(Narración: Aline)
Cuando salimos del lugar mis ojos ya no brillaban tanto y mi cabeza ya no daba tantas vueltas.
-Michael ya puedes bajarme.
Michael se detuvo en seco un instante y después me puso en el suelo.
Caminamos tomados de la mano hacia unas camionetas donde se encontraban personas hablando y moviendo los brazos como si tuvieran una discusión, había algunos heridos pero no eran muchos.
Ese era un atardecer muy frío y con mucho viento, un escalofrío me recorrió el cuerpo, todavía estaba descalza y sentía el pasto fresco bajo mis pies Michael lo noto y me dio su campera.
Le sonreí.
Nos sentamos no muy apartados en el pasto mirando el atardecer.
Suspire.
¿Cómo te sientes?-me dijo el.
-no lo se. Esto es raro, es decir que el gobierno te empiece a buscar, olvidarte que alguna vez tuviste padres, tener que crecer de golpe, perder a Rose-puse mi cabeza en su hombro-no lo se, es duro.
-hm...
-Mike-dije de repente poniéndome seria- necesito saber algo.
-claro ¿Qué es lo quieres saber?
Trague saliva.
-que somos.
El me miro confundido.
-¿Cómo que qué somos?
-si es que, bueno, todo esto fue muy rápido, y, cuando le dije a tu hermana que éramos te sonrojaste como si te avergonzaras de lo que somos, y nunca definimos nada, y lo de mis ojos, lo de mis ojos lo vuelve extraño es decir, ¿Qué clase de persona tiene ojos que brillan como luces de navidad? Parecen estrellas atómicas, ¡mis ojos matan gente! Pues ya no se ni lo que soy, y tu me gustas pero no se si vos…
Me beso, y me beso como nunca
-seas lo que seas y como seas yo te amo ¿entiendes? Jamás me avergonzaría de ti, eres…-suspiro- si te digiera todo lo que eres para mí…
Lo mire, sus ojos verdes, ¿Quién no podía amar sus ojos verdes? Su calida mirada podría descongelar toda la Antártida, y sus pestañas finas y delgadas se ajustaban tan perfectamente a su rostro.
Lo tome de la mano.
-te amo-le dije
-yo no, nunca me escuchas, creo que me casare con mi lámpara, ella si ilumina mi vida.
Me reí.
-mira las estrellas, ¿no crees que son hermosas?-le dije
-Mm… creo tus ojos son mas bonitos que ello. Y por supuesto más luminosos.
Lo mire fijamente.
-¿Qué?
-dime que me amas, no quiero un discurso sobre el amor solo quiero que lo digas.
Me sonrío.
-te amo.
-dilo mas convincentemente
Se río.
-te amo Aline.
-Y yo aun más.
