Capitulo 13: reencuentros

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-vamos rose, levántate…

Rose abrió un ojo y la miro con cara de “es sábado no me molestes”

-levántate, rápido.

Rose se sentó en el suelo de mala gana, saco un pequeño peine y empezó a pasarlo por su cabecita.

-rose no tenemos tiempo.- dije

Rose dio un suspiro frustrado.

Se levanto de un salto y bajos del vagón, Aline y Wanda ya estaban allí.

Rose saco el arma y la engancho a la falda de su cintura. Todavía me resultaba extraño ver a una niña de 10 años sosteniendo un arma.

Caminábamos con paso apurado por el camino de tierra, completamente en silencio y en alerta.

Rose caminaba dando saltitos tarareando un “a-a-a-a-a-a-a” en diferentes entonaciones.

Aline parecía estar mirando a la nada, tenia la mirada fija en…bueno en nada solo cada unos kilómetros se acomodaba el cabello y se alisaba la falda y seguía caminando.

Cuando ya después de muchas horas de caminar por el medio de la nada nos topamos con una cerca.

Detrás de la cerca seguía una calle de cemento con casas simples

-tenemos que treparla. –dijo guañida

-¿tre-treparla? –dijo Aline

-o podríamos quedarnos aquí a esperar a que nos mates la que tu prefieras-dijo Wanda

-yo lo Hare primero- dije

Me acerque no fue fácil, arriba había algo de alambre de púa.

Con un raspón en la rodilla logre pasar del otro lado.

-¡quiero intentar! –dijo rose- se parece a los juegos que hay en el patio de la escuela.

Ah la escuela, que tiempos, recuerdo haber ido hasta terminar la educación primaria luego mi madre me enseñaba como hacer tareas de la casa, limpiar, cocinar, planchar, etc.

Rose trepo con suma habilidad hasta que llego al alambre de púa.

Tuve que ayudarla a llegar al otro lado.

Cuando estuvimos del otro lado empezamos a caminar por las calles del pueblo alterno de tu luz.

Recuerdo que mi madre me hablo de esta zona, aquí Vivian vagabundos, gentes de poca actividad económica, gente que no estaba a favor del gobierno (nadie lo estaba pero estos se revelaban) y así Vivian en casas a medio terminar, calles mal echas, veredas rotas, sin semáforos ni carteles que te indican cosas no había comercios ni nada por el estilo. 

De repente una luz me cegó.

-ay ¿Qué es eso?- dije

-¿Qué cosa?- dijo Wanda

-esa…luz- empecé a correr hacia allí y las otras me siguieron.

Llegamos a una calle sin salida donde había una enorme tabla de madera en el suelo.

Aline se paro sobre ella.

-no veo nada

La tabla hizo un ruido y Aline grito

-         ¡shhh!- ¡aquí!

Miramos como Aline se corría y la tabla se abría dando paso a una escalera. 

-bajen- dijo una voz- no les aremos daño estamos en contra.

Empezamos a bajar por la escalera.

Quedamos boquiabiertas.

Allí había una gran sala con mazo menos 15 personas allí.

Había dos hileras de camas dobles con sabanas grises y una mesa con víveres, también había una pequeña puerta que parecía ser un baño. El piso era de piedra y las paredes estaban pintadas de gris.

Una mujer de color nos estaba mirando fijamente, tenia pelo marrón oscuro envuelto en una trenza. Ojos color avellana, y un vestido blanco con zapatos también blancos que hacían resaltar mucho su piel, nos miraba sonriendo.

Y la cara de Wanda se torno blanca pálido.

-¿mama?

Wanda corrió hacia ella  y se unieron en un abrazo.

REVELANCHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora