Me desperté en una habitación, muy atontada, me sentía como si me hubieran inyectado una droga muy fuerte, la habitación en la que estaba era blanca, en el piso ye en las paredes, había una gran puerta de hierro y no había ningún mueble.
Wanda estaba apoyada semiinconsciente sobre la pared.
Aline y Michael estaban en otra punta e la habitación, Michael estaba conciente tocándose el labio que emanaba un hilo de sangre, probablemente se había resistido a que lo llevaran, Aline estaba dormida sobre el pecho de Michael y el la estaba envolviendo en sus brazos.
-Ey-dije- ¿Qué hacemos aquí?
-oh no se-dijo Michael- sal y pregúntale a alguien, oh espera ¡no podemos!
-ya…ya hemos intentado-dijo Wanda-es imposible-Wanda se veía muy mal de aspecto, tenia ojeras y la mandíbula hinchada.
Me pare y le di golpes a la puerta.
-¡sáquenos de aquí! ¡Malditos hijos de…!-le daba patadas a la puerta-¡déjenos salir!
-Shailine-dijo Michael-es imposible ¿okay? Es el fin, ya esta, estamos acabados, si sigues golpeando la puerta harás que nos encadenen y que nos droguen mas de lo que ya lo hicieron.
-¿Aline? ¿Estas despierta?-dije
-no, sigue inconciente, ya despertara supongo-dijo Michael
Me apoye en la pared y me deje caer lentamente al lado de Wanda, ella respiraba pausadamente y tenia los ojos rojos, no sabia si era por el llanto o por lo que nos habían inyectado no estaba segura.
Mire al techo, había una rendija un humo salida de ella.
Lo que fuera sentía que nos estaba matando, nos debilitaba mortalmente.
-¡¿Qué es esto?!
-eso es suero vaporizado-dijo una voz- lo que hace es que les de sueño y estén tan cansadas que dentro de unos días ya no podrán moverse, ni siquiera mirarse, acabara con ustedes en unas semanas, antes, necesito someterlas a algunos interrogatorios.
-¿¡quien eres tu?! ¿Qué quieres de nosotros?- grite furiosa
La voz se río estrepitosamente- de seguro ya sabes quien soy shailine.
-¿Cómo sabes mi nombre? ¿Quién eres?
Pero la voz no me respondió.
