentra en esa lista debido a que considero que las actualizaciones no son tan irregulares como otros casos. Aún así, tengo la esperanza de poder actualizar los martes. (Aquí son las 11:40, así que para mí sigue siendo martes)

Espero que les haya gustado y perdón por la incoherencia en esta nota, escribo esto mientras me quedo dormido.

Nos leemos luego :)

Es Cuestión Del Destino|AdriNathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora