Diecinueve. Á

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[Este capitulo contiene referencias suicidas y lenguaje inapropiado haciendo referencia al uso de drogas y otras sustancias ilícitas, se recomienda discreción, lee bajo tu propia responsabilidad].

-Chicos, ya es hora de salir a la pista -aviso Gary entrando al backstage donde nos estábamos preparando para la presentación -Espero que no me decepcionen ¿okey?

-No lo haremos, estamos listos para darlo todo y más -conteste con una sonrisa

-Esa actitud me gusta, ahora andando -señalo afuera y todos lo seguimos patinando a la pista

¿Donde demonios está el publico?

La pista estaba casi vacía solo hay una que otras personas y solo están mirando sus teléfonos

-¿Que es lo que están viendo? -se acercó Gary a un chico y le arrebató el teléfono.

Nos colocamos a su lado a ver que ocurría y en el teléfono se estaba transmitiendo un video "En vivo" de unos chicos patinando en la plaza a unos metros del Roller

-¿Esa es Luna? -preguntó Benicio frunciendo el ceño

-Por supuesto que lo es -tomé el teléfono enojada y se lo devolví al chico sin tener intenciones de ver más de ese patético espectáculo que estaban dando a pocos metros de aquí

Fui a los lockers a quitarme mis patines y salí disparada del Roller ignorando los llamados de Benicio y Emilia, llegué a la plaza y ahí se encontraban ese grupo de perdedores que arruinó mi oportunidad de brillar una maldita vez, cuando terminaron de patinar todo el publico alrededor estalló en aplausos y gritos eufóricos de emoción

Solo eran unos estúpidos pasos ¿Que tanto celebraban? No tenían ritmo ni coordinación Un chico en particular llamó mi atención haciéndome apretar mis puños con fuerza clavándome las uñas en la palmas de mis manos

Simón

Él muy bien sabía que el festival era hoy, mi festival, mi momento de estar bajo el reflector, mi momento de ser apreciada por mi esfuerzo

Pero como siempre la mejor parte se la lleva Luna, clavé mi mirada en Simón, este se percato de ello y volteo a verme, con mis labios modulé un; "Lo arruinaste todo" y salí de ahí tan rápido como pude

¿Tanta era la necesidad de Luna de tener la atención de los demas?

¿No podía dejar su trasero pegado a una silla y no hacer nada?

¿Por qué siempre tenía que quedarse con todo lo mío?

Mis amigos

Mi mansión

Mi familia

Mi vida

TODO

Absolutamente todo era de ella

¿Y que quedaba para la pobre Ámbar?

Ni siquiera las sobras por que según ellos "No merezco un mejor trato por lo mierda que he sido con todos"

¿Donde me encontraba ahora?

Dejando fluir mis sentimientos encerrada en mi habitación con un frasco de pastillas para dormir y un pequeña frasco de heroína junto a una jeringa

-Ámbar -tocaron la puerta de mi habitación

-¿¡Qué hacés acá!? ¡Lárgate! -grité lanzando contra la puerta un pequeño jarrón que estaba sobre mi tocador

-Bonita por favor ábreme necesito hablar contigo -toco un poco más desesperado la puerta

-¡Que me dejes sola la puta madre! ¡¿No entiendes?! -me arrastré hasta la puerta sin importarme clavar en mis palmas los pequeños trozos de cristal esparcidos por el suelo

-Ámbar, por favor abre la puerta -

-Siempre tienes que estar del lado de Luna -cerré mis ojos tratando de controlar el dolor en mis manos -Nunca puedes estar de mi lado ¿Tanto daño te hago Simón? ¿Tanto te cuesta estar de mi lado

-Ámbar por favor escúchame, no cometas una locura -habló tratando de calmarse

-¿Soy una mala persona Simón? -pregunté posicionando la jeringa con el liquido goteando en mi brazo

Él dudó y clave lentamente la jeringa en mi brazo sintiendo ese dolor insoportable en el proceso

-¿Alguna vez me apoyarás en vez de a Luna? -volví a preguntar mordiendo mi labio inferior para no llorar por el ardor en mi brazo

No hubo respuesta y enterré la jeringa mas profundo en mi brazo

-Simón... -murmuré con voz temblorosa

-¿Si, bonita? -escuché su voz entrecortada, estaba llorando.

-¿Me sigues amando? -apreté la jeringa dejando fluir el líquido en mis venas sentí como mi boca se secaba como si jamas en mi vida hubiera probado una gota de agua, no podía moverme lo suficiente pues mi cuerpo pesaba, era como si estuviera muerta, o al menos así lo sentía yo

-Nunca dejé de hacerlo Ámbar -respondió sin titubear

Una pequeña sonrisa triste se deslizó por mis labios, saqué de un tirón la jeringa de mi brazo ahogando un pequeño grito de dolor arrojándola lejos de mi , me coloqué de pie débilmente no se de donde saque la estabilidad ni la fuerza para siquiera mantenerme de pie, me encontraba mareada muy mareada sentía como todo daba vueltas, como pude abrí la puerta y me lancé a los brazos del chico el cual me enamoré sin usar la cabeza, sin planearlo, sin esperarlo. Dejé caer mi cuerpo sobre él siendo tomada por la cintura y cargada, mi cuerpo pesaba y no tenía el control sobre mis piernas

-¡Ámbar! ¡¿Qué es esto?!-preguntó angustiado observando el interior de mi habitación donde estaban muchas pastillas regadas en el suelo sin contar con la jeringa y el pequeño frasco de heroína

-Lo siento Simón, te volví a decepcionar -susurré antes de cerrar mis ojos cayendo en la inconsciencia

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Mala Influencia; ꜱɪᴍʙᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora