Es un poema que se lee bastante rápido y que irónicamente no puedo contar; comienza con alguien dudando de la mirada ajena y alguien que con amistad engatuso a los guardianes de una fortaleza hecha de dolor;
-¿Qué vas a hacer?-, pregunté mientras escribía las últimas líneas de algo que jamás pensé posible; pero el paraíso no estaba abierto para mí, como lo estaba mi corazón para vos;
Cuatro tierras que temblaban sólo por estar en sincronía, en tiempo y espacio con el aroma de tu inocencia; pero te parabas frente mío y sin siquiera hablar, tus palabras alejaban la felicidad; acompañada de nada.
Mi lugar jamás se sintió tan enjaulado. Puede que yo estuviera enjaulado; pero las escaleras cortaban las plantas de mis pies mientras bajaba, mientras vos bajabas el mentón a tu pecho y te marchabas. ¿Era lo correcto? No lo sé, pero habrán otros momentos para pensar.
No te preocupes, quince minutos no son quince años, mi sonrisa nunca estuvo conmigo y tus ojos podían atravesar mi piel; quizás me apresuré; no sigas mirando, no pidas perdón, deja que cruce la capital.
Deja que en el interior siga actuando agraciado, aunque haya más pesadez en el silencio que en la discusión; y en tus ojos cristalinos; no me sentiré solo mientras mi otra voz este acá, porque es lo único que siempre esta conmigo; hoy la suerte no. Esta noche me abandono.
Hay algo que me hubiera gustado contar; hay algo que me hubiera gustado encontrar en vos, la seguridad de la corte del rey y de la historia del amor de un niño; pero hay excusas de por medio; no te preocupes por mí, no provoques el insabor.
Pensaré poco al caminar, sentiré más, viviré menos; y en mis problemas me mantendré encerrado, porque el perdón no es algo para mí, y la historia tampoco es algo de mí; tu paraíso tampoco, ¿Qué tan poco duro?
El tiempo jamás fue inútil, esperar nunca fue lo de menos; lo fue todo; para este hombre lo fue todo y no he de mirar atrás, porque el instinto me permite sobrevivir, aunque la dureza no me trate; y aunque escapes sin cariño ni atención.
Me hubiera gustado que te quedaras un segundo más; quizás a vos también te hubiera gustado que me quedará, pero para mí ya no hay razón; dudo que la haya; otro día quizás será; pero hoy la marginacion ganó.
Trataré de ocultar ante otros el crepúsculo que fue amar, pero sabrás el nombre que tiene el error; el nombre que tachó del expediente la cercanía y la ilusión. No discutiré, no tocaré, no quebraré; no quiero quebrar.
ESTÁS LEYENDO
Abismo Challenger.
PuisiDisclaimer: La descripción es una broma, o sea, es poesía, no hay mucha que decir sobre ella, pero sí que leer. Bienvenidos, damas y caballeros, al Abismo Challenger, un lugar cuya profundidad es desconocida, pero que se estima puede ser el punto má...