Como era de esperarse, Mina iba a visitar a la muchacha todos los días, siempre tenía ganas de verla y al parecer ella también, pero solo lo demostraban con una gran sonrisa, llena de felicidad. Chaeyoung ya podía levantarse y hacer algunas cosas por si sola y en su ceja había quedado una pequeña cicatriz.
La madre de Chaeyoung se encantaba de verla, era una chica muy atenta y notaba lo preocupada que estaba por su hija, eso le gustaba y aunque ninguna le dijera nada, sabía lo que estaba pasando, el ambiente entre ambas era irrompible; nadie más podía entrar. Era algo especial y lo sabía.
—No tenías por qué molestarte, Mina.
—No es ninguna molestia. —sonrió y le entregó una caja de galletas a la señora.
—Pero que muchacha, ¿eh? —dijo el padre mientras sonreía. Mina se sonrojo.
—Chaeyoung está dormida, pero puedes subir, si quieres.
—Gracias. —sonrió y subió las escaleras rápidamente.
No se molestó en tocar la puerta, al entrar vio que Chaeyoung tenía los ojos cerrados, estaba dormida. Se acercó tratando de no hacer ruido, pero la chica abrió sus ojos repentinamente, asustándola.
—¡Chae! —grito y llevo una mano hacia su pecho.
—Lo siento. —dijo entre risas, la chica hizo un pequeño mohín.
—Bueno, ¿Cómo estás?
—Ahora bien. —sonrió—. Pero... Necesito ir al baño. —trato de sentarse y la chica la ayudo—. Voltéate.
—¿Para qué?
—Yo... Solo tengo esta camisa puesta. —Chaeyoung se sonrojo, no era fácil estar en ropa interior y una camisa hasta sus muslos. Le daba vergüenza.
—Oh... —soltó una pequeña risa y giró su cuerpo.
—Puede que me haya acostumbrado a estar así.
Chaeyoung quitó la sabana que cubría sus piernas, Mina sonreía, aunque no pudiera verla. Le parecía gracioso. Al salir del baño, la chica fue a acostarse nuevamente y Mina giro su cabeza, era la primera vez que la veía así. Su cuerpo era pequeño, lindo, sus piernas, su piel blanca y...
—Has visto suficiente. —dijo ella, interrumpiendo sus pensamientos.
—¡N-no estaba viendo!
La chica entrecerró sus ojos y al notar sus nervios, soltó una risa.
—Es broma, acércate.
Lo hizo, sentándose a un lado de su cama. Chaeyoung solo la miro sin importar los minutos que pasaran. Levanto su mano y coloco un mechón de cabello detrás de su oreja, Mina en ese momento la miró y sonrió.
—Me alegra tanto que ya estés bien.
—Gracias. La verdad es que solo espero que me quiten esta venda.
—Será pronto, Chae.
—Y la cicatriz en mi ceja, ¿No luzco sexy? —sonrió y peinó su cabello hacia atrás lentamente.
Mina no respondió, literalmente quedo hipnotizada, aquella imagen fue más que sexy y bajo saliva con dificultad.
—Okay, veo que no. —volvió a hablar cruzándose de brazos.
—No... Digo... Sí, es... —carraspeo su garganta, la chica sonrió—. No te burles.
—No lo hago.
—Lo hiciste.
—Claro que no. —negó con su cabeza.
—¡Chae!
Estaba jugando. La menor soltó una risa que inundó la habitación, Mina se sonrojo a más no poder.
Horas más tarde Mina tuvo que irse, le prometió a la chica que iría a verla el siguiente día, como siempre hacía. Al bajar las escaleras se encontró con la madre de Chaeyoung en la sala.
—Mina. —la llamó.
—¿Si?
—Quería pedirte un favor, pero si no puedes, lo entenderé. —dijo, apenada.
—Claro, dígame.
—Mi esposo tendrá una cena de trabajo mañana, debo ir con él y quería saber si podrías quedarte con Chaeyoung hasta que volvamos. No quisiera dejarla sola. Ya sabes... —bajo la mirada.
—¿Como su niñera? —Sonrió.
—Algo así. —rió de forma baja.
—No tengo problema, lo haré.
—Eres un sol, mi niña. —junto sus manos para después abrazarla—. Puedo ver cuánto quieres a mi hija.
—Yo... Sí, lo hago. —confesó en un susurro.
HOLAA.
Es corto, sí, pero quise hacer una doble actualización, quien sea que esté leyendo, gracias :'v

ESTÁS LEYENDO
Precious Girl; MiChaeng
FanfictionChaeyoung huye de sus problemas al mudarse a Japón, pero pronto se dará cuenta de que todo es igual en un país completamente nuevo y al conocer a Mina, sabrá que solo ella podrá ayudarla.