Veintidos. S

3.4K 239 39
                                    

Extrañaba la manera en la que ella me provocaba acercándose a mis labios y mezclando nuestras respiraciones aceleradas por la adrenalina del momento

Odio cada vez que alguien nos interrumpe, me dan ganas de mandar todo a la mierda, tomar a Ámbar de la cintura subirla a la barra y besarla de formas inimaginables, pero siempre hay alguien que aparece justo en ese momento para reventar nuestra pequeña burbuja que nos mantiene aislados de todo lo que pasa a nuestro alrededor solo importando nosotros.

Pero tratándose de Luna, no puedo hacer más que morderme la lengua y maldecirla mentalmente

-¿Interrumpí algo? -alzó una ceja

Algo no, Todo.

-No, nada -tomé nuevamente el pañuelo de la barra y seguí limpiando -¿Como van las cosas con Matteo? -desvié el tema

-Bueno, ya ni siquiera me habla y últimamente la veo muy apegado a Emilia -se encogió de hombros con desinteres -Ya ni me molesto en acercarme a él, que haga lo que quiera

-Lo siento -tensé una sonrisa apenado

-Simón, ¿Me puedes decir que es lo que te pasa con Ámbar? -alzó sus cejas

-Luna, no puedo mentirte, eres mi mejor amiga y espero que me apoyes -suspiré -Ámbar me gusta ¿Si? Me tiene mal porque la amo con locura, me enamoré de ella de una manera inimaginable

-Lo sé -asintió lentamente -No es algo que ocultes bien y he visto la forma en la que te quedas mirándola

-¿No estas enojada? -pregunté

-No Simón, yo no le puedo decir a tu corazón a quien amar o no -negó -Y hasta ahora lo entiendo, yo solo quiero lo mejor para ti porque te mereces mucho más, pero si ella te hace feliz, supongo que no puedo interponerme en algo como eso

Podría jurar que mi mandíbula estaba en el suelo, nunca creí escuchar a Luna decir eso pues su relación con Ámbar es, más que complicada

Se odian

-Luna, neta gracias -la abracé con fuerza

-No me agradezcas nada Simón -rió -Bueno, ya me tengo que ir, quede en entrenar en el parque con los chicos ¿Nos vemos después?

-Claro chaparra -sonreí

( . . . )


Al salir del Roller me dispuse a ir por el parque para patinar solo y distraerme un rato, a la distancia debajo de un frondoso árbol estaba una cabellera rubia con leves mechas rosas

Ámbar

Suspiré, vamos Simón sigue intentando

Caminé hasta donde se encontraba ella sobre una pequeña manta negra leyendo un libro, solté mi mochila y tomé asiento a su lado

-¿Que se te ofrece? -murmuró cortante sin dejar de leer su libro

-Nada, solo quería estar aquí -sonreí

-Largo Simón, antes de que me enoje enserio -

-No me iré -sentencié cruzandome de brazos

-Bien, como quieras -bufó acercando más el libro a su rostro evitando el contacto visual conmigo

-¿Por qué todo tiene que ser así? -pregunté rompiendo el silencio luego de un rato

-¿Así como? -bajó un poco el libro dejando ver sólo sus ojos azulados -Así es como tiene que ser, así es como tu lo quisiste -volvió a alzar el libro

-Todo puede cambiar, bonita -coloqué una mano en su pierna dando leves caricias con las yemas de mis dedos

-Deja de llamarme así -escuché como su voz se quebraba -Por favor, vos lo seguís diciendo como si nada pero a mi me lastima Simón

-Boni... -corté mi frase -Ámbar, no sabía que te sentías así

-En realidad no sabes como me siento, yo ya no siento nada Simón. -

-Se que no es verdad -negué -Ese corazón aun late con fuerza cuando te digo "bonita" y el mío se acelera cada vez que te sonrojas cuando te digo así.

-Dejá de hablar estupideces que me enfermas -puedo jurar que rodó sus ojos por detrás del libro

-Ya me cansé, suelta ese libro -quité el libro de sus manos y lo lancé lejos -Y ven aquí -tiré de su mano acercándola a mi haciéndonos caer sobre la manta negra y ella sobre mi recostando su cabeza en mi pecho

-Soltáme Simón -levantó su cabeza dejándola a cortos centímetros de mis labios

-No te tengo agarrada -sonreí divertido, ella mordió su labio inferior nerviosa y esta vez fui yo quien se atrevió a acercar mi rostro al suyo

-¡Ámbar! -la llamó una chica

Emilia

Ámbar se separó rápidamente de mi, me empujó fuera de su manta la recogió, tomó su libro y se marchó con Emilia del parque

Dejé caer mi cabeza en el pasto siendo cubierto por la sombra del gran Árbol

Si me pagaran por cada vez que me interrumpen cuando voy a besar a Ámbar, sería el dueño de la mansión Benson

El bolsillo de mi pantalón donde se encontraba mi teléfono vibró dándome a entender que me había llegado un mensaje

Luna:

Haré una fiesta en mi casa, hoy a la noche, no faltes amigo.

Una fiesta no suena mal, necesito despejar un poco mi mente de lo único que la ocupa

Ella y solo ella

Ámbar

~••~••~••~••~

Mala Influencia; ꜱɪᴍʙᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora