-Si mamá... si...mmh...no, lo creo... ¿a las 10?...claro yo arreglo todo...se pondrá muy feliz cuando le cuente.
Christopher entro a la cocina y vio a Dulce jugar con el cable del teléfono de la cocina mientras hablaba con alguien, solo estaba con una pequeña blusa de tirantes y unas bragas, verla con esa poca vestimenta provoco que le dieran ganas de tomarla en su hombro y volverla a meter a la habitación sin dejarla salir.
- ¿Mamá? -Pregunto Dulce al teléfono, Christopher simulo que buscaba leche dentro del refrigerador para poder escuchar la conversación -Dile que se porte bien, no quiero que lo asuste - Christopher siguió removiendo las cosas dentro del refrigerador -Bien, nos vemos pronto... yo también te quiero -se escucho el sonido del teléfono contra su caja.
Christopher empezó a silbar.
- ¿Sabes? La leche está enfrente de ti.
- ¿Qué? Oh gracias cariño - Christopher fingió -aun estoy un poco dormido -saco su cabeza del refrigerador y fue a saludar a su novia- Buenos días, amor -le dio un corto beso, aun tenia la duda de que había hablado Dulce con su madre, pero no sabía como preguntarle sin parecer indiscreto.
-Hola -Dulce lo miro detenidamente, Christopher se empezó a poner nervioso -adelante pregunta -su novia leyó su pensamiento.
- ¿Cómo sabes que te quiero preguntar algo?
-Cariño, se nota en tus ojos, tienen ese brillo de curiosidad -acaricio su mejilla dulcemente -pregunta antes de que decida guardarme el secreto.
- ¿Qué paso con tu madre?
-Oh con ella -Dulce se separo de él y empezó a sacar ingredientes del refrigerador -pues vamos a tener visitas -Dulce aparto la mirada de Christopher mientras cortaba algunos tomates.
- ¿Quién nos va a visitar? - Christopher se sentó en un banco frente a ella.
-Ella - Christopher respiro- y mi padre -el color de la cara de Christopher desapareció - ¿y eso...cuando será? -Las vacaciones más cercanas eran en un mes, se suponía que ellos iban a ir a visitarlos y no al revés.
-En tres días.
Tres días....tres días...tres días. Esas palabras se repetían en su mente.
- ¿Qué? -Pregunto sin darse cuenta - ¿Tr-tres di-días? ¿Por qué tan pronto?
-Bueno, Fernando tiene una semana de descanso, además quiere ver a Alex en el festival de la escuela.
- ¡Dios! Necesito procesar todo - Christopher agarro su cabeza entre sus manos.
-Vamos cariño -Dulce se acerco a él y lo abrazo- no seas exagerado, solo lo vas a conocer y ya - Christopher lloriqueo asustado - Me voy a cambiar; Anni, Poncho y Alex llegaran en cualquier momento -Dulce se despidió dejándole un suave beso en la mejilla.
Entonces recordó cuando un día mientras miraban una película Alex le confesó a Christopher que su abuelito Fernando era un policía que atrapaba a los malos en Forks, pero no era solo un policía, era el jefe de la estación de policía de Forks, Washington.
Iba a seguir lamentándose cuando tocaron la puerta y tuvo que abandonar su asiento para dirigirse a la puerta. Mientras caminaba hacia ella arrastrando los pies, los toques en la puerta se hicieron más insistentes. Antes de abrir miro por la ventanilla tal como le había dicho Dulce, pero cuál fue su sorpresa al encontrarse un ojo del otro lado de la puerta.
-Hola Alfonso-dijo al abrir la puerta.
- ¡Quistophel! -un pequeño torbellino se sujeto de sus piernas. Christopher miro a Alex que lo miraba desde abajo sonriendo y con sus grandes ojos brillantes.
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Él Pequeño de Mamá
AcakChristopher y Dulce son novios, pero Dulce tiene un pequeño hijo de cuatro años llamado Alexander. Este no se lleva muy bien con Christopher, pues cree que le robara a su mami. Ahora que Christopher le va a pedir matrimonio, debe ganarse al pequeño...