Sin tu amor -Mario Bautista

Capitulo 21 •••Guerra contra el cáncer •••

Puedes perder batallas pero nunca una guerra.

Narra ____

Durante 8 años peleé en distintas batallas contra el cáncer, en algunas mi cuerpo ya no podía más, perdí en su totalidad mi cabello, adelgace 6 kilos, muchas veces salí del hospital y regresé al par de semanas, tuve 4 operaciones y la ultima me di por vencida, según lo que me habían contado los doctores estuve muerta unos minutos, por mi parte no recuerdo mucho.
Si fue una dura guerra, aún no me crece el cabello pero ya no uso pañuelos o pelucas, decidí que ayudaría o al menos intentaría ayudar en fundaciones donde ayudan a personas que están en la misma guerra contra el cáncer que yo tuve y gané.

La empresa de mis padres marchó bien durante unos meses pero al cabo de unos meses la perdieron, pero aun siguen trabajando en ella, ahora no se de quien sea pero me siento culpable. Mis padres la perdieron a causa de que faltaban mucho, eso ocasionó que el suscitó que dejaron mientras estaban conmigo no pudiesen con el trabajo y la dejó sola, si no hubiese sido por mi ellos tendrían su gran empresa.

Pero no todo ha sido malo, mi hermano Alexander sigue casado y me convirtió en tía de un niño de casi 5 años y de una niña de 3 años a el le va muy bien, sobre mi hermana pues realmente no se nada de ella.

Y por fin llegué a mi nueva casa, es pequeña, de un solo piso, dos cuartos y lo esencial, era una nueva vida la cual empezaría.

Mi mamá se adelantó a abrir la casa mientras mi papá bajaba algunas de las cosas pesadas, por mi parte solo intenté ayudar, lo único malo de vencer el cáncer es que mis papás me sobre protegen un poco.
¿Sera que puedo al menos bajar mi maleta?

—¡_____! — me regañó mi mamá, se aproximaba su discurso del porque no debo cargar cosas pesadas —¿cuantas veces tengo que repetirte que no cargues cosas pesadas?

— Solo unas cuántas veces madre, pero en verdad me siento bien y además no tengo que subir nada la casa es pequeña y puedo cargar perfectamente mi maleta — intenté persuadirla, pero a mi madre jamás se le puede ganar

—No lo dudo, pero aun estas muy débil mi muñeca de porcelana —acarició mi mejilla dulcemente.

Pero solo hacían que me enojará aun más, no era una muñeca de porcelana que se pueden quebrar fácilmente, era una injusticia solo les hacia falta ponerme un barbero y darme la comida en la boca, no me dejaban salir y vivir.

—¡No!— Grite enojada, nunca le había alzado la voz a mi madre pero en verdad me enfurecía el hecho de que me tratarán así — No soy una niña, me puedo cuidar sola ¡dejen de tratarme como si lo fuera! —Tome mi maleta y me adentré a la casa.

Quería llorar, no lo negaría pero ¿quien podría vivir así? Dicen tener miedo a perderme, yo también tengo miedo y tuve aun más miedo cuando me dijeron que tenía cáncer y que iba avanzando demasiado rápido, no tienen ni la menor idea de como me sentía, verlos intentando no quebrarse en llanto, verlos cada noche sin dormir y sin comer, me dolía.

Una vez... Solo una vez intenté hacer que las enfermeras y doctoras me desconectaran, obviamente no lo conseguí pero el dolor era insoportable, era un desgaste físico y emocionalmente y siendo sincera había perdido la fe, toda aquella esperanza la había perdido.

Intenté tranquilizarme, quizás había exagerado un poco lo único que quieren es protegerme para ellos también fue difícil esto.

Escuche unos golpes leves en la puerta y fui abrir, mi padre estaba parado y se le veía enojado.

— Ya se a que vienes y si pienso disculparme con ella — Sus facciones faciales cambiaron inmediatamente.

— Creo que si soy un buen padre —reí por lo que había dicho

—Seguramente, pero en verdad entiendo el porque es así, pero me siento inútil o al menos es lo que ella me hace sentir —Confesé desanimada.

—Lo se y ya hablé con ella sobre eso, no podemos cuidarte de todo pero lo intentamos, mi amor— me abrazó mi papá, siendo sincera era la primera vez que lo hacía así que no dude en abrazarlo.

—No sabes cuantas veces deseé que me abrazarás, no se, solo sentir el cariño de un padre— lo abracé más a mi.

—No digas eso, me haces sentir el peor padre, pero en verdad debes ser mas paciente con tu madre ella lo hace porque te ama.

—Esta bien, intentaré no salirme de mis casillas— mi papá río junto a mi.

—Claro, ahora sigue ordenando este cuarto porque mas tarde iremos a comer ensaladas —todo iba bien hasta esa parte.

—ya estoy harta de comer lechuga, parezco conejo— me quejé.

—Es lo que tu doctor indicó, al menos durante un tiempo más —dijo mientras se iba del cuarto.

—Esto es injusto, como extraño comer cualquier cosa que no sea lechuga — me quejaba mientras sacaba mi ropa

No tenía mucha pero tenía que elegir bien lo que aún me quedaba y lo que ya no, quizás mas tarde saldría a buscar ropa tal vez no podría comprar en un centro comercial pero según lo poco que recordaba cerca había una pulga o tianguis donde vendían ropa usada o semi nueva.

—¡Al fin! Terminé.

—¡Mi amor sal un momento! — gritó mi padre

—¿necesitan algo?— pregunté mientras tomaba un jugo natural y sin azúcar

—no, en realidad pintaremos la casa y... —ya se a que venía todo esto

—esta bien iré unas horas a reconocer el lugar — les dije mientras me despedía de ellos con un beso.

—Cuidate mucho y lleva tu celular, muñeca — me pidió mi madre.

—claro, ya regreso— y por fin salí de esa casa ahora era tiempo de caminar.

La mayoría de las casas aquí se parecían, niños jugando en la calle fútbol y otros solo en su celulares.

—Es increíble como las redes sociales cambiaron tanto el mundo, al grado de que los niños prefieren un celular a un balón — dije un poco decepcionada y mas para mi que para alguien más.

—Si, es muy triste como se pierde esta generación— pero creo que alguien me había escuchado.

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Ya se que tardo en actualizar pero en verdad es para dar lo mejor de mi y no traerles un capitulo pobre, así que si no es mucha molestia pedirles que voten se los agradezco mucho.

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