The Fucking Queen

El saco tiene algo

(Parker's POV)

June me evita. Genial.

No tengo ni puta idea de dónde esta. No esta en la sala de ejercicio, tampoco en el comedor o en la cabaña, no esta en su escondite del árbol.

Me rindo, voy a sacar algo de energía en el saco, al fin de todo, tengo bastante tiempo; no sabemos cuando llegarán los otros equipos. Me encamino a la cabaña pero andres de que pueda abrir la puerta escucho la voz de June.

—Espera..

¿Qué diablos? Ya la había buscado ahí.

—Esta muy grande, no cabe en mi boca. — ¡¿Qué carajos?!

—Tranquila, —¿Robbin? —Tu solo intentalo. Te va a gustar, será divertido.

—Pero no puedo, me voy a morir con eso.

—Eres una exagerada. No está tan grande.

Suficiente.

No quiero seguir escuchando sus cochinadas. No puede ser que ella esté haciendo eso. Tal vez solo escuché mal. Pero no puedo evitar que mi sangre hierva.

Me pongo las vendas y entro al lugar. Empiezo con fuerza. Más de la que bebería pero no me importa. Solo quiero partirle la cara a ese imbécil.

Pierdo la noción del tiempo. Me siento cansado pero no puedo parar.

—¿Parker? —Genial, la ultima persona que quería ver.

No dejo de golpear el saco y me limito a ignorarla.

—Parker, ya basta, te estás lastimando. —se acerca alarmada a evitar que siga golpeando. —¿pero qué te sucede?

Me toma de las manos pero las saco de inmediato. No quiero que me toque.

Sus ojos se ven preocupados y ceño está fruncido en clara confusión.

—No quiero que vuelvas a hablarme en tu vida. —Suelto con el mayor veneno del que soy capaz.

—¿Qué rayos te pasa? Hace unos minutos eras muy cariñoso y todo sonrisas, y ahora me dices que no te hable. —Se toma el cabello entre las manos y tira de el. — ¿Quién te entiende? Joder.

—Y ahora te haces la víctima. —Saco una sonrisa irónica y frustrada. —No puedo creer que estés aquí como si nada, como si no hubieras hecho nada. —Empiezo a aplaudir. — Eres muy buena actriz, deberías de ir a la escuela de actuación en vez de estar aquí. Te lo reconozco.

—¿De qué demonios hablas ahora? —Empieza a alzar la voz. — ¿Qué te hice?

—¿¡Qué me hiciste!? Claramente, nada. Se lo hiciste a Robbin. Maldita sea.

—¿A Robbin? ¿Qué crees que le hice a Robbin?

—No sé, dimelo tu. —Hago un circulo con la mano señalándola. — ¿Qué hacían en la cabaña?

—¿Quieres saber qué pasó? Aparte de que me espiaste. —Rueda los ojos.— Él vino a la cabaña para hablar de lo que nos había pasado en otros lugares y me mostró cosas que ellos habían visto.

—Pero ustedes... —Levantó las cejas para que continuara. — Creí que... Que ustedes habían... Hecho otras cosas. —Arruga el ceño. —Que habían tenido sexo pues.

—¿¡Estas enfermo de la cabeza!? Claro que no, por Dios. ¿Qué me crees?

—Pero escuché: Es muy grande, no cabe en mi boca. —Trate de imitarla.

—Eres imbécil. Yo nunca haría algo así. Maldito pervertido.

—Entonces...

—El me dio un durazno de donde ellos venían, dijo que se acostumbraba a comerse enteros y me retó a hacerlo. —Se cruza de brazos. —No se porqué te debo de dar explicaciones.

Genial. Ahora me siento mal por pensar eso.

—Yo... —Intento acercarme pero me fulmina con la mirada. —Lo siento. De verdad. No debi pensar eso, tienes razón.

—¿Porqué te pusiste así? —Habla de repente con la voz triste y cansada. —¿Porqué pensaste eso de mi?

Su mirada decepcionada solo hace que me sienta peor. Soy un idiota.

—Estaba... —Dios, no me creo que vaya a decir esto. —Celoso.

—¿Celosos porqué?

—De que no fuera yo quien estaba contigo. —Suelto todo. No me importa si no me quiere, solo quiero que lo sepa. —De que prefieres estar con él en vez de conmigo, de qué el sea tu amigo y a mí me odies. De que no me quieras. Y mientras yo solo quiero un poquito de atención, por eso te molesto cuando puedo. No me había dado cuenta antes pero, quiero estar contigo todo el tiempo. Desde que llegaste, no pude odiarte como fingia. Te amo.

Me me di cuenta de cuando empecé a caminar pero ahora me encuentro a centímetros de su cara.

Ella me escucha absorta y podría jurar que se debate entre creerme o no.

—No es verdad, solo estás...

—Te amo. — la interrumpo.

—No es...

—Te amo. —Por cada te amo que digo ella retrocede y yo la sigo. Porque la voy a seguir hasta el mismo infierno.

—No...

—Te amo.

—Pero...

—Te amo. —Llega a lado pared y solo mira alterada a todos lados.

—Yo...

—Te amo.

No dice nada más y se abalanza a mi. Me sorprende sentir sus labios con los míos pero no me quedo atrás y le devuelvo con fuerza. Definitivamente, sabe a durazno.

Dejo que sus manos se enrosquen en mi cabello mientras paso las mías por su cintura.

Al final tenemos que romper el beso pero ella habla antes de que pueda hacer algo.

—Te amo también.

Deja caer su cabeza sobre mi pecho. Dejo un beso en la coronilla de su cabeza. Empiezo a caminar con ella hasta un rincón donde sentarnos. La siento sobre mi regazo y me pongo a jugar con su cabello mientras ella se acuesta en mi.

—Algo tiene éste lugar. —Habla apenas en un susurro. —Aquí te dije mi vida.

—Y luego me golpeaste con una roca. —Siento como sonrie en mi pecho a mi comentario.

—Y ahora esto.

—Y tal vez, luego, haya más que decir aquí...

—¿A qué te refieres? —Se separa de mi para verme a los ojos.

—No lo sé... —Me hago el inocente y vuelvo a besarla antes de que pregunte otra cosa y tenga que decirle lo que pensaba.

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Hola a tod@s.

Hacía mucho que no estaba aquí, no tenía inspiración. Pero ya llegué. ¿Qué les pareció? A mi me encanta la canción (no sé si la reconocen pero es de una peli buenisima, si quieren les paso el nombre: Battle).

No me comprometo a subir seguido por las vacaciones pero no voy a abandonar esto.

No tengo anuncios. Solo que les deseo buenas vacaciones.

Ya me acordé!
Voy a borrar ciertas historias que ya no puedo seguir por el momento. Son historias viejas, antes de que me vayan a chillar por esta. Pero prometo que las volvere a subir cuando las tenga bien organizadas.

Eso es todo.
Grax, me despido.