capítulo 3.

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                                 🐧
Una mujer totalmente ebria, demasiado furiosa, golpes por todos lados, sangre y moretones; no había mejor manera de despertar a Mina, lloraba desesperadamente pidiendo que parará, pero aquellas súplicas no servían para nada, solo para "motivar" a la mujer que la golpeaba. Dios, pensaba que este era su fin, nunca había visto a esa mujer que llamaba Mamá tan enfurecida, unos insultos y otros golpes más, hasta que la mujer la dejo en paz, temblando en el suelo con sangre saliendo por su labio inferior y por su nariz, las lágrimas se deslizaban por sus mejillas hasta su mentón cayendo en gotas, no sabía que hacer, no sabía a quien llamar, no quería ser otra molestia más para alguien, apoyó su espalda en la pared levantándose con ayuda de esta, dio unos cuantos pasos hasta su cama sentándose allí, su cuerpo dolía, demasiado.
No supo cuando quedó dormida sobre su cama pero el sonido de la puerta principal siendo cerrada la despertó de su tranquilo sueño, ahora estaba sola en casa, por fin, lo primero que hizo fue levantarse e ir al baño, observo su rostro en el espejo de aquella habitación, la sangre y las lágrimas estaban secas, dejo el agua de la tina corriendo esperando a que está se llenará, escuchaba su celular sonar varias veces, pero no tenía intención de contestarlo, cuando la tina estuvo llena, se despojó de sus ropas dejándolas en el suelo y se metió con dificultad en el agua, fregaba su cuerpo con tanta fuerza que su piel quedaba rojiza, nuevamente las lágrimas se hacían presentes.

                           🐅
Había estado toda la mañana intentando llamar a Mina, pero nada, las chicas habían planeado una salida al parque, solo faltaba su japonesa favorita. Había conseguido la dirección de la casa de Mina con Sana, esa chica ya le agradaba, pero parecía que Tzuyu la odiaba, gracioso, ¿no?.
Uno, dos, tres toques a la puerta que estaba delante de ella, ¿seria la dirección correcta? Nadie abría, solo escuchaba el televisor dentro de la casa, estaba por irse casi decepcionada del lugar hasta que abrieron la puerta, salió a quien esperaba, pero, había algo mal, su japonesa favorita estaba mal, su labio inferior estaba partido, su nariz un poco roja al igual que sus mejillas, claramente era por golpes, ¿quien se había atrevido a tocar a Mina?, ¿y de una forma tan brutal?, Su ceño se fruncio ligeramente mirando directo a los ojos de su mayor, quien la miraba con miedo.

- Mina Unnie. - hablo la menor tratando de tranquilizarla, había notado el miedo en los ojos de su mayor.

- Chae, ¿que haces aquí?, Mejor dicho, ¿quien te dio mi dirección? - Mina seguía en Shook, ¿que hacia la pequeña fuera de su casa?, Tenía en mente de que alguna de sus amigas le dijo.

- Eso no es importante ahora Unnie, con permiso, voy a entrar. - dijo haciendo aun lado a su mayor mirando hacia todos lados por si había alguien más. - ¿quien? -

- ¿quien de qué..?, No entiendo de qué hablas pequeña.. - Mina le sonrió, pero al hacerlo se quejó, maldito labio, dolería demasiado, era imposible no sonreír estando con su pequeña Chaeyoung.

- Mina Unnie, sabe de lo que hablo, ¿quien le hizo eso? - dijo remarcando la última palabra tomando con delicadeza el rostro de su mayor mirando con detenimiento las heridas.

- A-ah, no es nada grave, y-yo tropecé, ¿que tonta no? - Río con nerviosismo, por la cercanía que tenía con Chae y por el tema que estaba por sacar su menor.

- Unnie, usted me preocupa, si no lo hiciera, yo no estaría acá, sé que me conoce hace poco, muy poco, pero, yo ya me encariñe con usted, y no quiero ver que la lastiman, y menos si es en su rostro, sea lo que sea que hizo, esto no se lo merece nadie tan bueno como  ust... - Chae iba a seguir hablando hasta que sintió sus manos mojadas, Mina estaba llorando, no, no, Mina no podía llorar, ella se encargaría de que no lo volviera a hacer.

- Chae, sácame de aquí..por favor, sácame de este infierno.. - la voz de Mina sonaba tan débil y quebrada, que hizo que el corazón de Chaeyoung se encogiera cada vez más.

- Claro que lo haré Mina Unnie, prometo hacerlo, no dejaré que vuelva a llorar nunca más, ¿si? - Chaeyoung tuvo que pararse de puntitas de pie para alcanzar a Mina y dejar un beso en su frente, eso hizo sonreír a Mina. - Bien, ahora vaya a ponerse una chaqueta, las chicas nos esperan. - Una sonrisa apareció en la pequeña.

- Ugh, bueno, que más da, y..gracias Chae, eres realmente increíble. - Mina le devolvería el beso, pero su labio herido se lo impedía.

Al perder de vista a Mina por las escaleras, dejé que el rojo invadiera mi rostro, Dios, ¿como tuve tanta valentía como para hacer eso?, Ahora siento que moriré, pero moriré tranquila.
Nah broma, aún no lo haré, alguien me necesita con vida.
Al ver bajar a Mina ya con su chaqueta puesta, le sonreí abriéndole la puerta para que saliera.

- ¿no te dan miedo las bicicletas, verdad? - Chae sonreía saliendo después de la mayor.

- Un poco, ¿porque pregun..?, Ah..ya vi la razón - Mina Río al ver a Chae levantar la bicicleta del césped.

- no te preocupes, sube y agárrate de mi, no caerás, te lo prometo - Chae Río también, la risa de Mina era contagiosa.

La menor se subió primero esperando a su pasajera, Mina subió con temor, Ay, ¿tanto miedo daban las bicicletas?.

Los brazos de Mina rodearon el abdomen plano de Chaeyoung apegando su cabeza a la espalda de la misma.

- bien, nos vamos - Chaeyoung mantenía su sonrisa, se sentía bien teniendo la cercanía con Mina.

Solo obtuvo un asentimiento en forma de afirmación por parte de la mayor, disfrutaba escuchar la respiración tranquila de Chaeyoung, la relajaba.

Chaeyoung estuvo pedaleando por 15 minutos hasta llegar al parque, donde divisó a las demás chicas, pero habían dos que no conocía, bajo junto con Mina y caminaron a la par hasta el grupo de chicas que peleaba por quien debía hacer no se qué, Sana y Momo al ver a Mina fueron directo hacia ella, vieron su estado y la abrazaron como si su vida dependiera de ello.

- Hola, soy Im Nayeon, un gusto, ¿Chaeyoung cierto? - hablo una de las desconocidas.

- Ah, si, disculpa, ¿pero de donde me conoces? - la cara de confusión de Chaeyoung se hizo presente.

- ¿ves esa jirafa de allá llamada Tzuyu?, Soy su amiga, y ahora re cien me viene presentando la desgraciada - dijo indignada colocando una mano en su pecho de forma dramática.

- Mucho gusto, soy Yoo Jeongyeong - saludo la otra chica moviendo su mano, Oh, parecía mi hermana pérdida, también debería de contar chistes malos, ¿no?

Y así pasaron la tarde, dos japonesas más sobre protectora que nunca, las hermanas perdidas diciéndose chistes "para nada malos", Tzuyu y Nayeon peleando por quien era la más linda, y pues, Dahyun, siendo Dahyun.

A través de una Pantalla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora