Él Pequeño de Mamá

"Mudanza"

Alex seguía viendo por la ventana del coche sin pronunciar ninguna palabra. Dulce sabía que su pequeña cabecita estaba en un conflicto tratando de asimilar lo que le habían dicho.

El no podía tener un hermanito.

Christopher y Dulce se vieron inmediatamente, totalmente nerviosos, buscando la respuesta para el pequeño. Chrostopher en su mente esperaba que Dulce le dijera que si al pequeño Alex y Dulce, definitivamente no sabía que decir.

—po favol, mami, po favol— el pequeño junto sus manitas y empezó a casi brincar en su sillita.

— ¿Christopher?— pregunto Dulce, pues no sabía que responder. Ella y Christopher habían hablado muy poco sobre el tema y nunca habían llegado a nada.

—Alex, es un poco complicado, un bebe necesita muchas cosas: comida, pañales, que lo bañen y que lo cuiden.

— ¿Va a sel un bebe pimelo?—pregunto Alex.

—Sí y van pasar muchos días, hasta que pueda jugar contigo.

—No impolta, yo quelo un hermanito.

—Alex —Dulce decidió hablarle claro a su hijo —No puedes tener un hermanito, aun no es tiempo cariño. —Dulce puso su mano arriba de la de Christopher, también dirigiéndole las últimas palabras —Tal vez cuando pase más tiempo o entres a la primaria.

El pequeño asintió tristemente y volteo su cara hacia el paisaje de la ventana.

Dulce vio como Christopher miraba preocupado al pequeño a través del espejo retrovisor. Dulce puso su mano en la rodilla y le dio un apretón suave.

— ¿Estás bien, cariño? —Dulce le pregunto a su hijo.

—Sí, mami. —Alex estaba demasiado serio, sabía que pronto iba a empezar a llorar, no podía culparlo, era un niño de cuatro años que estaba frustrado con la situación.

— ¿Mami? ¿Pol qué? Yo puedo cuidal a mi helmanito, yo puedo báñalo y no impolta que sea un bebe plimero, pol favol, ten un bebe. Yo te ayudo. —el pequeño empezó a llorar en su asiento.

—Cariño... ¿Christopher puedes estacionarte un poco por favor?

—Claro—Christopher manejo un poco más y se estaciono cerca de la acera. Ambos bajaron del auto y fueron hacia la puerta en la que estaba Alexander.

—Cariño... —Dulce saco al pequeño de su silla y lo abrazo, mientras el pequeño seguía sollozando —No es un buen momento para que haya un nuevo integrante en la familia —Dulce y Christopher se sentaron junto a Alex en la banqueta.

— ¿Po qué? —el pequeño se limpio sus ojitos y Christopher tomo un pañuelo para limpiar los restos de lagrimas y limpiar su nariz. Dulce miro a Christopher pidiendo ayuda.

—Bueno, porque ¿Quién cuidaría al bebe? Tú vas a la escuela, mamá trabaja. Todos estamos muy ocupados todo el día. Alex, todo lleva su tiempo, tal vez ahora no es un buen tiempo, pero eso no significa que en el futuro no puedas tener un hermanito —le dijo Christopher.

— ¿Cuando tenga cinco? —el pequeño mostro sus cinco dedos.

—Tal vez —El pequeño se acurruco contra su mami.

— ¿Ya te sientes mejor?—pregunto Dulce a lo cual Alex asintió —Muy bien, es hora de irnos, tenemos muchas cosas que empacar.

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