Miradas de deseo.

La primera detención.

NARRA SAMANTA

Era tan sumamente extraño ver a Carlos trabajando al mismo nivel que nosotros, que me estaba hasta gustando. Pero es que no solo los tres estábamos en ello, sino que Jessica también. Habíamos dividido los empleados entre los cuatro, de esa manera todo iba a ir más rápido.

Media hora después de sumergirnos todos en un universo de números y cuentas bancarias, cuando mi teléfono sonó. El comisario quería hablar conmigo. Tan solo me pidió que fuera a verle, era importante; y yo sabía para que era.

No dije nada, tan solo una mirada a Jessica. Aunque ella estaba más concentrada en apuntar algo en un folio. Tomé aire mientras bajaba por las escaleras. Era oficial, yo dejaría de trabajar allí.

Me dio acceso a su despacho en cuanto llamé. Me pidió un segundo, lo que tardó en firmar un papel y cerrar la carpeta.

- ¿Sabe por qué la he llamado, detective?

- No, señor.

- He recibido esta mañana una llamada de alguien... Demasiado importante. Por lo visto, ha solicitado el traslado de su expediente.

- Sí... - susurré.

- ¿No está contenta aquí?

- Sí, señor, lo estoy - tragué saliva recordando las palabras de Jessica esa misma mañana – Pero tengo la necesidad de crecer profesionalmente, y en una comisaría tan pequeña, no creo que pueda hacerlo.

- Me gusta que tenga ambición. No me sorprende que lo haya hecho, creo que todos en su lugar lo haríamos – sonreí quitándome toneladas de encima – Lo único que me ha sorprendido por el destino que le han dado.

- ¿Cuál?

- La comisaría del distrito centro de la capital – me miró – Dicho en otras palabras, la comisaría donde trabaja la inspectora Jenkins – no supe qué decir, así que me decanté por sorprenderme y no decir nada – Su comisario lleva tiempo detrás de un detective, eso lo sabe todo el mundo y la elegida es usted. ¿Jenkins lo sabe?

- No lo sé, señor.

- Bueno, luego hablaré con ella – carraspeó – Ahora quiero que me responda a algo, Ruiz – asentí - ¿Se ve capacitada para esa comisaría?

- ¿A qué se refiere?

- Va a pasar de jugar en segunda regional para hacerlo en la Champions – él y sus referencias con el fútbol – El equipo de Jenkins se destaca por resolver casos a una velocidad asombrosa, por eso ella es...

- Sé cómo es ella, señor. La he seguido mucho tiempo y su trabajo me fascina.

- Pero una cosa es seguirla y otra trabajar con ella...

- ¿No cree que pueda hacerlo?

- Sí, sí. No tengo duda, solo digo que me preocupa. Es un paso muy grande...

Realmente no lo había pensado. Sabía a lo que me enfrentaba, o al menos me lo imaginaba. Trabajar con Jessica y con su equipo, era trabajar con lo más eficiente del país. Era un ascenso vertiginoso.

Sabía que Jessica no habría tomado la decisión de llevarme allí a la ligera, pero comencé a temer que lo hubiera hecho por mí y no porque en verdad supiera trabajar allí.

No estaba acostumbrada, ni a trabajar tanto ni bajo presión. Pues sabía que lo que haría con Jessica sería todo lo contrario a lo que hacía con Carlos. Las dos caras de la moneda.