❀ Desde que lo conoció, KyungSoo siempre ha complacido a JongIn en todo lo que quiere, sin importar absolutamente nada, porque para KyungSoo, JongIn lo merece todo aunque se porte siempre como el osito mimado que realmente es.
❀ autor: arhatdy
❀ So...
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Le había costado un poco de trabajo el decirle a su nana GaBi que se fuera temprano, también decirle a HongBin que no iba a requerir de sus servicios, por su quería tomarse el resto de la tarde y noche libres.
Había comprado una botella de vino pese a que él no sabía mucho de alcohol e incluso le habían pedido la identificación para poder pagar, cosa que lo hacía sentir bastante halagado, considerando que sus veintes estaban casi a la vuelta de la esquina.
Era noviembre y hacía un poco más de frío, los vientos sobre la ciudad se sentían cada vez más helados, pero ni siquiera las colosales nubes grises en el horizonte iban a hacer que su plan menguara.
GaBi entendió que el niño JongIn quería estar solo porque aparentemente tenía un regalo sorpresa para su señor, por lo que terminó guiñándole y con una diminuta sonrisita mientras se marchaba del departamento, convenciendo a HongBin de que hiciera lo mismo.
ㅡ El señor Do me matará si me marcho y necesita algo, joven JongIn.
ㅡ Tengo tu número, puedo llamarte si necesito algo, pero ya compré lo que necesitaba en el supermercado.
De regreso a casa había hecho varias paradas, se habían detenido en el súper para comprar algunas cosas que necesitaría para que su sorpresa fuera realmente excitante. Así que después de renegar un poco porque no consideraba que fuera lo correcto, el chofer terminó marchándose como la nana se lo había aconsejado.
JongIn se dedicó a encargar un poco de cena porque pese a que quisiera esforzarse en la cocina, era consciente de que era un peligro si se quedaba solo, lo que menos deseaba era morir calcinado, mucho menos sin ser follado una vez más por su papi.
Así que dejaría sus extraordinarios dotes de cocinero para otra ocasión y se dedicó a elegir algo para los dos en uno de los restaurantes favoritos de KyungSoo, donde al dar el nombre de su hombre lo atendieron con presteza y con una atención impecable.
No cabían dudas de que KyungSoo se hacía notar en los lugares que pisaba.
Mientras esperaba por la cena, JongIn se dedicó a ver la televisión recostado en el sofá, sin prestar mucha atención a la película en realidad, hasta que una escena hizo que se irguiera hasta quedar sentado y abriera los ojos con detenimiento, observando cauteloso y con las mejillas ligeramente arreboladas todo.
Una sonrisa se dibujó en sus pomposos labios y alcanzó el cojín más cercano, llevándoselo a la cara para cubrirse mientras se tiraba de nuevo en el acolchonado de sillón, dando pequeñas pataditas como un niño pequeño, el que realmente era.
ㅡ Es perfecto. ㅡ A JongIn le brillaron las pupilas de chocolate y decidió que debía apresurarse si no quería ser sorprendido por KyungSoo sin que él se hubiese terminado de arreglar para la ocasión.
