La explosión me hizo cerrar los ojos.
El espejo se partió en todas sus partes, volando por los aires y cayendo al suelo estrepitosamente. No podía verlo, podía sentirlo.
Abrí los ojos, pedazos de espejo, millones, esparcidos por el suelo y Wanda en el marco de la puerta con una remera gris y sus mismos jeans, también llevaba una campera violeta también mía, me miraba con los ojos abiertos como platos y expresión de asombro.
-te lo diré de la forma mas directa que puedo ¿tu eres tarada?
-estaba probando.
-prueba matando a un policía yo creo que tu espejo no tiene la culpa.
-matar policías es contra la ley.
-aquí amiga, la ley dejo de existir hace mucho tiempo ya y es hora de que lo aceptes, en marcha vamos.
Pase por encima de los vidrios con la mochila al hombro.
- ¿y a donde se supone que vamos?- pregunte.
- En mi casa hay balas y armas cargaremos más comestibles y nos iremos.
- -¿A dónde?- pregunte.
- A la North house.
- ¿¡que?!- no pienso ir al mismo lugar en donde asesinaron a mi madre.
- A tu madre no la mataron fuera si no dentro de ella el cadáver no les importaba solo querían lo que sabían.
- Todavía no entiendo ¿Qué sabían? Mi madre nunca me dijo nada.
- Nadie creía que Amanda fuera a llegar tan lejos no tubo la necesidad de decírtelo.
- Mi madre me dacia todo.
Ella volteo y me miro.
-no se puede confiar del todo en las personas, ni si quiera en las que amas.
Le eche una última mirada a mi casa vacía.
Y salimos a la guerra.
