yo , Mérida y Wanda corrían por los pasillos, habíamos tenido que matar a 3 guardias que aparecían por todos lados como si fuera un juego en el que nosotros eramos las participantes.
-arriba de todo, es una sala, no es muy grande, pero la computadora esta bloqueada.-dijo Mérida.
-¿y sabes la clave?
-a menos que la haya cambiado en los últimas 6 semanas.
-¿últimas 6 semanas?-dijo Wanda que había permanecido callada hasta ahora.
-atacamos la planta aquella vez, buscando exactamente lo mismo, lo había conseguido, hasta que le dispararon a Alice, la madre de Michael, una pena, era una gran mujer…
-¿quieres decir que sus padres están muertos? Todos…nuestros padres… ¿están muertos?-dije
Subimos las escaleras ella iba delante de mi se giro y dijo.
-¿te refieres a tus padres verdad? Pues si están muertos, no se mucho de los padres de los Evans, su madre, si creo que su madre murió, su padre no lo conocí., y tu ya sabes que mi marido falleció.
Wanda se atraganto un momento y comenzó a toser. Mérida se giro y siguió subiendo.
Llegamos a una habitación, la puerta era color azul en la puerta había un cartel que decía “sala de control, pasar con permiso autorizado”
La puerta estaba con llave, la tiramos de una patada.
Dentro había un escritorio y la computadora de Amanda, un perchero con un saco negro colgado y una repisa con libros.
-Revisen esos libros, sacare el archivo y nos iremos.
Mérida se sentó en la silla y empezó a tocar teclas, Wanda y yo bajamos los libros de la repisa, no había mucho allí, n diccionario de diversos idiomas, dos enciclopedias, la novela de los miserables…
En aquella novela, en la primera hoja había escrito un número.
-¡el archivo! ¡Han cambiado la clave! Mierda…-dijo Mérida-
-¡Ey! Eh encontrado este numero no crees que…
-alto ustedes tres
Una muchacha, de unos 20 años aproximadamente nos apuntaba fijamente con la mirada amenazante, su cabello negro resaltaba en su piel blanca, sus ojos eran negros, su boca era una fina línea curvada y llevaba una bata de laboratorio y unos guantes blancos.
-no os dejareis que hurguéis en el ordenador de mi madre, malditas entrometidas ¿Qué e echo para merecer la muerte de mi madre? Ahora os matare a cada una de ustedes si no haceis lo que os ordeno. ¿Vale?
