The Fucking Queen

Sorprise Madafaka

Todos estaban corriendo como si su vida se fuera en ello. Me centro en mi tarea. Inmovilizo a los primeros tres chicos que son llevados a la pista.

Utilizo mi chamarra para atarles las manos a los tres juntos. Es bueno que los tres sean de diferentes equipos; no se van a ayudar para escapar.

Los chicos salen para recorrer la zona. Me dejan sola con los otros tres chicos. Que buen primer día.

—Oye, linda —Se aventura uno de los tres chicos atados. Es rubio casi pelirrojo.— ¿Nos ayudas a escapar?

—Si, claro. Solo dejenme soltarles el agarre. —Me acerco a el nudo nivel dios que hice en sus manos.

—Gracias, hermosa. Te vamos a recompensar por esto. —Asco.

Tomo el nudo y lo aprieto lo más posible. Oigo los quejidos de los tres chicos.

—Pendeja, ¿Qué haces?

Me separo de ellos y veo complaciente las tres caras de dolor.

—Enseñandote a no meterte conmigo. No soy una puta que se vende.

Antes de que el chico responda Parker llega con otros dos chicos. Uno en cada mano. Patalean para zafarse de sus manos pero es inútil.

Los tira al suelo, me mira rápidamente y vuelve a correr al bosque. Los chicos piensan escapar. Los tomo del cuello, uno se somete y se deja guiar hasta que lo amarro con los demás.

El otro no es tan dócil. Se echa a correr. Corro hasta alcanzarlo y me cuelgo de su cuello para aprovechar mi fuerza, peso y velocidad acumulada para hacerlo caer. No es alguien débil, necesito toda la fuerza que pueda. Me dejo caer y el chico cae conmigo.

Sin perder tiempo le tomo del brazo y lo pongo en su espalda. Lo llevo hasta el centro con los otros. Pongo el nudo de mi sudadera en su garganta, si los chicos se mueven, lo ahorcan.

Liam y Troy llegan casi al mismo tiempo, apenas termino con los que Parker trajo. Cada uno lleva dos prisioneros.

Suspiro. Va a ser algo muy largo.

*******

Llevamos ciento veinte chicos, solo faltan tres. Thomas y otros más. Faltan tres horas para el amanecer. Los chicos no los encuentran.

La hora de la comida y la cena fue la más productiva de todas. Llegaron cinco en solo cinco minutos. Troy tuvo que ayudarme. Nadie ha intentado escapar. Bueno, no sin romperse algo.

Sé donde están, al menos Thomas. Es muy listo, debe estar en los árboles. Vi sus brazos y manos antes de que esto empezara, tiene rasguños, escala árboles.

Parker llega con los dos chicos, pero Thomas no está entre ellos.

—Parker, dejame buscar a Thomas, sé donde puede estar.

—No, —Esta sudado y agitado. No ha comido seguramente. —Eres carcelera y te quedas aquí.

A la mierda todo.

—Lo siento, Parker.

—¿Qué?

Echo a correr al bosque. No le doy tiempo a que reaccione. Antes de cruce el limite entre pista y bosque le grito.

—¡Ahora es tu turno de cuidarlos!

—¡Robbin!

Me pierdo en el bosque, llego a un pequeño lugar, me siento y agudizo mis oídos. Oigo las ramas sacudirse con el aire, rozando una con otra. Hasta que alcanzo a escuchar algo diferente.