—Amor, ¿Salimos esta noche? —el chico acarició su rostro.
—No puedo, tengo mucha tarea. —sonrió, pero no fue totalmente sincera.
—¿Cuándo podremos...? Ya sabes... —susurro. Mina desvió la mirada, ya sabía a qué se refería, el chico se había vuelto muy insistente con el tema del sexo. Y odiaba eso.
—Ya lo hemos hablado.
—Pero, amor, nuestra relación ya lleva tiempo y... Sabes cómo me dejas. —señalo a su amiguito, pero la chica no lo miró.
—Disculpa, pero yo no hago nada para dejarte así, eres tú el que insiste. —dijo, algo molesta—. Detesto que me culpes por tus acciones.
—Joder, Mina. Hablamos luego. —y se fue, lo vio alejarse y una gran parte de ella se sintió aliviada.
Mina vio a la distancia a Chaeyoung, la chica no se había acercado a ella desde hace una semana y sus trabajos de labor social, los terminaba tan rápido que se iba luego de cruzar unas pocas palabras con ella, no la miraba a los ojos por más de cinco segundos y sabía por qué, aquella chica caía ante su mirada. Entendía perfectamente que estuviese molesta. Había estado pensando los últimos días y estaba segura de lo que sentía. La quería a ella, solo era cuestión de hablar con Bambam cuanto antes, pero no encontraba el momento indicado. Chaeyoung siempre le había parecido una chica misteriosa. La primera vez que vio su rostro le pareció muy tierno, pero su sonrisa era sexy y aquel hoyuelo que se formaba en su mejilla la hacía lucir más hermosa de lo que era y al pasar más tiempo con ella su atracción iba en aumento. La estaban llenando de una sensación agradable.
Estaba tan perdida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Chaeyoung la miraba, ella de inmediato volteo, necesitaba una servilleta para limpiar su baba.
Chaeyoung sonrió al verla, negó con su cabeza y salió del comedor. Al llegar al salón de clases su profesora lo llamo de inmediato.
—Son, necesito que lleves estos libros a la biblioteca. —le entrego una pequeña pila de libros mientras sonreía—. Te lo agradezco.
Obedeció sin más, de camino a la biblioteca vio que Bambam salía de un salón vacío, no le prestó atención, pero luego de ver que una chica salía después de él, frunció su entrecejo, ninguno noto su presencia y se fueron sin cruzar palabra alguna. Chaeyoung decidió ignorar lo sucedido, al llegar a la biblioteca dejó los libros en su lugar y volvió a su clase.
Esa tarde no tenía mucho trabajo, así que podría volver a casa temprano. Desde la ventana pudo notar que empezaba a llover, Mina salió primero luego de terminar y cuando la chica se disponía a hacer lo mismo, la lluvia se hizo más fuerte y solo esperó en la entrada del colegio. Era un chiste para ella, llegaría a su casa a la misma hora de siempre, de nada sirvió terminar a tiempo.
—Al parecer estaremos aquí un buen rato. —Mina estaba sentada en el suelo, con sus piernas cruzadas. Sonrió al verla.
—Sí, eso parece.
—¿Vas a quedarte allí? Siéntate.
Ella lo hizo, permanecieron en silencio y solo el sonido de la lluvia les hacía compañía. El ambiente no era incómodo, disfrutaban con tenerse cerca. Aproximadamente treinta minutos después, la lluvia ya había cesado, pero ninguna se levantó, querían permanecer allí durante algunos minutos más.
—Ten cuidado al volver a casa. —Mina fue la primera en hablar, estaba frente a la menor y esta sin más, plantó un suave beso sobre su mejilla.
—Tú también, por favor. —montó su bicicleta y se fue, dejando a una Mina sorprendida y sonriente. Acaso, ¿Ya no estaba molesta?
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Precious Girl; MiChaeng
FanficChaeyoung huye de sus problemas al mudarse a Japón, pero pronto se dará cuenta de que todo es igual en un país completamente nuevo y al conocer a Mina, sabrá que solo ella podrá ayudarla.