The Fucking Queen

Otro puto al juego

(Parker's POV)

Una hora.

Una maldita hora tratando de adivinar dónde estaba el dichoso internado militar.

Y nada.

Después de pasar tremenda verguenza con la chica rubia (que después de dos segundos se volvió estupida) tuve que arrastrar a todos fuera del local.

—Se que empezaba con San... Algo.

Estamos sentados en unas bancas intentando recordar el lugar del internado.

Ya es de noche y no tenemos donde dormir, ni nada. Liam y Troy siguen corriendo como estúpidos entre la gente preguntando si conocen el internado y siempre es la misma respuesta.

No.

—Hay muchos San, tonta. —Le reprocho.

—Uy, perdón, idiota.

—Disculpa, ¿están perdidos? —Interviene una voz extraña.

—No.
—Si.
Respondemos al mismo tiempo.

—Este lugar es peligroso, no deberían estar aquí a estas horas, solos.— Su voz denota preocupación.

—No se preocupe, sabemos lo que hacemos.

Levanto la mirada a un chico unos años mayor que nosotros, tiene el pelo entre castaño y rubio, largo hasta los ojos, son grises como los de Liam.

—¿Cuál es su nombre, dama? —Le pregunta a June con una sonrisa, ignorandome.

Reprimo una carcajada por el título. Ya casi ella será una dama.

June se da cuenta y me codea fuerte en el brazo haciendo que se entuma mientras que le dedica una sonrisa tonta y tímida al chico.

— No importa mi nombre.— No me gusta el tono tierno de su voz. — ¿Cuál es el tuyo?

—Bien, supongo que serás la chica misteriosa. —Le da una sonrisa cálida que la hace sonrojar. ELLA SONROJADA. —Soy Jonathan, pero supongo que puedes llamarme Jona, como mis amigos.

—No creo que sea conveniente que nos diga su nombre, más desde que esta zona no es segura. —Intervengo desviando la atención de June.

—Tal vez, pero estoy seguro de que ustedes no son malas personas, —Luego vuelve su mirada June —una chica tan linda no puede ser así, ¿o si?

Ella no dice nada, solo sonríe y agacha un poco la cabeza. ¿Pero qué mierda es esto...?

—Si quieren pueden venir conmigo por esta noche. —Ofrece.

—No necesitamos ayuda. —le hablo frío.

June me codea de nuevo y me dice al oído.

—Las reglas no dicen nada de eso.

La piel se me eriza y siento algo que sube a mi cara.

—Pero puede ser peligroso. —Le respondo sin hablar al oído, aunque ella lo sigue haciendo.

—Somos militares, ¿qué podría pasar?

—Es arriesgado.

—¿Y no te atrae eso...? —Dios, me va a matar.

Me quedo paralizado. Y ella aprovecha para responder.

—Esta bien.

Se levanta y va por Liam y Troy.

—¿Es tu novia? —Pregunta el chico.

—Si. —Lo miro con odio. —Así que si valoras tu vida no te acerques a ella.