Estaba tirado en el piso, viendo el cielo de colores, observaba la forma en la que el techo cristalino se iluminó para lanzar un rayo de energía al cielo y este obtuvo colores recargados. Sin embargo, aún teniendo tan hermosa vista frente a él, no dejaba de pensar en ese marrón claro en los ojos de Erin y como estos mismos llegaban a parecer un espejo de lo brillante que son.
――Desde que la mire por primer vez... ――Hizo un recuento, intentando ser honesto consigo mismo, tratando de averiguar esa extraña sensación que se apodera de él.――No he dejado de pensar en ella.
–¿Es una pregunta?
–¿O una afirmación?――Afirmación.
–Estás interesándote más de lo que debes.
–No puedes.――¿Pueden dejarme solo? Gracias.
Malhumorado camino en otra dirección, huyendo de las luciérnagas que se quedaron atrás suyo. ――Creo que ya me he acostumbrado a ella, de otra forma, ¿Por qué siento qué hoy todo es tan aburrido?Con desconcierto observo el centro de su pecho iluminarse de forma nítida. Corrió hasta la habitación de los espejos, quitando la vieja sábana llena de polvo de encima de uno de ellos, ese que tenía prohibido usar. Necesitaba algo puntiagudo y filoso, lo suficiente para no perder tanto el tiempo. Sus ojos se enfocaron en un pedazo de cristal que estaba por ahí y fue ese mismo el que uso para cortar la palma de su mano. Dejó caer cinco gotas de sangre con cierta distancia, cuando el espejo empezó a tambalearse las gotas se unieron dejando un delgado camino, trazando una estrella.
Por un largo tiempo, el sueño de recibir un beso de Jun fue uno de los anhelos que ella llegó a tener. A pesar de esto, en ese momento se sintió tan incómodo.
――Perdonáme. ―― Tomó un poco de distancia, apenas un hilo de separación. ――Por hacerte pensar que nunca me daba cuenta de tus sentimientos por mi, los sabía, porque yo los sentía por ti también.Erin se aferró al borde del lavamanos con sus manos, estando a espaldas de este, por lo disparatado que sonó su confesión.
――Es que no... No quería aceptarlo, pensaba en que Abigail no merecía que después de tanto tiempo juntos yo sintiera interés por otra persona, pero no era justo para mi fingir y ahora que hemos terminado, ya puedo dejar que esa emoción fluya con naturalidad.――¿Estás jugándome una broma? ――Erin preguntó. ――No es gracioso...
――No pretendo serlo, estoy siendo honesto y estoy algo nervioso por saber si aún estoy a tiempo de ser correspondido.
――Lo que dices no tiene sentido. Jamás me prestaste atención cuando salías con Abigail y tampoco trataste de fingir que no te divertía verme ser humillada por ella cada que se burlaba de mis sentimientos por ti. Jamás le pusiste un verdadero alto, solo te quedaban mirando.
――Eso fue porque-
――Si solo haz venido por mi porque pensaste que era seguro que te correspondiera... Lamento decirte que ya alguien me hizo entender lo que es querer y sentirse querida de verdad.
――Pero Erin...
――Por favor, Jun, hazte a un lado y déjame ir.
――No... No entiendo, te morías por ser mi novia...Te gustaba, ¿Tan poco era tu cariño?¿Me superaste tan rápido?
――¿Qué debía superar? ¿Tu falso cariño?
――No mentí cuando decía que te quería. Sí, al principio se sintió obligado porque Minhyuk insistió en hacernos tus amigos pero con el tiempo-
――¿Qué? ¿Me toleraste?
――Erin sabes a lo que me refiero.
――No, no lo sé. Se aprovecharon de mi inocencia y ganas de tener amigos, me vieron quererlos con tanto cariño y en el proceso de esa falsa amistad me gustaste porque pensé que yo era alguien tan importante como tu lo eras para mi. Tantas veces me puse bonita para ti ¡Nunca me notaste! No contradeciste a Abigail cuando dijo que me querías por obligación. Nunca hiciste nada cuando ella decía todas esas cosas sobre mi.
――Erin limpió sus lágrimas de forma brusca.――Quería hacerlo pero-
――Cuando una persona quiere a alguien, no permite que soporte todo lo que yo soporte.
――Lo sé, lo sé bien-
――Acepté todo eso porque los quería.
――¡No puedes esperar que las amistades sean perfectas! ¿Si?
――¡No pero tampoco son así de amargas!
――Erin, lo siento. Yo no quería hacerte sentir así, nunca quise herirte.
――Pero lo hiciste.
――Déjame demostrarte que puedo querer honestamente. Me gustas, Erin.
――No puedo, lo siento...
――Erin, por favor...――Impidió que se moviera, obligándola otra vez a chocar con el borde de los lavamanos. Creyó que un beso más la haría cambiar de opinión. Al contrario, solo ocasionó que su asco creciera.
――Déjame ir... Jun, deja de besarme.
Así no es como quería recordar su primer beso, todo menos eso. Siendo forzada por la persona a quien una vez aprecio. El estómago se le revolvió, sintiendo unas ganas inmensas de llorar.
Sin duda alguna, a las personas a las que una vez llamó amigos, nunca las conoció del todo. No creía capaz a Jun de hacer algo como eso.Solo tenía los ojos entre cerrados pero se alteró cuando una luz brillante ilumino todo el lugar, parecía venir de sus espaldas.
El destello fue tan cegador que esta vez si se vio con la necesidad de cerrar los ojos, sintió que el peso que el cuerpo de Jun hacia sobre el suyo desapareció.
Abrió los ojos confundida por todo lo que sucedió.Verlo ahí de espaldas hizo que le dieran escalofríos.
Había sido él quien lo empujo lejos y estaba frente a ella, impidiendo que el otro se acercara nuevamente.Jun miro la puerta desconcertado, no le había visto entrar. ¿De dónde salió?
――Mantén tu estúpido miembro lejos de su cuerpo, no vuelvas a tocarla jamás. No tienes permitido ni siquiera respirar cerca de ella.
——Jimin amenazó con un rostro inexpresivo y la mandíbula apretada.——O voy matarte.
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CRYSTAL CASTLE | Jimin.
Fanfiction"El mundo ideal con el que tanto sueñas tiene un costo." Prohibida su adaptación sin consentimiento del autor. Obra original y terminada. Primera parte de una serie de dos libros.