Me enamoré del amigo de mi novia (ChicoxChico) (PiscisxCapricornio)

17.

Llegué a casa, y no había nadie. Aunque Leo me distrajo con el tema de su familia, no pude evitar sentirme mal de nuevo.
Ayer en la noche capricornio parecía otro, era dulce y tierno, y también parecía abierto conmigo. Esa frialdad de sus ojos me daban calor, y a pesar de que no le gustaba que privará su espacio personal, él me permitió estar cerca y voluntariamente me hacía estar a su lado.

Todo ésto era un desastre, antes yo había sido el activo y ahora me tocó ser el pasivo, algo que no me molestó, pero que me dejó en evidencia que yo quería el cuerpo de Capri para mí y no que el lo poseyera, aunque no pude evitar sentirme atraído por este cambio de roles.

Suspiré profundamente y me puse a guardar reposo ya que este día había estado lleno de sorpresas, ya que me era inimaginable que Leo tenía hermanos, y que no se parecieran en nada. Pensaba que Leo era más dócil, y aunque era egocéntrico, era más sensible que Virgo.

La noche llego y ni señales de Capricornio. Me imaginé un poco lo que podía haber pasado, tal vez la chica Piscis le invito a comer a su casa. Acabaron de comer y ahora él estaba en su cama haciéndolo con ella. Me era inevitable no pensar eso, él en la mañana dejo que ella posará sus labios en él, que más daba una revolcada.
Quite esos pensamientos que se hacian agresivos, y me propuse a dormir.
La mañana llego y capricornio no estaba y no había señales de que hubiera llegado más noche.
Yo de mala gana me vestí y me fui a la universidad.
Leo me saludó y platicamos un rato, así que le dije:
-Capri ayer no vino a la casa en todo el día, ni en la noche llego a dormir-
Leo algo pensativo dijo:
-Tal vez se fue con su novia, él es de venganzas, era de esperarse-
Reaccioné rápido, tal vez él me hizo caer en su seducción para vengarse solamente.
Leo me aconsejo y después se fue a coquetear con una chica que lo llamaba desde hace rato.
Entré a mí clase y mire a Virgo. Él era tan diferente a Leo, pero no demasiado.
Me acerqué y le dije:
-¡Buenos días!-
Él me miró con asco y dijo:
-¿quien eres tú?-
Yo rodé los ojos y él travieso dijo:
-Ya me acordé quien eres, ven, siéntate conmigo-
Le hice caso y entonces le pregunté:
- ¿Capricornio y tú eran amigos no?-
Con una cara de fastidio dijo:
-Tan bien que íbamos, ¿para qué quieres saber?-
-Simple curiosidad- le dije de forma inocente.
Él haciendo gestos de irritado me dijo:
-Si, éramos amigos, los mejores-
-¿Y que pasó?-
Le dije con bastante curiosidad.
Él viendo mi interés continuó:
-Solo te cuento por qué te ves interesado. Capri iba a mí casa todos los días. Siempre compartíamos todo y sobre todo nos contábamos todo, Pero de pronto empezó a verse distraído, pálido y a veces tenía golpes en su cara o cuerpo. Yo no te niego que para mí era atractivo Capricornio, pero no me gustaba, sólo que mi mirada siempre tuvo un toque peculiar desde que tengo memoria. El punto es que por mi mirada y por nuestra cercanía, alguien lo golpeaba, yo estaba dispuesto a ayudarlo, él era mi mejor amigo, y hasta me enseñó a ser un sarcástico descomunal. Estaba tan preocupado por él, entonces por mí insistencia él me golpeó, e igual yo, pero también me hizo decirle mucha mierda.
Ya tenía 3 años de no hablarnos en persona, hasta que te defendió. Cuando viste que lo mire así, no era por qué me gustará, sino por qué esa es mi mirada, medio rara. Pero créeme, él empezó a cambiar solo, ni yo supe por que se puso esa barrera-
Era inquietante la historia. ¿Quién sería entonces esa persona que le hizo daño?
Virgo empezaba a calmar su carácter, y era genial. Ya no me hablaba tan feo cuando seguimos platicando.

Llegó el receso y de pronto Leo me hablo. Yo caminé rápido hacía él y entonces mire que estaba con un chico totalmente nuevo para mí. Este era alto, muy blanco, sus ojos eran color miel y su cabello café rojizo.
Leo con algo de seriedad me dijo:
-Él es mi hermano Aries-
Cuando lo mire él me sonrió de forma coqueta pero amigable. Yo no pude evitar sentir un escalofrío al verlo. Era realmente atractivo pero malévolo.
Yo me presenté y él me dijo:
-Mi hermano siempre me habla de ti, ¡eres una personita tan amable y linda!-
Yo reí incómodo y él solo me miro fijamente, su mirada era muy agresiva, igual que la de sus hermanos, pero tenía un toque diferente, difícil de describir.

Rato después se despidió y se fue con sus amigos.
Leo con un puchero me preguntó:
-¿Es más guapo que yo?-
Le sonreí ampliamente y negando dije:
-Claro que no, tiene su encanto, pero no te gana-
Él sonrió lleno de alegría y nos fuimos a comer.
Su hermano Aries me daba un presentimiento extraño y sentía que debía estar precavido ahora que me conoce...