❀ Desde que lo conoció, KyungSoo siempre ha complacido a JongIn en todo lo que quiere, sin importar absolutamente nada, porque para KyungSoo, JongIn lo merece todo aunque se porte siempre como el osito mimado que realmente es.
❀ autor: arhatdy
❀ So...
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KyungSoo no suele llegar temprano del trabajo, por lo general es JongIn quien siempre lo espera e incluso comparte un poco de tiempo con Gabi noona y HongBin hyung, a veces los tres se ponen a ver la televisión un rato o simplemente el moreno se pone a hacer sus deberes de la universidad.
Pero pese a que el semestre terminó finalmente y JongIn tuvo un poco de problemas con algunas materias, se sentía realmente satisfecho de aprobarlas todas y pasar al siguiente sin muchas complicaciones.
El morenito recordaba lo feliz que había estado de decirle a KyungSoo que había pasado todas y que necesitaba muchos premios, por lo que esa noche se había dejado llenar de ositos la frente, mientras recibía muchos mimos de su papi y le hacía el amor lento, haciéndolo disfrutar al máximo del esplendor de sus cuerpos juntos.
JongIn no podía decidirse por cuál era la faceta que más le gustaba del mayor, si cuando se portaba rudo y lo hacía temblar o cuando todo era tan suave y lento, de cualquier manera sabía que debía estar realmente jodido, porque no importaba la manera en que pasara, se sentía inmensamente feliz, satisfecho y protegido, sentía la calidez de su papi con cada beso, con cada roce de su piel sobre la suya y la manera tan sutil en la que le hablaba.
Pensar en ello lo hacía sonreír como cualquier adolescente plenamente enamorado, soltando uno que otro suspiro mientras el tiempo pasaba y el invierno se instalaba por completo en la ciudad. Diciembre se escurría entre sus dedos y las fiestas estaban a la vuelta de la esquina.
Sin embargo, pese a que JongIn no solía salir solo, ese día lo había hecho, se encaminó a una cafetería donde quedó de verse con su amigo TaeMin, de la academia de baile a la que había dejado de ir por un par de semanas, mientras se calmaban las cosas.
KyungSoo había hablado con él y le había dicho que regresara si lo quería, o que podrían buscar otro lugar para sus clases, donde no lo molestaran. Pero JongIn era demasiado caprichoso y le había dicho que si de regresar se trataba, entonces no le importaba regresar al lugar donde lo había conocido. Donde todo había comenzado.
Pero como cualquier lugar, se habían tomado un descanso para pasar con sus familiares en fin de año, y sería hasta el siguiente cuando él regresaría. TaeMin le había pedido que se vieran, porque tenían tiempo sin hacerlo y porque eran buenos amigos.
JongIn no pensaba que estuviese haciendo nada malo, había ido a ver a su amigo y lo había escuchado sobre algunos problemas familiares que tenía, habían hablado de los demás bailarines y el moreno le había comentado que regresaría a bailar cuando comenzara el año.
TaeMin se puso muy feliz, puesto que ambos se apoyaban el uno al otro y habían hecho un lazo de amistad que parecía estrecharse.
Era por ello que el moreno se había sorprendido cuando las puertas del elevador se abrieron en el departamento y observó a GaBi-Yah con sus cosas, lista para subir al elevador.