The Fucking Queen

Bomba

(June's POV)

Ya llevamos tres horas de juego y nadie se a acercado ni un poco a la bandera.

—Liam ya salió, —Troy aprovechó a revisar. — no estaba en el árbol donde lo dejamos, ni sus cosas.

—Tenemos que encontrarlo...

—No tenemos tiempo, —Interrumpo. —ya llevamos tres horas y no encontramos la bandera, puede que los otros ya estén de camino a ella. Liam nos encontrara en el camino.

—Maldita sea, no podemos dejarlo solo.

—Parker, tenemos que ganar.

—¿Desde cuándo eres así?

—¿Disculpa?

—Haz lo que quieras, yo voy por Liam.

Se da la vuelta para irse.

—¿Te das cuenta de que esto solo es un juego y nada le va a pasar? —Las palabras salen antes de que pueda reprimirlas.

—Lo mismo te pregunto a ti. —Se detiene pero no me da la cara.

Prefiero no responder y se larga.

Mierda. ¿Qué le pasa?

—No lo sé, pero no es normal. —Creo que pensé en voz alta.

—Hay que seguir. Aunque primero tengo una duda; —Troy frunce el ceño casi con miedo. — ¿Se vale el secuestro?

Sus ojos se abren de par en par.
No me importa si Parker no quiere ganar o esta raro, yo voy a ganar como sea.

Localizo a un chico del equipo contrario, encuentro a uno de los que paralicé antes.

Hago señas para que Troy se prepare para correr si es necesario, una vez intentado tiene que funcionar o Thomas sabría que no tenemos ni una pista.

Me encaramo a el árbol justo sobre él. Espero dos segundos y me dejo caer.

Apenas entro en contacto con él, me aferro a sus hombros y piernas en un intento de inmovilizarlo. Tras un poco de forcejeo logro mi objetivo.

Bueno, Troy lo hace. Con un buen golpe en la cabeza.

Entre ambos lo llevamos a la cabaña de entrenamiento y lo atamos a una columna. Espero a que despierte mientras doy una vuelta por el lugar.

En rincón donde estabamos Parker y yo no pasa inadvertido para mi. Pero tengo que alejar esos pensamientos cuanto antes.

—Robbin.

Regreso a donde Troy y me arrodillo para ver el chico; es el mismo que vi en la cafetería, no me había fijado.

—¿Esto se vale? —Pregunta el chico claramente asustado. —Les juro que no se nada, de hecho, nadie.

—Explicate. —Le ordeno. Mi voz sale más fuerte y fría de lo que planee.

—No hay ninguna bandera escondida, nadie ha visto nada, ni siquiera nosotros. —Resopla. — Ya peinamos toda la zona, y supongo que ustedes también y no encontraron nada.

—Si no hay bandera...

—Hemos estado peleando y lastimándonos sin objetivo. —A completo las palabras de Troy.

El silencio irrumpe en el lugar, cada quién en su propio mundo.

—Maldita sea... —Empiezo a soltar al rehén y dejo que se vaya.

—¿Qué cosa? —Troy se levanta imitandome. —Robbin, tienes que decirlo.

—Ya sé qué esta pasando. Ya sé cual es la bandera...