Arte.

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Hay una canción que me recuerda que fuiste Venus,
Qué fuiste mi musa
Y que detrás tuyo sólo habían corazones sin pintar;
Yo quería ser Dionisio y festejar tus sueños,
Pero el drama fue poco para ambos
Y la comedia nunca ayudo a apaciguar las cosas
En este teatro conformado por dos.

Aveces escucho esa canción y recuerdo tu rostro,
Y con ella la sonrisa que dibujabas burlona,
Pero más aún recuerdo tus estrofas
Verseando que no podías ser mía nada más,
Porque no había razón para estar en mi compás,
Ya que tu baile era único
Y yo esperaba un tango.

Hoy miro los cuadros que nunca terminamos
Y que nunca concluirán estando en tu lienzo,
Porque el tiempo a secado el juego
Y también el brillo de nuestro papel;
Hoy no estas para traerme los colores,
Tampoco para plasmar con pinceles tus visiones,
No, ya no queda nada de lo que pudo ser,
Ni siquiera un carboncillo o cenizas.

Viendo el calendario me doy cuenta que es pequeño,
Casi tanto como lo fue tu atención,
Olvido que tu ternura jamás fue objetiva
Y que en el realismo no hallé clave para abrirte el Sol;
Pero tampoco Diana para dedicarte poemas,
Ni sustento para olvidar tus expresiones,
Ni mucho menos tu exagerada actuación.

Siento que la obra quedó incompleta,
-Cómo los corazón sin pintar-,
Creo que los princiales huyeron de escena,
Pues el reflector ya no apunta a nadie,
Así como yo no puedo apuntar a nadie como lo hacia ayer.
Ahora todo resulta que fue una caricatura,
Qué nunca estuvo ni nunca fue,
Una que blasfema y culpa de todo,
Porque el mensaje entre líneas no supo leer.

Abismo Challenger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora