One.

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Agradeció que nadie estuviese en casa ese día, así podía pasar más tiempo con sus amigos corriendo y jugando por el bosque que tanto les prohibían visitar, dicho lugar no tenía la culpa de ser tan hermoso, pacífico y peligroso al mismo tiempo por la cantidad de terreno que este ocupa.
Corriendo por el bosque, los gritos de adolescentes jugando se hicieron presentes, entre risas, gritos y James pues llevaban ya un bien rato pretendiendo que eran zombies. ――¡Dijimos que no de vale esconder detrás de los árboles!

――¡No es como si hubiese otros lugares donde hacerlo!

La menor de todos ellos aprovechó que discutían sobre los lugares válidos para ocultarse, de forma veloz corría entre los arbustos escuchando que ya uno de sus amigos iba detrás suyo, por girar a ver quién era el zombie que la perseguía, se estrelló contra una cerca que la hizo golpearse el rostro y retroceder. La adrenalina de querer ganar fue más fuerte y saltó la cerca aún con su amigo gritando "¡Espera, ten cuidado! ".

――Auch.
Quejó. Un pequeño raspón apareció en su rodilla y ladeo la cabeza, pues bien recordaba que jamás había visto esa casa que ahora ante ella aparecía.
Ese lugar estaba cercado pero era debido a que decían; animales salvajes frecuentaban ese sitio, más no era muy claro para ella si esa vieja casa estuvo ahí todo el tiempo. Una nueva parte del bosque que apenas conocía, por eso era tan fabuloso estar ahí, por eso amaba tanto visitarlo.

Estaba por dar la vuelta para marcharse, la idea de que un oso saliera de la nada y dramáticamente la atacara era aterradora, sin embargo, no pudo hacerlo. Una sensación entre intriga y curiosidad se apoderó de ella, como si algo le estuviese pidiendo que entrara, por favor.

――¡Erin!
Gritaron afuera de la casa, ella dentro levanto su mano invitándoles a pasar.
――Si llegó a tarde a casa otra vez, mamá me castigará. ――Su amiga puso los ojos en blanco al ver el exceso de polvo y lo deteriorado que el sitio estaba, casi criticando que no había razón para estar ahí.

Pronto los 4 amigos, estaban inspeccionando la casa. No había ningún tipo de pertenencia o señal de que le perteneciera a alguien, más que un viejo vestido lleno de suciedad. Abigail lo sacudió levantando las cejas con sorpresa pues era una prenda muy linda, pero se veía ya bastante vieja y descolorida.

――Parece que nadie vivió aquí. Podría ser nuestro escondite, ¿No lo creen?

――Si tu lo dices.--Aby rodó los ojos, nuevamente y la más joven apretó los labios sintiendo incomodidad, por más que intentaba, parecía que sus ideas nunca eran lo suficientemente buenas para ella.

――¿Tienes que ser tan seca todo el tiempo?

――¿Ahora que hice?

――Minhyuk te ha hablado de forma amable y tú siempre...Tan fría.

――Uh, disculpa, Señor Positivo Jun.

Erin decidió huir de la escena que sus acompañantes hacían esto porque la sensación de hace un rato incrementaba conforme se adentraba.
Las escaleras eran de madera, ya desgastada, había polvo por todos lados. Subiendo a las habitaciones, completamente sola, Erin sintió que había alguien más ahí, lo cual le asustó, pero no lo suficiente para salir corriendo.
Recorrió el pasillo con el piso de madera que crujía tenebrosamente, hasta que sus pasos a pesar de seguir siendo firmez dejaron de hacer la madera sonar, justo frente a una habitación con la puerta Roja y cerrada.

Unos susurros se hicieron audibles, no estaba segura si los demás podían oírlos, era lo más parecido a tener a alguien a un lado tuyo diciéndote un secreto, solo que en este caso, oía esas voces hablarle.
――Abre la puerta. Acércate más. Déjanos verte mejor.

CRYSTAL CASTLE | Jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora