Precious Girl; MiChaeng

08

Para Chaeyoung trabajar durante los siguientes días se estaba volviendo difícil, la verdad era que no podía olvidar lo que había pasado, ¿Cómo podría hacerlo? No quería, pero Mina al parecer lo había hecho, porque seguía haciéndole bromas, hablaba de una forma tan tranquila cuando estaban juntas y para aquella chica de cabello corto era complicado.

Mina actuaba de la misma forma cuando estaba con su novio y sus celos iban en aumento, cada vez que iba a la biblioteca, esperaba durante minutos a que aquel imbécil se dignara a salir. Había dejado de molestarla desde que lo suspendieron, pero en ocasiones no podía evitar hacerlo y Chaeyoung siempre estaba lista para defenderse, pero Bambam terminaba yéndose entre risas luego de un simple empujón o un intercambio de palabras. No entendía por qué Mina estaba con alguien como él. ¿Que podría verle? Era una completa basura.

—Chaeyoung, estoy hablándote. —Tzuyu interrumpió sus pensamientos.

—Lo lamento, —la chica no dijo nada, puso sus ojos en blanco mientras suspiraba—. ¿Qué decías?

—Dahyun necesita que lleves sus cosas al salón de deporte, ¿Podrías hacerlo?

—Ah... Claro. —sonrió.

Tzuyu se había convertido en su mejor amiga, pasaban mucho tiempo juntas y Chaeyoung lograba distraerse con las bromas de la chica. Ella en ocasiones no paraba de hablarle sobre su enamorada, se veía feliz y eso le alegraba y en cierta parte, le hacía sentir envidia de que pudiera hablar sobre ella tan libremente, ella no podía hacerlo, porque, a decir verdad, con Mina no había pasado nada más aunque quisiera y no podía mencionarla en sus conversaciones con aquella libertad.

En el salón de deporte trato de buscar a su amiga, el lugar estaba vacío, estaba a punto de irse, pero escucho algunos susurros.

—¿Dahyun? —espero, pero no obtuvo respuesta alguna. Dio media vuelta decidida a irse.

—¡Chae! —dijo su amiga mientras salía detrás de los estantes, completamente despeinada.

—Chica, ¿Que te ha pasado? —sonrió de solo verla.

—Nada, ¿Trajiste mis cosas? —mintió y trato de arreglarse.

—Si. Las dejare aquí. —colocó el bolso y la chaqueta de su amiga sobre una silla.

—Gracias, Son. —sonrió, nerviosa.

—¿Estás bien? —pregunto, se acercó lentamente y la chica la detuvo.

—Quieta.

—Pero...

—Hola, Chaeyoung. —una mano salió detrás del estante, ahora entendía todo.

—Oh... Hola, Sana. Bien, las dejo. —Miro a su amiga y levanto sus pulgares, sonriente, la chica se sonrojo, estuvo a punto de golpearla, pero ella ya había salido corriendo.

Chaeyoung esperó durante casi una hora a Mina, la chica nunca llegó a la biblioteca y esta sintió una decepción enorme, tampoco la había visto durante la tarde y sentía que la extrañaba. Terminó sus deberes por si sola y volvió a casa.

Estuvo terminando su tarea cuando recibió un mensaje, pero no lo reviso, espero unos minutos y su móvil volvió a sonar.

—¿Quién molesta, joder? —tomo su teléfono y en ese momento quiso tragarse sus palabras.

Mina

Lamento si estuviste esperando. Tuve que irme temprano.

22:15pm

Mina

¿Chaeyoung?

22:30pm