Precious Girl; MiChaeng

16

—¡¿Lo hicieron?! —preguntaron sus amigas, sorprendidas.

—Oigan... —Mina estaba más que roja.

—Déjenla. No la presionen. —cuestiono Sana—. ¿Fuiste cuidadosa?

—¡Sana!

—Lo siento, pero debes entendernos. —se encogió de hombros y solo sonrió.

—Sí, lo fui... O bueno, Chaeyoung lo fue más. Ella...

Sus amigas se quedaron en silencio, pero no tardaron en reír de una forma muy escandalosa.

—¡¿Fuiste la pasiv...?! —Mina de inmediato tapo los labios de Sana con su mano.

—Shhh. —Suspiro, pero más que enojada, apenada.

—Cariño, no te burles mucho. —dijo Dahyun, miro a su novia y sus cejas se levantaron de forma graciosa.

—¡Yah! —la mayor de estas cubrió su rostro—. No hablamos de mí.

—Eh... —la menor carraspeo su garganta, llamando la atención de todas—. ¿Podemos cambiar de tema?

Mina asintió rápidamente con su cabeza, las demás solo tuvieron que acceder.

Aquella noche fue más que especial para las dos, fue su primera experiencia y no cambiarían ese momento por nada del mundo. Las horas habían pasado volando para ambas, ni siquiera se dieron cuenta de que los padres de la muchacha ya estaban a punto de llegar. Lo hicieron casi treinta minutos después. Pero al llegar a su casa, Mina aun podía sentir las caricias y los besos de su chica, siempre fue más que suave y cuidadosa a pesar de estar en aquella condición, pero siempre supo que hacer. Al principio estuvo asustada de hacerle daño, pero la menor de alguna forma logro quitarle el pensamiento de la cabeza y simplemente se dejó llevar.

—¿Que ha pasado con Bambam? —susurro Dahyun.

Mina de inmediato sintió un escalofrío al escuchar aquel nombre, dejo de sonreír y suspiro.

—No saben dónde está.

Estaban pensando que a aquel chico se lo había tragado la tierra, no hallaban su paradero y la policía simplemente estaba comenzando a dejarlo de lado, pero los padres de la menor no iban a permitir que algo así pasara, debían encontrarlo, no permitirían que alguien como ese chico estuviese por las calles, actuando como si nunca hubiese tratado de cometer una locura. El problema era, que no tenían ninguna pista y las esperanzas de encontrarlo, eran pocas.

—Deben encontrarlo. —intervino Tzuyu—. Es peligroso que siga por allí.

—Simplemente escapó. —dijo Mina, mirando un punto muerto—. Sus padres ni siquiera saben dónde está.

—Baekhyun dijo que intentó detenerlo, pero la verdad es que no le creo. —cuestionó Sana, en un suspiro—. Los dos están locos.

—Más que eso. —respondió Tzuyu.

En el colegio los estudiantes ya sabían lo que había pasado y de inmediato crearon rumores, más que falsos, a decir verdad. Mina estaba en boca de todos, la acusaban de ser la única culpable y ella también lo sentía así, pero no necesitaba las palabras de otros, solo el perdón de una persona y ya lo había conseguido, nada más le importaba.

*

—Chaeyoung, ¡Levántate! —Mina golpeaba suavemente las piernas de la chica.